Capítulo 17

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Me dirigía a mi casa, mis clases ya habían terminado y mi mamá me estaba esperando en casa, miré mi celular por vigésima vez, y no había respuesta alguna al mensaje que había mandado.

Entre a mi casa y mayor fue mi sorpresa al encontrar a mi tía y mi mamá con un cartel de felicidades y un pastel con mucha crema, se veían muy cómicas en realidad.

-Felicidades pequeña Em – dijo mi tía regalándome un abrazo.

-Sabía que eras una gran estudiante, estoy muy orgullosa de ti mi pequeña – esta vez fue mi mamá la del abrazo.

-Gracias a las dos – les respondo – la verdad fue una gran sorpresa para mí – sí claro, sobretodo con un Aro Rosenheim detrás de todo esto.

-Y la vas a aceptar? – me pregunta mi tía alegremente.

Ay señor.

Y que respondo a esto?.

-No lo sé, estoy muy dudosa con respecto a esa beca – y no era mentira.

-Mi pequeña Em, hay veces en la vida nos ofrece oportunidades y debemos aprovecharlas – me dice mi mamá – y yo sé muy bien que tú sabrás aprovechar esta oportunidad.

-Lo pensaré mamá – le digo.

-Bueno, pero igual hay que celebrarlo, vamos a picar el pastel – dice mi tía.

Comimos del pastel de chocolate, ya todos saben que es mi gran debilidad jeje, también hablamos un rato de cómo me había ido y como me había enterado de la beca, y después de largos minutos charlando y riendo un rato, me decido por ir a mi habitación.

Antes de llegar a mi habitación decido revisar el teléfono por última vez para ver si tenía alguna respuesta pero no había nada.

Por lo que veo, no es de su interés.

Abro la puerta de mi habitación y prendo la luz para encontrarme con algo inesperado.

-Veo que te gusta el ballet.

SANTA MADRE DE LAS CACHUCHAS.

Mi corazón casi salta de su lugar, en una esquina de la habitación junto a un estante donde se encontraban mis fotos de cuando practicaba ballet, se encontraba Aro observando las fotografías.

-Quieres matarme antes de los 18? – le recrimino cerrando la puerta.

-No podría, te necesito viva por ahora – lo dice dirigiendo su mirada a donde me encontraba.

Debería tomarlo como un cumplido o cómo?.

-Sabes, es más fácil responder un mensaje y citar a la persona, que aparecer en su habitación de repente – le digo sentándome en mi cama.

-Sabes que prefiero hablar las cosas en persona – me dice – aunque si prefieres, nos podemos ver mejor en tus sueños.

No lo soporto.

-Una beca? – decido ignorar lo que dijo e ir directo al grano.

-Qué tiene de malo una beca? – lo miré incrédula – te dije que yo me encargaría de todo.

-Y tenía que ser por una mentira tan grande como una beca?.

-Créeme era mejor eso a solo secuestrarte – no quiero ni pensar que esa fue una opción – y déjame decirte que no es mentira, tendrás las gran oportunidad de ir a Bloodstone, ninguna persona tiene ese beneficio, deberías de estar agradecida.

-Oh, por supuesto, muchísimas gracias mi señor misericordioso por ofrecerme una oportunidad divina – le digo con todo el sarcasmo posible – sabes, mejor desaparece no estoy para soportar tu ego en estos momentos.

-He sido muy paciente contigo Emma Scott, no agotes mi paciencia – en un abrir y cerrar de ojos lo tenía al frente mirándome fijamente a los ojos.

-Y si la agoto qué? Me matarás? Tranquilo me harías un favor – le respondo con altanería.

-Verás que pronto no tendrás esa valentía que ahora posees – me dice – ya está hecho vendrás conmigo, lo quieras o no.

-Me lo tomo como amenaza? – lo retó, enderezando mi postura para parecer más imponente delante de él.

-Créeme no querrás saber cuáles son mis amenzas.

-Y crees que le tengo miedo a alguna de ellas? – no sé de dónde había sacado todo este valor, pero si el creia que me iba a doblegar estaba muy equivocado.

-Eres demasiado obstinante – me dice para alejarse de mí.

Y este quien se creía para venir a mi habitación y de paso llamarme obstinada?.

-Es una pérdida de tiempo hablar contigo – le digo – así no pienso ir a tu pueblo.

-Solo te lo voy a decir una vez, mañana le dirás a tu mamá y al director que aceptarás la beca, les harás creer que estás muy emocionada, después de eso te darán toda la información posible y prepararás tus maletas porque no hay tiempo que perder – me dice – y si por alguna razón te niegas a hacer lo que te digo, créeme que no dudaré en secuestrarte y no verás ni un gramo de amabilidad por mi parte en lo que te estará esperando.

Aro me dirigió una última mirada para después salir por la ventana sin dejar algún rastro.

Lo odio.

Maldito vampiro.

Esto no quedará así.

Eso tenlo seguro.

****

-Esta tarde vendrán a mi casa los supervisores del instituto que me ofreció la beca y tendré que darles una respueta pero no sé si aceptarla.

-Estás loca? Por supuesto que tienes que ir, es una gran oportunidad – me dice mi amiga Ana.

-Emma, es lo mejor para ti y tu futuro, nosotros te apoyaremos en todo – la acompaña Víctor.

Estaba en la escuela y me encontraba contándoles a mis amigos que había pasado, en la mañana cuando llegué le dije al director que estaba interesada en la beca y me dijo que unos supervisores irían a mi casa en la tarde para darme toda la información y poder decirles si acaparaba o no.

Aunque lo pensé mucho y odiaba tener que hacerle caso a alguien tuve que seguir los pasos que me dio Aro, sabía que no mentía cuando dijo que no dudaría en secuestrarme, pero todavía tengo mis dudas.

-Si sé que es una gran oportunidad pero se me hace difícil pensar en me voy a tener que ir a otro país – les digo.

-Amiga pero de que hablas las beca es en suiza, es unos de los mejores países del mundo, además ve el lado bueno, nos podrás regalar del mejor chocolate – dice mis amigo Víctor riendo.

-Tiene razón, y también hablaremos todo el tiempo por videollamada, Emma tienes que aceptar.

-Bueno, en la tarde veremos – empezó a sonar el timbre – vayamos a clases.

Nos dirigimos al salón para poder seguir con nuestras clases, y así después poder irnos a nuestras casas y la verdad no quería ir pero ya no había vuelta atrás.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora