Salimos antes de que los invitados se fueran según Ángelo ya habíamos compartido el tiempo suficiente con ellos, ni siquiera nos despedimos sólo pude avisarle a Juliette de que nos íbamos, subimos al coche y emprendió el camino hacia el hotel donde nos quedaríamos el fin de semana.
Una vez llegamos al hotel, bajamos del coche y entramos, Ángelo se dirigió directamente a la recepción donde le entregaron una tarjeta, volvió hasta mí, tomó mi mano y nos guío hasta el ascensor, sí dijera que no iba un poco nerviosa mentiría, sí lo estaba tenía tiempo de que no estábamos juntos así que, todavía no me acostumbraba a este tipo de intimidad con él. Una vez llegamos al piso salimos del ascensor hasta que llegamos a la habitación, Ángelo puso la tarjeta y abrió la puerta, de repente sentí como me cargó en sus brazos para pasar por el umbral de la puerta.
- Es tradición por lo que quería hacerla para que empecemos bien nuestra vida de casados. - dijo bajándome despacio.
- No pensé que...- ni siquiera supe que decir, por primera vez me hacía sentir especial.
- No pensaste que me iba a comportar de esta manera, no es algo a lo que estoy acostumbrado ya que normalmente era más fácil con las demás porque eran algo pasajero, pero tú eres mi esposa por eso me estoy esforzando, sólo por ti lo haré. - terminó de decir, sus palabras me hicieron feliz porque, aunque me había dicho que no cambiaría por mí lo está haciendo y para mí es como un acto de amor de su parte, por lo menos así quería verlo.
- Gracias, Te amó Ángelo. - dije él me miró fijamente y sonrió, se acercó lentamente a mí, me agarró de la cintura con sus manos y me pegó a su cuerpo.
- En este momento lo único que deseó es arrancarte ese vestido y hacerte mía. - dijo con su mirada llena de deseó, sus labios rozando los míos, ese tono sexy en su voz que me hizo estremecer.
- Sí, pero no vayas a hacerlo, no quiero que lo rompas. - respondí con un poco de dificultad, me encantaba el vestido y no quería que lo dañara, me sentía agitada mi pecho bajaba y subía rápidamente, él lo notó.
- ¿Estás ansiosa o nerviosa? - preguntó rozaba nuestros labios, pero no me besaba sólo me tentaba.
- Las dos cosas. - respondí. Y entonces me besó, era un beso apasionado, con hambre quería devorarme lo sentía, jadee al sentir una corriente recorrer mi cuerpo, Ángelo aprovechó y metió su lengua en mi boca para encontrarse con la mía me costó un poco seguirle el ritmo, pero lo logré, sentí como nos movimos hasta que sentí que choque con algo, nos separamos por falta de aire.Estábamos en la recámara, me sorprendió un poco la agilidad de Ángelo para guiarme hasta aquí, aunque no debería, comenzó a quitarme el chaquetin suavemente, me dio la vuelta y bajó lentamente la cremallera del vestido, su toqué, sentir el tacto de su piel, el roce de sus dedos por mi espalda me excitó tanto que mi centro palpito, estaba ardiendo de deseó, deseó que solo él provocaba en mí.
Me di la vuelta y bajó los tirantes del vestido por mis hombros haciendo que este callera al piso, se separó un poco de mí y mientras me miraba empezó a despojarse de su ropa poco a poco, me tenía deseosa, excitada, solo quería sentirlo dentro de mí, pero él se estaba tomando todo el tiempo del mundo o eso sentía yo, me deshice de mis zapatos y la tiara que tenía en mi cabello para no tener más inconvenientes, lo miré nuevamente y solo tenía el bóxer puesto, se acercó de nuevo a mí.- Quiero hacer esto de manera lenta. - aclaró, ¿lento? pensé, yo ya estaba que explotaba y eso que apenas estaba comenzando.
- No, lento no, me siento demasiada excitada para que vayas lento. - dije y sonrió de medio lado, me acerqué a él hasta eliminar la distancia que nos separaba, tomando la iniciativa lo besé apasionadamente quería que me hiciera suya y no quería esperar más tiempo.
Me recostó en la cama con él encima de mí, nuestro besó seguía, bajo por mis mejillas hasta llegar a mi cuello el cual besó, chupó y sentí como succionaba quería marcarme, lo sé, sus manos tocaban cada parte de mi cuerpo lo que me prendió más, lo empuje a un lado haciendo que cayera de espalda y me puse ahorcadas sobre él, volví a besarlo y el apretó mis pechos sobre el sostén con sus manos, me estaba volviendo loca, empecé a balancear mis caderas, él enderezó su torso un poco y me abrazó con uno de sus brazos de la cintura, sentí el bulto de su erección, pero me sentía muy caliente así que seguí con mi trabajo hasta que mi cuerpo se estremeció, mis músculos se tensaron y exploté, me vine.- Ahhhh, Ángelo. - solté en un fuerte gemido su nombre el orgasmo fue maravilloso, lo abracé por un momento y él me sostuvo.
- Eso fue rápido, ¿qué fue lo que pasó? Es la primera vez que me pasa algo así, apenas estábamos empezando, ¿cómo tuviste un orgasmo tan rápido? - preguntó confuso.
- ¿Sabes, cuánto tiempo he deseado y esperado para que me toques? - pregunté separándome un poco de él para mirarlo - han sido semanas y la doctora me dijo que la mujer cuando está embarazada se le alteran las hormonas haciendo que el deseó crezca, sé lo pregunté cuando fui a la consulta porque sentía que me excitaba demasiado en esos días. - respondí un poco agitada.
- Ah sí, entonces es algo que no podré desaprovechar, por lo cual me dedicaré a satisfacerte cuando lo desees. - terminó de decir y volvió a besarme colocándome debajo de él, sus manos acariciaban mi cuerpo nuevamente y yo volví a excitarme con su toqué, me desprendió el sostén y agarró mis pechos con sus manos apretándolos haciendo que gimiera, bajo su rostro e introdujo un pezón a su boca chupando, lamiendo y mordiendo estuvo así un tiempo y luego hizo lo mismo con el otro pecho, yo no paraba de gemir, arquee la espalda cuando sentí que introdujo un dedo en mi centro.- Estás toda mojada. - susurró cerca de mí oído y mordió el lóbulo de mi oreja.
- Ahh, quiero sentirte. - dije en tono de súplica.Me quito las bragas y él se quitó el bóxer dejando a la vista su gran erección, abrió mis piernas, se acomodó e introdujo su miembro de una sola estocada haciendo que gimiera y arqueara mi espalda, empezó a moverse lentamente haciéndome sentir tanto placer, enrede mis piernas en su cadera comenzando a mover las mías al ritmo de él, mi placer aumentaba cada vez más con cada embestida que daba.
- Ángelo, más rápido. - pedí y él aceleró el ritmo, era alucinante todo lo que sentía, siguió embistiendo rápido, pero sus estacadas eran más duras lo que me excitó aún más, me gustaba esa parte ruda de él, me besó nuevamente con mucha pasión era tanta la necesidad entre los dos que nos separábamos sólo por falta de aire, éramos todo gemidos, y oír el choque de nuestros cuerpos era excitante, sentí que estaba llegando al orgasmo cuando los músculos de mi vagina se contrajeron sintiendo como apretaba su miembro dentro de mí haciendo que soltara un gruñido, Ángelo sé incorporo un poco quedando de rodillas sobre la cama, puso una de mis piernas sobre su hombro y me acercó más continuando con las embestidas, sus estocadas eran rápidas y duras y en esta posición se sentían más profunda así que, no dilate mucho cuando mi cuerpo se estremeció y me vine alcanzando el clímax gimiendo su nombre, Ángelo dio unas embestidas más y se corrió dentro de mí, gimiendo fuerte, salió de mí y se acostó a un lado, nuestras respiración era irregular, me atrajo hacia su cuerpo y acomodé mi cabeza sobre su pecho.
- No creas que hemos terminado está noche no dormirás. - dijo acariciando mi cabello, reí.
- Eres insaciable. - respondí, aunque yo también estoy igual.
- Contigo, nunca tengo suficiente una vez que empiezo, no deseó parar. - dijo y levanté la mirada para verlo.
- Entonces, no lo hagas. - respondí y fue suficiente para que comenzará a besarme de nuevo, está noche sería larga....
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Mascara Rota (+18)
RomanceÁngelo Ivanov un hombre frio, calculador, desconfiado, tremendamente guapo, poderoso y despiadado, jefe de una de las organizaciones mas importantes en el trafico de armas, confianza y amor solo lo tiene por su familia. Amaia Montez una chica que a...