Capítulo Treinta+cuatro/fin

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La canción para este Cap es; Lovesong un Cover que Adele realizó del grupo The Cure en 2011 y añadió a su álbum 21. 🤍 (dato ramdon)

Este capítulo contiene casi 6000 palabras, ojalá logren leerlo todo hoy JAJAJAJ.

Disfruten!!



NICOLA.

Eran las 11 de la mañana, y el sol brillaba con intensidad, pero una brisa suave se deslizaba por las ventanas abiertas, mitigando el calor que prometía intensificarse a lo largo del día. Ághata dormía plácidamente en su cuna, con su respiración tranquila y verla hacerlo mientras yo me encargaba de organizar su ropita, me daba paz. La chica de servicio la había lavado, pero prefería doblarla yo misma. Me gustaba sentir las pequeñas prendas en mis manos, absorbe su aroma cada vez que tomaba una, y mirar los detalles de los bordados, quizás era mi manera de conectar con mi hija en esos momentos tan mundanos. Esto se había convertido en mi rutina desde que Luke se iba a las ocho de la mañana, regresaba a la hora del almuerzo y luego a las cinco de la tarde.

Luke había insistido en contratar a alguien que me ayudara durante el día, sobre todo pensando en mi regreso al trabajo, e incluso ya hablaba de contratar a una niñera para Ághata. Sin embargo, la idea me inquietaba profundamente. No podía soportar la idea de que otra persona criara a mi hija, de perder esos momentos cruciales de su crecimiento y que, de algún modo, me alejara de ser una madre presente. A pesar de eso, sabía que eventualmente tendría que volver a la oficina. No soy del tipo de persona que se siente cómoda ocupándose exclusivamente de la casa y los niños, y me asfixiaba la perspectiva de quedarme encerrada en una rutina doméstica que no era para mí. Sin embargo, tampoco quería renunciar a la oportunidad de ser una madre que está ahí para su hija en cada paso del camino. Quería que Ághata creciera sabiendo que sus padres estarían siempre a su lado, pase lo que pase.

Al terminar de acomodar todo, decidí que era hora de darme una ducha. El baño en la habitación de Ághata era mi refugio improvisado, un lugar donde podía ducharme rápidamente mientras la mantenía cerca. Con cuidado, la pasé de su cuna a su cochecito sin despertarla, y la llevé conmigo. No quería apartarme de ella ni por un segundo.

El agua caliente me relajaba, y mientras estrujaba mi cabello mojado, no pude evitar echarle un vistazo. Para mi sorpresa, sus ojos oceánicos me observaban con una concentración sorprendente para alguien tan pequeña. Seguía mis movimientos mecánicos sin hacer ningún sonido, sus ojos moviéndose de un lado a otro al compás de mis manos que enjabonaban mi piel. No había ningún gesto en su rostro, solo la tranquila curiosidad de un bebé que aún lo tiene todo por descubrir.

Ese momento, por más simple que pareciera, me dejó una huella profunda. Era como si Ághata ya estuviera tratando de entenderme, de conocerme más allá de los abrazos y los susurros de consuelo. Una pequeña conexión que me hacía darme cuenta de lo importante que era estar ahí, presente para ella, aunque fuera solo duchándome a su lado.

Después de unos minutos bajo el agua caliente, cerré la ducha y me envolví en una toalla. Sentía una mezcla de cansancio y serenidad, como si esa pequeña pausa en medio de la rutina hubiese calmado algo en mí. Ághata seguía observándome desde su cochecito, tranquila, pero con esos ojos grandes que parecían absorberlo todo. Me incliné hacia ella, le sonreí y le acaricié suavemente la mejilla. Ella me miró, parpadeó lentamente, y por un segundo pensé que tal vez volvería a dormirse.

Me vestí rápidamente y la tomé en brazos. "¿Qué dices, Aggie? ¿Un paseo por el parque?" La idea de salir al aire libre, de sentir la brisa en el rostro y escapar de los pensamientos recurrentes que me agobiaban, era tentadora. Además, sabía que a ella le encantaba el movimiento del cochecito y que, probablemente, el paseo la haría volver a dormirse.

She's Mine & Only Mine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora