Capítulo 18

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Ya me encontraba en la sala junto a mi mamá y mi tía esperando a los supuestos supervisores que vendrían para darnos toda la información con respecto a la beca.

Miré mi reloj para asegurarme de la hora y el sonido del timbre se hizo presente dando por entendido que los esperados ya habían llegado.

Ok Emma respira.

Tú puedes.

Mi mamá se apresuró a abrir la puerta para encontrar al mismo hombre que me había entregado el sobre aquella tarde que pensé que me secuestrarian y enviarían a México, pero por qué él? Que pena, y eso no fue todo, porque detrás de él se encontraba nada más y nada menos que el señor "trajecito impecable".

Qué hacía él aquí?.

Aro se encontraba con su famoso traje impecable, en este caso de color gris, ¿cómo es que todos lo colores le lucen bien? Su rostro lucía más pálido de lo normal y sus ojos esta vez se encontraban más grises de lo que normalmente eran, en cuanto me vio soltó una pequeña sonrisa pícara, se estaba burlando?.

Desgraciado.

-Buenas tardes, espero se encuentre bien, mi nombre es Benedict Valois y él es mi compañero Aro Rosenheim, nosotros somos los supervisores de la beca – responde el hombre que me dio el sobre.

Pensandolo bien, este hombre pudo secuestrarme ese mismo día si Aro le hubiera dicho.

Un momento.

Si aro es un vampiro, significa que este hombre también, por eso tiene esas excelentes facciones, pero como no lo pensé antes.

-Buenas tardes, es un placer tenerlos aquí, soy Audrid Scott la mamá de Emma, y ella es mi hermana Alicent Scott – les dice mi mamá con una sonrisa – pasen por favor.

Me pregunto si mi mamá tendría la misma sonrisa si supiera que uno de estos hombres quiere inventó todo esto para llevarme a su pueblo.

-Cómo verán, nuestro instituto está muy interesada en las calificaciones de la señorita Emma y eso ha sido lo que nos trajo aquí – dice el tal señor Benedict.

-Si claro, sobretodo por mis calificaciones – susurró para mi misma aunque por la mirada y sonrisa que tiene Aro en su rostro me doy cuenta que los dos lo escucharon muy bien.

Malditos dotes vampiros.

-Nuestro instituto es uno de los más conocidos en el mundo, les otorga a sus alumnos grandes oportunidades para su futuro, además de las asignaturas como idiomas, álgebra, física cuántica, química y muchas otras más, lo que nos hace tan famosos en el mundo es nuestra gran calidad educativa – esta vez se atrevió a hablar el señor vampiro insufrible, nuevo apodo por cierto – nuestro trabajo es asegurarle a las familias la seguridad y cuidado que tendrán sus hijos en nuestras instalaciones.

-Para su hija la beca es completa, por lo que no tendrá que pagar nada, incluso el viaje está incluido por lo que solo necesitaremos la respuesta de su hija para proceder con todo el trámite – dice el señor Benedict – créanme que para nosotros sería un gran honor tener a la señorita Emma en nuestra institución.

Si, yo me imagino.

-Bueno, por nuestro lado estamos completamente de acuerdo con esta oportunidad para mi hija, pero, ella es la que tiene que decidir si irá – responde mi mamá.

-Por supuesto, ella es la que decidirá.

-Entonces señorita Scott cuál es su decisión? – odiaba escuchar mi apellido salir de sus labios, sobretodo cuando tenía una gran sonrisa en ellos.

Lo estaba disfrutando.

Condenado.

-Eh... yo.. – no quiero arrepentirme de mi decisión, pero no tengo opción, y mucho menos cuando Aro me mira tan fijamente como ahora – esta bien, acepto.

No sé si acepte carta de suicidio o una supuesta beca.

-Entonces no hay nada más que charlar, solo tienen que firmar esto – nos dice el otro hombre entregándonos unas planillas – es un gran placer tenerla con nosotros en La Ferme de I'Avenir.

Acaso sacaron ese nombre de internet o qué?.

-Ahora tendría que empacar todo, nuestra partida es pasado mañana.

-Tan pronto? – no se si me vi tan sorprendida, pero es que si lo estaba.

-Señorita Scott no hay tiempo que perder las clases allá siguen, y necesita el tiempo para adaptarse al lugar – les juro que lo odio.

-Entoces pasado mañana Emma estará lista – les responde mi tía.

-Sin más que decir, nos despedimos, muchas gracias por recibirnos en su casa y por aceptar esta oferta – los acompañamos hasta la puerta – la veremos pasado mañana señorita Emma, aquí está mi número por si necesitan algo – nos dice el señor entregándonos una pequeña tarjeta.

Vimos como ambos se alejaban para subirse a un auto negro, pero antes de subir Aro dirigió una última mirada con una sonrisa para luego subir en el auto para así desaparecer en él.

Qué acabo de hacer?.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora