-Entonces por último vino tu coronación? – pregunté mientras leía unos de los libros que el rey amargado me había dado.
-Si – respondió simple.
-Vaya ustedes sí que tienen una historia complicada – dije – pero, algo sí que me tiene curiosa.
-Pues tu curiosidad te la guardarás, porque ya terminaste el trabajo, por ende ya no debo responder más.
-No hay necesidad de responderla, con todo lo que acabo de escribir, la respuesta es muy clara – le dije mientras lo miraba divertida – eres un viejo – le solté sin más – prácticamente eres un fósil viviente, eso sí que explica muy bien tu personalidad de abuelo amargado.
-Emma.
-Incluso podrías ser mi abuelo, mejor dicho mi tatara tatara tatara abuelo – empecé a reírme del hecho.
-No hace falta decirte que estás en mi habitación y por ende puedo acabar contigo muy rápido – me dijo agarrandome por sorpresa al inclinarse en el poza brazos de la silla donde me encontraba para así mírame fijamente.
-Y yo no entiendo cuantas veces vas a decir querer matarme y nunca cumplirlo – le dije sin quitarle la mirada de encima – además, si me quisieras muerta ya lo estaría o me equivoco?.
Era un momento donde estábamos mirándonos fijamente esperando a que alguno rompiera el contacto visual para así el otro proclamarse ganador, pero ninguno logró la victoria al darse cuenta de la figura que había entrado a la habitación sin siquiera avisar.
-Cariño – la voz chillona de la mazorca hizo eco en la habitación, y Aro y yo volvimos rápidamente a nuestras anteriores posiciones – qué hace ella aquí?.
-Qué quieres Celine? – preguntó Aro mientras tomaba asiento en el sillón.
-Por supuesto que a ti – respondió esta mientras se acercaba a donde estaba el amargado.
Quise decirles "Hola todavía sigo aquí" pero mejor guarde mis cosas para poder salir rápidamente de aquí.
Definitivamente estos dos no eran una escena que yo quisiera ver.
-Y la pequeña hormiga no piensa saludar? – detuve mi paso en cuanto se dirigió a mi – o esta huyendo a su hormiguero?.
Les juro que quiero arrancarle cada hebra de su estúpido cabello.
-Disculpa no saludo a per.... – tuve que tragarme mis palabras en cuanto Aro me miró fijamente.
Cierto, el trato.
Tengo que mantener mi temperamento calmado.
Pero es que malvada sea, ella es una completa perra.
-Hola Celine – mejore mi semblante y le regale la mejor de mis falsas sonrisas.
Porque que no crea que ella me intimida porque primero raspó el coco antes que bajarle la cabeza.
-Mejor llámeme señorita Caldwell, o mejor refiérete a mí por mi título nobiliario, dirígete a mí como duquesa – me dijo con una sonrisa de superioridad.
Aparte de perra es una duquesa?.
Claro, una perra llamada duquesa, el nombre le queda.
Lo más tedioso de todo esto era ver la cara de Aro al disfrutar de la escena que se estaba presentando en su habitación.
Me las pagara.
-Como quiera, si me disculpan me retiro – dije retomando mi caminata hacia la salida.
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La realidad de soñarte a ti
VampireSabes esos momentos donde te encuentras con el chico de tus sueños y no resulta lo que tú esperabas que fuera? Pues, eso es lo que me pasó a mí, soñé con un hermoso caballero de ojos verdes con hermoso cabello oscuro y una piel tan blanca y perfecta...