Capítulo 30

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El color verde del pasto del jardín me provocaba tirarme como una niña pequeña y empezar a rodar por todo el, pero como había hecho una promesa donde debía comportarme, decidí ser una buena chica e ignorar mis deseos de ser una chiquilla, por lo que tome asiento en un banquito que había en el lugar y me dispuse a esperar la hora de mis clases, la cual todavía faltaba una hora.

-Emma – un chico se acercó hasta mí para saludarme.

Era Cassian.

-Hola Cassian – lo saludé.

-Puedo? – señaló el banco, dándome a entender que si podía sentarse a lo que le respondí con un asentamiento – y, como te va?.

Quiere la version larga o la corta?.

-De maravilla, justamente estoy esperando con ansias mis clases asignadas para hoy – le respondí con una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.

-Ok, si estás pidiendo ayuda parpadea dos veces – su respuesta nos hizo reír a los dos, él era muy agradable – déjame adivinar, el profesor Rowan.

-le atinaste – le dije.

-Pero si ese profesor es el ser más noble y encantador de todo Bloodstone – dijo con mucha ironía.

-Por supuesto que lo es, sobretodo conmigo, tanto que ya me castigó.

-¿Qué hiciste como para caerle mal a un hombre tan encantador?.

Definitivamente me caía bien.

-Insulté su pasión por la biología y casi me manda a la horca por completar una de sus oraciones – dije con total sinceridad – pero en mi defensa, nada fue intencional.

-Te creo, el señor Rowan tiene una personalidad un poco complicada – lo miré como si tuviera otro ojo demás – muy complicada, pero es bueno en su trabajo.

-Eso no lo pongo en duda, pero tranquilo sobreviviré ya pase por manos de tronchatoro, así que esto no es nada.

-Tronchatoro? – preguntó confuso.

-No sabes quién es? – inmediatamente negó – entonces prepárate para escuchar la historia.

Le terminé contando quién era tronchatoro y porque llamaba así a la coordinadora de mi anterior escuela, y la única respuesta que hubo a mi historia fue una gran carcajada, Cassian era un chico muy agradable y atento, nos pasamos toda la hora hablando de cosas que nos habían pasado y conociéndonos un poco más.

No era nada malo tener un amigo aquí, sobretodo cuando estaba más sola que la urna, por supuesto que exceptuando a Elara que era mi amiga y me acompañaba de ve en cuando.

Y hablando de ella, apareció llegando hasta donde Cassian y yo nos encontrábamos.

-Emma, justo te estaba buscando – me dijo para luego mirar a mi acompañante – Duque Winchester.

Espera, ¿Qué?.

Duque?.

Enserio otra vez?.

-Elara – saludo el de vuelta.

-Duque? – me dirigí a él – creo que se te olvida mencionarlo.

-Es solo un título, no era necesario – me respondió – además, pensé que si te decía podrías alejarte – dijo tímido.

Pero como creía que me alejaría si es el vampiro más educado y amable que tiene este castillo.

-Me caes muy bien como para salir corriendo, así que tranquilo no me alejaré – le dije con una sonrisa para dirigirme a Elara – ha pasado algo Elara?.

-Eh no, pero tus clases empezaron hace diez minutos y el profesor Rowan te está esperando.

Mierda.

No me había dado cuenta de la hora que era, estaba tan sumergida en la conversación con Cassian que ni me acordaba de las clases.

Ese hombre me va a matar.

Si ya me odiaba ahora me va a aborrecer.

-Estoy frita – dije de repente.

-Tranquila, cualquier cosa le dices que estabas descubriendo tu gran amor por las plantas y si no funciona parpadea dos veces y te ayudaré – dijo para yo reír.

-Esperaré tu ayuda entonces – ya tengo plan de emergencia – fue un placer hablar con el duque – le dije riendo.

-Le agradezco por hacerme reír hoy señorita valentía, espero volverla a ver para que me cuente más de sus anécdotas de tronchatoro.

Después de despedirnos Elara y yo caminamos rumbo al castillo para llegar a mi clase donde claramente iba retardada.

-Tronchatoro? – preguntó Elara curiosa.

-Era la coordinadora de mi escuela – le respondí.

-Desde cuando conoces a Cassian? – volvió a preguntar.

-No desde mucho, esta es la segunda vez que lo veo – dos veces y ya me caía bien, ojalá todos fueran como él – es muy agradable.

-Me alegra que pudiste hacer un amigo, además Cassian es un vampiro de buen corazón y muy amable también así que tienes mi bendición – dijo riendo.

En cuanto llegamos al salón Elara se despidió en la puerta y a mi solo me tocaba entrar para afrontar el huracán que estaba por venir.

-Adelante – en cuanto le di dos toques a la puerta el profesor Rowan habló – Veo señorita Scott que la puntualidad no es una de sus virtudes.

Y ahí vamos de nuevo.

****

Las clases habían sido aburridas, pero por obra de los angelitos esta vez el profesor no me quiso castigar con alguna tarea complicada y está agradecida por eso, ahora me encontraba cenando en mi habitación, era raro cenar sola todos los días, pero era mejor esto a estar sentada en una mesa llena de vampiros amargados.

Por lo que así, estoy bien.

Ya había hablado con mi familia y también con mis amigos Ana y Víctor, y de verdad que los extrañaba un montón a todos, me hacían mucha falta los desayunos de mi mamá, las locas charlas de mi tía y los recesos de chismes con mis amigos, como los extraño.

En cuanto al rey amargado, no lo vi en todo el día, al parecer su majestad está muy ocupado, y en realidad así estaba perfecto, desde mi sueño de anoche las palabras de Zel me dejaron muy confusa no sabía a qué se refería y la verdad tampoco quería saberlo, ya bastaba con saber que muchos vampiros están de atrás de mí tal "encanto".

Si a alguien le interesa estar rodeada y seguida por vampiros, entonces les regalo mi puesto.

Por qué yo no lo quiero.

Solo quería seguir siendo la chica que le gustaba leer todas las tardes en la biblioteca el mismo libro.

"Orgullo y prejuicio".

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora