CAPITULO 29

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Amaia

Estaba en la habitación, en cuanto llegué lo primero que hice fue tomar una ducha la pedía a gritos ya que necesitaba relajarme, me sentía renovada, seque mi cuerpo y cabello, coloqué mis bragas, no quería usar sostén ya que mis planes eran ponerme mi pijama y dormir un buen rato enrollé la toalla a mi cuerpo y salí del baño, entre al closet para tomar mi camisón de seda color negro, me lo puse saliendo después con dirección a la cama, en eso escuché la puerta ser abierta detuve mis pasos y por ella entró Angelo tenía el rostro serío, no podía descifrar su mirada y eso me intrigaba, cerró la puerta y camino de manera lenta hacia mí.

- No sé si debería admirarte o temerte, nunca me hubiera imaginado los alcances que puedes llegar a tener. - dijo mirándome con los ojos entrecerrados.
- Por tí sería capaz de muchas cosas, no iba a permitir que ese intento de policía te quitará la paz, eso solo puedo hacerlo yo. - hablé dándole una mirada de suficiencia a lo que él sonrió.
- Actuaste a mis espaldas, usastes a mi gente y te expusistes, esos idiotas pudieron haberte lastimado para obtener algo, acaso no te pusiste a pensar en esa posibilidad? - dijo llegando hasta mí y poniendo sus manos en mi cintura para acercarme más a su cuerpo.
- Sí, lo pensé muy bien, todo lo tenía bien calculado además nunca me hubieran agredido ese inspector es intachable, justo, no era un arrestó y tenía a Andrew a mi lado estuvo conmigo todo el tiempo.
- No vuelvas a hacer algo sin consultarme, casi me vuelvo loco cuando Tyler me dijo que no habías vuelto a casa, no contestabas mis llamadas pensé lo peor, que Maldonado pudo haberte hecho algo. - dijo abrazándome fuerte.
- Perdón no pensé en eso, solo quería quitarte un peso de encima además ese tal Mccarthy nos tenía incomunicados, nos quitó los celulares y el arma a los muchachos.
- Ese imbécil!!! Te ví dando las declaraciones eres tan buena actuando que cuando lloraste los únicos deseos que tenía era de tenerlo de frente y matarlo, pero Tyler me salió con que todo estaba planeando.
- Debía verme vulnerable, frágil, una víctima que necesitaba protección de la agresión del inspector Mccarthy. - dije sonriendo, tomé su rostro con mis manos para atraerlo junte sus labios con los míos en un besó apasionado duramos unos minutos así hasta que nos separamos por falta de aire.
- Que dijo la doctora? - preguntó un poco agitado sus manos bajaron hasta mi trasero y apretó haciéndome soltar un gemido.
- Ahhh! Todo está bien con el embarazo, ya tenemos carta abierta. - solo bastó decir eso para que bajará sus manos hasta mis muslos e impulsará hacía arriba, enredé mis piernas a su cintura para volver a besarnos, camino hasta la cama y me depósito suavemente en está, le lance una mirada coqueta mientras él comenzaba a desprenderse de cada una de las piezas de su ropa quedando completamente desnudo era tan sexy, hermoso que sentí el calor subir por mi cuerpo.
- No sabes cuánto me ha costado estar en abstinencia. - dijo para ponerse sobre mi volviendo a besarme con mucha hambre y pasión, yo estaba igual necesitandolo tanto como él a mí.
Quito mi camisón quedando mis pechos al aire los cuales apretó suavemente con sus manos, me sentía tan excitada y eso que estaba comenzando acercó su boca y chupo uno de mis senos haciendome gemir y arquear la espalda por la sensación de placer que me hacía sentir, chupaba, lamía y mordisqueaba luego hizo la misma acción con el otro por unos minutos, bajo por el valle de mis senos lentamente iba mordizquiando mi torso hasta llegar a mi vientre, sentí como sus manos quitaron mis bragas sintiendo su rostro en mi parte íntima, baje mi rostro para verlo y la imagen me prendió en sobremanera con una de sus manos separó mis pliegues y lamió mi clítoris con su lengua lo que me hizo estremecer y gemir, heche mi cabeza para atrás sintiendo la sensación, tomó mis piernas y las puso sobre su hombro con sus manos agarró mi cintura y empezó a lamer mi clítoris con su lengua era un mar de placer lo que me estaba dando, él estaba devorandome, me hacia desearle cada vez más; sin nada de vergüenza agarré su cabello con mi mano queriendo obtener mucho más placer, en eso sentí espasmos en mi vientre estremeciendome, sentí mis musculos tensarse y me vine, me dió un orgasmos tan maravilloso que me hizo ver estrellas.
Subió hasta mi rostro y volvió a besarme yo estaba tratando de recuperar la respiración después del orgasmo, separó mis piernas y se acomodó metiéndo su miembro lentamente siendo suave está vez, solté un gemido ahogado a causa del beso sintiendo nuevamente ese calor en mi cuerpo cuando empezó a moverse dentro de mí, lo hacía de manera lenta algo tortuoso, pero me encantaba coloqué mis manos en su cuello, moví mis caderas al ritmo de las suyas nos separamos del beso y pegó su frente a la mía sus ojos fijos en los míos era algo tan sensual que sentí explotar, aceleró un poco más el ritmo, lo que me hizo gemir más fuerte y enterrar mis uñas en sus hombros estaba por llegar y sé que él tambien estaba cerca por sus gemidos, sentí mis músculos contraerse lo que lo hizo gruñir, exploté alcanzando mi clímax Angelo embistió un par de veces más y se corrió dentro de mí.

Estábamos agitados, tratando de regular nuestra respiración salió de mí para acostarse a un lado atrayendome hacia su cuerpo.

- Te extrañe tanto, sentir tu cuerpo, escucharte gemir, sentirte completamente mía. - dijo acariciando mi espalda con sus dedos - Prométeme que no volverás a ocultarme absolutamente nada. - pidió, sabía que lo hacía porque se preocupaba mucho por nosotros.
- Lo prometo. - dije para dejarlo tranquilo. - Pero no me arrepiento de lo que hice porque si puedo evitarlo; no dejaré que te hagan daño, si puedo protegerte lo haré te amó así que, siempre estaré para tí. - quería que supiera todo lo que significa para mí, le dí un besó en el pecho.
- Yo también te amó Amaia. - levanté mi vista rápidamente ante sus palabras, nunca me había dicho que me amaba, me lo demuestra sí, pero no me había dicho esas palabras, sonrió - Que? No puedo decir que te amó porque te sorprende?
- Deberías decírmelo más seguido para que no tenga estás reacciones. - dije y río cosa que me hizo reír a mí.
- Lo tendré en cuenta, pero sabes que me gusta más demostrártelo, otra cosa mi padre quiere que vayamos hoy a una cena en su casa, será familiar.
- Está bien, entonces deberíamos descansar porque estoy agotada y tú debes estar peor ya que desde hace dos días no descansas bien.
- Tienes razón pero gracias a tí podré hacerlo, vamos a dormir. - dijo abrazándome, después de un rato quedó profundamente dormido valió la pena todo sí podía verlo tan tranquilo así que, cerré mis ojos y después de un momento quedé sumida en un sueño profundo....

Mascara Rota (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora