CAPÍTULO 22

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Me desperté temprano para tomar una ducha y alistarme tenía muchas cosas que resolver y delegar para poder cuidar de Amaia tranquilo, salimos noche del hospital así que venimos directamente a descansar, ya estaba listo en mi traje Azul oscuro cuando Amaia despertó, me miró con sus hermosos ojos azules era algo que me encantaba de ella, me seducía con su mirada y ni siquiera se esforzaba en hacerlo.

- Buenos días amor, Adónde vas? - preguntó un poco adormilada, me acerque hasta la cama y subí a su lado para darle un besó.
- Como amaneciste? - quería saber cómo se sentía ya que me preocupo mucho la situación de ayer.
- Muy bien no te preocupes, cuando te tengo a mí lado todo está bien. - respondió sonriendo.
- Voy a salir unas horas tengo que resolver cosas que tengo pendiente y dejar a mi gente a cargo de los negocios para poder quedarme contigo está semana sin impedimento - dije acariciando su cabello - me llamó tu tía, mi tía y Isabel para preguntar por tí, les dije que estaba todo bien pero de igual manera van a venir a verte así que prepárate. - termine de decir ya que sé que estarían todo el tiempo posible junto a ella mimandola.
- Son tan lindas agradezco mucho tenerlas en mi vida, les diré a las muchachas que preparen una comida exquisita y aperitivo para recibirlas.
- Bueno me voy, nos vemos luego quizás vuelva antes para verlas sino, nos reuniremos en otra ocasión. - me despedí de ella con un beso en los labios y salí de la recámara me dirigí a la entrada, subí al coche con dirección al club.

Una vez llegamos subí a la oficina en compañía de Tyler, Saenz y Victor. Una vez entramos camine a mi escritorio y tomé asiento en mi silla, los tres estaban frente a mí.
- Tyler mientras no esté en estos días te harás cargo del club y los demás negocios; quiero que mantengas todo en orden, Saenz estarás al frente de la carga que saldrá dentro de unos días apoya a Bruno en todo lo que haga falta y Victor necesito que cobres todas las cuentas pendientes como siempre, confío en ustedes así que no quiero fallas. - los tres contestaron con un sí, señor. - Ah!! Otra cosa tráiganme a Caterina quiero hablar con ella. - terminé de decir los tres salieron y después de unos minutos volvió Tyler con Caterina - Cierra la puerta y retirate - me dirigí a Tyler esté acato la orden dejándome a solas con ella. - Dime tú eres sorda o estúpida? Tengo esa duda porque parece que no te quedó claro lo que hablé contigo la última vez. - hablé en tono fuerte y firme, ella no se atrevía verme a los ojos estaba nerviosa lo podía notar.
- Sé que hice mal y no fue mi intención créame, pero su esposa me golpeó primero.- justificó, pero su justificación me valía una mierda.
- Algo tuvistes que hacer para que reaccionara de esa manera, creés que no te conozco? Que no sé cómo eres? Sé muy bien como eres. - levantó el rostro y me miró a los ojos.
- Yo subí aquí porque Marín me mandó a preguntarle a la señora si quería comer algo ya que ella estaba ocupada, cuando subí la encontré inquieta dando vueltas de un lado a otro en cuanto me vió me preguntó inmediatamente por la señorita Aranxa y usted, si no me creé puede preguntarle a Marín y verá que no subí para molestar - fruncí el ceño.
- Que te preguntó? - pregunté curioso quería entender que era lo que le molestaba a Amaia.
- Que sí note algo entre la señorita y usted, era como un león enjaulado asi que le dije que estuvieron tomando y bailando que no miré nada más pero ella me trató de mentirosa, estaba descontrolada y se me abalanzó encima yo solamente me defendí. - así que eso es lo que la tenía inquieta serían celos? Desconfianza? Inseguridad? Reí irónico.
- Ay!! Por favor Caterina. Sabemos que no fue eso lo que dijistes quien sabe que tantas cosas salieron de tu boca para que mi mujer te golpeará, pero se acabó te lo advertí y no hiciste caso; mi esposa acabó en el hospital por todo esto así que, quedas despedida. - dije determinado.
- No, por favor, no me despida necesito el trabajo, sabe que es así. - dijo suplicante.
- Sabías que entre mi esposa y tú, tú eras la que terminaría perdiendo siempre. Tyler se encargará de tu liquidación eso es todo puedes retirarte. - le hice una señal para que saliera y así lo hizo, quedé solo en la oficina pensando Que voy hacer con Amaia? Una cosa si tenía clara iba a tener una conversación seria con ella.

Amaia

Estaba en la sala rodeada de tres mujeres maravillosas.
- Pero dinos que pasó? Porque fuistes a parar al hospital? - dijo en tono de angustia mi tía.
- Fue por una alta de presión pero todo está bajo control, no pasó a más la doctora dijo que debía cuidarme y evitar el estrés. - traté de restarle importancia para que no se preocuparan de más.
- Voy a hablar seriamente con Angelo como es posible que te tenga trabajando en tu estado. - dijo Juliette y negaba con la cabeza.
- No tía, no es culpa de Angelo sino mía; él no quería que siguiera en el trabajo solo en la universidad pero fuí necia y le suplique para hecer mi voluntad, Angelo solo quiso darme gusto.
- Es cierto, él hablo conmigo hace unos días atrás y me planteó esa inquietud le dije que no estaba mal que siguieras trabajando mientras no te exigieras tanto. - dijo mi tía y me sorprendió porque no sabía que Angelo había estado con ella.
- Lo bueno que todo está bien, Pero porqué te estresaste tanto? - preguntó Isabel.
- Tuve una discusión con una empleada y al parecer eso me afectó. - dije evitando entran en detallé de lo sucedido. - Pero Angelo ya me advirtió que me tendré que quedar en casa solo me ocuparé de la universidad, me voy a aburrir mucho lo sé. - dije haciendo un puchero.
- Sí ese es el caso puedo venir a hacerte compañía cada vez que pueda y así pasaremos tiempo de calidad que es algo que me gustaría. - dijo Isabel y sonreí porque me gustaba esa idea.
- Perfecto es bueno que pasen tiempo juntas las dos son jóvenes, además de ser familia es bueno que se apoyen. - dijo Juliette.
- Lo importante es que te cuides, no seas tan terca y obedece está bien, no quiero que te pasé nada malo, ni a tí, ni al bebé. - dijo mi tía a lo que asentí, claro que cuidaría de mi salud de ahora en más, no dejaría que a mi bebé le pasará nada por mis descuidos es algo que no me perdonaría así que, aunque no quiera iba a quedarme en casa tranquila cuidando de mi embarazo.

Realmente esperaba que mi mente no me jugará una mala pasada, pienso que mis celos son excesivos pero todo es por causa de mi inseguridad así que debo controlarme, aunque no estaría demás sí Aranxa decidiera irse lo más pronto posible para su país y dejará en paz a Angelo, pero la realidad es que soy yo quien debe acostumbrarse a su presencia porque son socios y tendrán muchos negocios juntos y pese a que quiera cambiar éso, no puedo hacerlo solamente me queda aceptarlo...

Mascara Rota (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora