Acebo y Tejo (Traducción)

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Resumen:
Después del incidente, los chicos reafirman lo mucho que significan el uno para el otro.

Notas:
LA GUERRA (38-47)

CW: homofobia, representaciones negativas de la religión, representaciones de la guerra (sirenas de ataque aéreo), algunas advertencias de contenido son spoilers y se enumerarán a continuación.
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La habitación quedó en silencio durante un largo segundo.

Entonces todo empezó a moverse. Harry empezó a hacerle compresiones torácicas mientras uno de los pequeños marcaba el número de emergencia en el teléfono de la señora Cole y otro corría a buscar a los vecinos.

—Tom —lo regañó Harry con dureza entre compresiones.

—No hice nada a propósito, cariño —dijo Tom inocentemente, arrodillándose junto a Harry—. Lo juro. Su corazón se quebró solo.

Conociendo a Tom, la verdad probablemente estaba en algún punto intermedio.

La señora Cole recuperó el conocimiento y se sentó. Harry se movió rápidamente hacia un lado.

—¿Está tomando algún medicamento, señora Cole? —preguntó Harry con urgencia—. ¿Ha estado tomando todo correctamente?

La señora Cole abrió y cerró la boca, señalando a Tom con una mirada furiosa en los ojos.

Harry suspiró.

—Tom, ¿crees que podrías salir un minuto? —preguntó Harry.

Tom puso los ojos en blanco.

—Me haré cargo del teléfono y dirigiré la camilla —dijo Tom, besando sonoramente la frente de Harry antes de salir del comedor. La señora Cole lo miró con odio.

Harry guió a la señora Cole para que se sentara en una de las sillas del comedor y le entregó un vaso de agua. La demanda de ambulancias para la guerra hizo que pasaran más de treinta minutos antes de que finalmente apareciera una para llevar a la señora Cole al hospital. La señora Cole pasó la mitad del tiempo instruyendo a Harry sobre cómo hacerse cargo de sus deberes temporalmente. La otra mitad... bueno...

—Mantén la distancia con el engendro del diablo, Harry —ordenó la señora Cole, murmurando delirantemente—. Intentará corromperte, pero tienes que resistir. Todos tenemos a alguien que fue puesto en la Tierra para ser su tentación, y ese chico es tu prueba de virtud. No debería haberlos dejado andar por ahí sueltos durante tanto tiempo. Pensé que tu bendición te sostendría, pero ahora veo que él tiene sus raíces en ti.

Un ataque de furia se apoderó de Harry por la forma vil en que ella hablaba, pero se mordió el labio, sabiendo que ahora no era el momento de molestar más a la Sra. Cole.

—No tienes por qué preocuparte por mí y por Tom —dijo Harry con firmeza—. Concéntrate sólo en ti misma, señora Cole.

—Es lo único que lamento —dijo la señora Cole con entusiasmo—. Casi dejé que el diablo te convirtiera en su esposa.

—Estás diciendo tonterías —replicó Harry, con el rostro acalorado. Y Harry no sería una novia. Sería un novio.

—Estás en peligro, muchacho —le advirtió la señora Cole—. Un alma rota puede romper a otra por compañía.

—Mi alma y la de Tom están bien, gracias —espetó Harry.

La señora Cole rió y tosió.

—Si crees eso, niña, estás ciega. Ese desgraciado está deforme. Crees que te ama, pero es incapaz de amarte. Para él no eres más que un bonito objeto.