Capítulo 20

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Nos encontrábamos en el aeropuerto, Benedict se encargó de bajar las maletas del auto mientras Aro hacía una llamada, por otro lado yo me encontraba visualizando la zona, habían muchas personas en el aeropuerto hoy, espero que ya hayan comprado los pasajes, dudo mucho que al "señor exquisito" le guste hacer cola para comprar algo.

-Esta todo listo señor – le habiso Benedict a Aro.

Quise llevar mi maleta pero Benedict no me lo había permitido, así que sin más seguimos avanzando, pero algo había llamado mi atención, yo era la única que tenía una maleta.

Es que acaso ellos no traían ropa o cosas importantes?.

O soy yo la loca que viaja con ropa?.

Quise preguntar la razón por la que no llevaban equipaje pero al ver a Aro tan concentrado en seguir caminando preferí ignorar el tema.

Entramos en una puerta que estaba cerca de la entrada, en el largo pasillo que llevaba esta puerta se encontraban dos personas de seguridad que nos guiaron hasta otra parte, nunca supe que hacían esto con los pasajeros, tenía entendido que hacías tú cola pagabas tu pasaje, ibas a sala de espera y te montabas en el avión, pero nada más.

Cuando los de seguridad nos abrieron otra puerta para pasar mi impresión fue mucha.

-Tienes un avión privado? – esto era increíble, vamos a viajar en un avión privado.

-Por supuesto, por quien me tomas? – me responde con el ego más grande del mundo – Soy un "señor exquisito" prefiero tener mi propio avión.

Su respuesta me había sorprendido aún más, pero es que como era posible?.

Coincidencia?.

No, claro que no.

Había leído mi mente, podía hacer eso? Ay señor si es así quién sabe cuantas veces lo habra hecho, dígame yo que pensé tantas cosas, uy no que pena.

-Cómo supis... – quise preguntarle con la esperanza de que negara que podía hacerlo pero antes me interrumpió.

-No hay tiempo que perder, andando – camino rápido en dirección al avión que se encontraba frente a nosotros.

Malhumorado.

Me subí en el avión para ver que era muy lindo por dentro y muy cómodo la verdad, mientras me sentaba en uno de los tantos asientos una azafata se dirigió a mi.

Hasta azafata tiene.

Qué locura.

-Desea algo señorita? Un agua, un jugo algo de comer? – la azafata era muy amable y muy hermosa también.

-Un jugo estaría bien gracias – le respondí con una sonrisa.

Mientras se iba se dirigió hacia Aro para preguntarle lo mismo pero este negó con su mal humor. Por otro lado este se levantó de su asiento para sentarse en el asiento que estaba al frente del mío.

Eso significa una sola cosa.

Me quería joder la paciencia.

-Veras Emma, el lugar a donde vamos no es para nada igual al lugar donde estás acostumbrada a estar, aquí estarás rodeada de vampiros, y no todos van a ser como yo – y esto me lo dice para asustarme o para hacerme sentir peor? – así que, tus intentos de niña valiente allá no serán tomados en cuenta.

-Y cómo quieres que me comporte? Como una sumisa ante ustedes solo por el hecho de ser vampiros? – su mirada había cambiado a una mucho más seria, por qué será que nunca puedo guardarme las cosas?.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora