Acebo y Tejo (Traducción)

45

Resumen:
Harry y Tom regresan a Wool's

Notas:
LA GUERRA (38-47)

Las advertencias de contenido de este capítulo son un spoiler, pero son importantes. Por eso las he incluido a continuación, pero aparta la mirada si no quieres saberlo. Este capítulo es muy duro, así que ten cuidado y léelo con precaución.

Por favor, dime si hay algo que quieres que etiquete y que no haya hecho.

CW: Homofobia, insultos, violencia, agresión física, implicaciones de la agresión sexual, representaciones negativas de la religión.
______________________________________

Volvieron por la red flú al Caldero Chorreante, con brasas volando mientras llegaban en medio de una lluvia de chispas. Tom, el camarero, los saludó con un alegre "buenos días".

Y luego volvimos a casa de Wool.

Poco después de empezar a caminar, Harry notó que algo no iba bien. Los observaban y la gente les lanzaba miradas extrañas al pasar. No pudo evitar sentir que se habían olvidado de algo.

—Nuestras túnicas —siseó Tom, dándose una palmada en la cara ante su estupidez.

Harry se quedó helado. ¡Maldita sea! ¿Cómo pudieron no darse cuenta? Normalmente cambiaban o transfiguraban sus túnicas en ropa muggle de camino a casa, pero no habían viajado entre mundos con la suficiente frecuencia como para que la transformación se convirtiera en un hábito todavía.

Harry miró a su alrededor buscando un callejón al que pudieran entrar rápidamente para cambiarse de ropa.

Pero ya era demasiado tarde.

El pelo de la nuca de Harry se erizó.

Un grupo de chicos mayores se acercaba a ellos. Problemas.

Harry y Tom intentaron despistar a los chicos mayores, acelerando discretamente y tomando un camino sinuoso. Fueron veinte minutos de caminata hasta Wool's.

No lo lograron.

Uno de los chicos mayores chocó contra Harry cuando giraron hacia uno de los lados que debían tomar para regresar a Wool's.

—Oye —dijo el niño mayor—. ¿Por qué llevas vestido?

Harry se quedó en completo silencio, sin saber qué decir.

—Responde cuando te hablo —dijo el chico y escupió un insulto desagradable.

Las náuseas se acumularon en el estómago de Harry.

—Retrocede —gruñó Tom, tirando de Harry detrás de él.

El chico mayor frunció los labios y levantó las manos en una farsa de despreocupación.

—Oh, lo siento mucho —dijo el chico mayor—. No era mi intención meterme en el espacio de tu novio. Simplemente me sorprendió ver a dos mariquitas con vestidos tan caros.

—Déjanos en paz. Estamos en nuestros asuntos —espetó Harry.

—Sí, claro —dijo otro chico mayor, que se alzaba detrás de ellos—. Ocuparse de sus propios asuntos pero llevar vestidos a plena luz del día, haciendo alarde de su degeneración. ¿Creen que esta calle es suya, maricas?

—Vete a la mierda —gruñó Harry.

Un tercer chico empujó a Harry por detrás. Tom se dio la vuelta al instante, con los ojos furiosos.

—¿Crees que eres un tipo duro? —preguntó el tercer chico, riéndose en la cara de Tom.

Los ojos de Tom se quedaron en blanco, la rabia se reflejaba en las líneas rígidas de su cuerpo. Su magia se desplegó como un abismo.