Capítulo 22

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La habitación que ahora era mía, era muy hermosa, era espaciosa con una gran cama, un pequeño balcón, su propio baño un gran vestidor e incluso muebles y un televisor, estaba muy bien equipada, la habitación era más de lo que necesitaba, sobretodo cuando pensaba que Aro me haría dormir en los establos o incluso en una habitación sin bombillo pero he de admitir que estaba equivocada.

Ya había desempacado mis cosas y también me había tomado el tiempo para hacearme, me encontraba tirada como una estrella de mar en la gran cama que tenía a mi disposición, era muy cómoda la verdad.

Esto era el paraíso en una sola habitación.

-Señorita Emma – unos golpes en la puerta junto con una voz femenina se hicieron presentes en el lugar – puedo pasar?.

Me imaginaba que era la persona que Aro dijo que me ayudaría.

-Por supuesto, pase.

Por la puerta entró una hermosa chica de ojos verdes y cabello cobrizo.

-Vaya, sí que eres hermosa – me dijo con una gran sonrisa, se supone que eso le debería decir yo a ella, no al revés.

-Gracias, aunque se supone que debería decirte eso yo a ti – le respondí también con una sonrisa.

-Me caes bien – dijo de repente – tienes una buena aura, me llamo Elara, es un buen gusto conocerte Emma.

-Igualmente para mi – le digo.

-Veo que seremos muy buenas amigas – me dice.

-Eso sería bueno, así sería más ameno mi estadía aquí – le respondo.

Elara es hermosa, sus increíbles ojos verdes como una aceituna junto con su larga cabellera cobriza la hacían ver como toda una princesa sin dejar atrás su increíble piel de porcelana con sus perfectas facciones y su cuerpo esbelto y curvado como el de una modelo, sin duda alguna ella no tenía nada que envidiar.

-Dime Emma cómo te sientes con todo esto? – me pregunto.

-La verdad es que muy rara, ósea, es un hermoso lugar y todo, pero, no es el ambiente al que estoy acostumbrada a estar y sin olvidar el hecho de saber que estoy rodeada de...

-Vampiros – terminó de decir por mi – si, es normal que te sientas así, y más con los de mi especie pero tienes que saber que yo no te haré nada, me has caído muy bien como para lastimarte, y por el resto, no te preocupes Aro se encargó de dejar muy en claro en no tocarte ni una sola hebra de tu cabello.

-Me alegra saberlo – la verdad era que me encontraba muy tranquila en este momento como para pensar en los demás vampiros – te puedo hacer una pregunta?.

-Claro, estoy aquí para ayudarte.

-Los vampiros de aquí son como Aro? – sé que la pregunta era un poco extraña, pero tenía que saber si me iba a tener que enfrentar a más malhumorados como el señor de las tinieblas.

-Eso sí que no me lo esperaba – lo primero que hizo tras escuchar mi pregunta fue una gran carcajada – definitivamente me caes muy bien, si te refieres a seres amargados y egocéntricos, si, acá te encontrarás con muchos de ellos, pero al nivel de la personalidad del rey, eso es algo que nunca tendrá comparación.

-Por lo que veo lo conoces muy bien – le digo.

-Puedo decir que crecimos juntos, Aro ha sido como un gran hermano para mí – al escuchar lo que dijo mi cara cambió a una de sorpresa, ay señor por que tengo que seguir hablando así de él delante de estas personas? Tengo que aprender a cerrar el hocico – tranquila, yo también opino lo mismo que tú, y hasta a veces también me provoca estrangularlo aunque no sea efectivo.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora