Capítulo 7

194 18 2
                                    

Por un momento pensé que estaba bromeando con respecto a su respuesta pero después de ver su rostro tan serio y sin ninguna réplica de su parte me dio a entender que para nada estaba bromeando y que mis sueños no son solo eso, sueños.

Es una completa locura soñar con alguien que jamás has conocido y que a los días se aparezca de la nada y de paso afirmando saber que sueñas con él.

Porque si.

Él era el chico con el que tanto he estado soñando últimamente, esos hermosos ojos grises que parecieran no tener vida, junto con su perfecta y pálida piel que tenía pinta de jamás a ver llevado sol, con ese liso cabello oscuro que lo hace ver tan juvenil con ciertos mechones rebeldes esparcidos algunos por su perfecto rostro, una nariz perfilada, pómulos marcados, labios gruesos y esa mandíbula que se tensa cada vez que se dirige a mí, y ni hablar de su musculoso y fuerte cuerpo el cual los trajes formales lo hacen ver mucho más atractivo de lo que ya es, porque cabe destacar que es todo un dios, sus facciones son tan perfectas que eres capaz de mirarlo por horas y nunca cansarte de hacerlo.

Y ni hablar de su voz, que es como escuchar a los ángeles cantar uno de esos coros de películas, okey creo que exagero un poco, pero es la mejor comparación que puedo hacerle, sobretodo cuando su vocabulario es tan educado y respetuoso parece sacado de un libro de príncipes de cuentos de hadas.

En si, es completamente perfecto.

Tanto que puede llegar a asustar, que es lo que en estos momentos esta pasando.

Estoy asustada, mucho, no sé qué es lo que vaya a pasar con la llegada de Aro.

-Cómo sabes eso? – al fin me atrevo a preguntarle, para terminar con este ambiente tenso.

-Como ya le dije antes, se lo explicare más adelante – dice de manera calmada – este sobre contiene un contrato – dice tocando el sobre que no me acordaba que tenia al frente – si lo firma aceptara mi petición de verla más seguido y así usted podra saber las respuesta a lo que imagino la debe de estar volviendo loca.

Odio que sea tan seguro de lo que pasa conmigo en estos momentos.

-tan importante soy como para que me haga firmar un acuerdo? – por primera vez en mi vida escucho una barbaridad como esta.

-Soy un hombre de negocios y me gusta tener todo legal – no me contesta como lo esperado – puede tomarse su tiempo para pensar – me dice arreglándose el cuello de su camisa – para mañana en la tarde esperare una respuesta de su parte.

-Para mañana? – digo alterada – tan rápido? es que acaso esto es un reality o algo parecido?.

-Mientras más rápido mejor, no hay tiempo que perder – me dice – y no, señorita Scott, esto no es un reality ni nada por el estilo.

Es como si este hombre supiera todo lo que causa cada vez que menciona mi apellido, dios es tan metódico que me perturba.

-Cómo se comunicara conmigo? – le pregunto para entender como hará para saber mi respuesta.

-Bueno, estamos en el siglo veintiuno y hay tantos métodos de comunicación que me parece muy obvio nombrarlos todos ahora – siento como se burla descaradamente de mi pregunta – pero no se preocupe me gusta cerrar mis tratos en persona.

Por favor que no me pida volver otra vez aquí, porque ya no quiero comer más chocolate, si sigo así voy a ser en verdad un cochino.

-Mañana la esperare en el mismo lugar en donde nos vimos por primera vez – dice haciéndome entender que es cerca de mi casa – a las seis de la tarde le parece bien?.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora