Capítulo 3

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-Qué creen que es mejor una vida completamente solo o un amor predestinado para toda la vida? – Ana pregunta de manera risueña.

Algunas veces no sabía que buscaba Ana con sus extrañas preguntas.

-Estar solo toda una vida no es algo que vea apetecible, pero, un amor predestinado? Es que acaso eso existe? – le respondo a mi amiga.

-Claro que existe, como se te ocurre dudarlo – me dice ofendida por mi respuesta.

-El amor hoy en día no es algo que dure toda la vida que digamos, desde mi punto de vista, el amor es el arma perfecta para destruir a una persona – no es que no crea en el amor, pero, tampoco es algo que me llame mucho la atención que digamos.

-Tienes toda la razón – Víctor hace acto de presencia en la mesa donde estábamos comiendo – aunque, no todas las personas son malas como para destruir a la persona que aman, bueno, en mi caso no sería así – pude ver como miraba a mi amiga de una manera diferente.

Siempre he sospechado que ha Víctor le gusta Ana, y que también en viceversa, pero ninguno de los dos ha dado el primer paso como para hacerlo oficial en ese ámbito son muy reservados. Sin embargo, nunca me cansaré de pensar que harían una gran pareja.

-Creen que los sueños tengan algún significado? – mi pregunta repentina los sorprendió un poco, incluso a mí lo hizo.

-A qué viene esa pregunta? – mi amiga me pregunta – es que acaso estás soñando con algún chico? – su mirada divertida la hace ver más adorable de lo que ya es.

-Qué? Para nada – finjo demencia – lo que pasa es que.... Nada era una duda que tenía – me arrepiento de contestar y ignoro el tema.

-Te preocupa al....

Mi amigo Víctor es cortado por la campana, la cual indica que las clases van a empezar.

Como dirían en las películas; Salvada por la campana.

****

-Definitivamente me estoy volviendo loca, él vendrá por mi?, quien el chófer del autobús será? – de camino a mi casa seguía matando mi cabeza pensando en el significado del sueño – es un sueño tampoco es como que vaya a pasar Emna – me dije a mi misma.

Cuando llegue al autobús me subí en el y me senté en uno de los últimos  asientos vacíos que estaba en la ventana, la cual me dispuse a observar el paisaje que ya me sabía de memoria, pero que siempre me gustaba ver.

Las nubes son blancas, el cielo es azul y mis sueños sin respuesta al fin.

Este es el momento donde las personas no saben que hacer con su existencia y empiezan a recordar todo lo vivido hasta llegar a la conclusión de si somos adoptados o no.

Pero esta charla de la vida quedó en el aire cuando un auto deportivo se colocó al lado del autobús, mejor dicho al lado de mi asiento, he de admitir que era un muy buen auto deportivo, su dueño tenía un buen gusto.

No despegaba mi mirada del auto, era como si tuviera un imán que hacía que mi mirada no se despegará de él, tuve la ilusión de que el conductor bajaría el vidrio para apreciar quien era el dueño de tan lujosos coche pero antes de todo lo esperado el auto prendió camino y desapareció a una velocidad increíble.

Con las dudas me quedaré.

Hoy había salido un poco más tarde del instituto por quedarme adelantando una que otra tarea con mis dos amigos en la biblioteca y por ende ya el tiempo había cambiado a uno más oscuro.

Estaba doblando una de las tantas calles para llegar a mi casa ya que la principal estaba cerrada por mantenimiento, asi que no me quedo de otra que irme por esta, la cual se encontraba más sola que la otra ya que las personas a esta hora todavía trabajaban.

Está urbanización tenía la fama de ser cien por ciento segura para sus habitantes pero, como mi suerte no siempre es buena, prefiero apurar mi paso y mantenerme alerta por cualquier cosa.

Ya me faltaba poco para llegar a mi casa cuando de pronto me doy cuenta que una sombra entró en mi radar, estaba a unos cuantos metros e mi, pero no podía distinguir de quien se trataba, pero estaba segura que era de un hombre.

Peligro.

Mi radar detecta Peligro,repito Peligro.

Wiuwiuwiuwiu.

Llamen a la policía que Emna esta apunto de volverse karateka.

Apresure mi paso para llegar más rápido a la casa, y eche una mirada a todos lados para asegurarme de si había alguna persona aparte de mi y la que ahora no deja de seguirme el paso, pero la respuesta fue negativa, no había nadie, nisiquiera el perro loco de mi vecina.

Angel donde estas cuando te necesito perro loco?.

- Disculpe señorita podría ayudarme en algo?.

Oh no.

Auxilio me van a secuestrar para después vender mis órganos al mercado negro.

Aiudaaaaaaaaa.

Estuve a punto de ponerme a gritar como loca, y lanzar golpes al aire, pero todo cambió cuando me voltee para verle la cara al hombre que se encontraba detrás de mí.

La realidad de soñarte a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora