She's Mine & Only Mine

EPÍLOGO.

All I Ask - 🤎

Disfruten!!

NICOLA.

—¡Ah! Omg. Más despacio por favor, voy a venirme rápido si sigues así —jadeé, sintiendo cómo sus embestidas se volvían más intensas y profundas con cada movimiento. La sensación de su pelvis chocando contra la mía una y otra vez, enviaba descargas de placer por todo mi cuerpo, haciéndome sentir que estaba a punto de explotar. Su respiración se volvía más pesada, entrecortada, y podía ver cómo las venas se marcaban en su frente, como si cada fibra de su ser estuviera concentrada en este momento.

Yo, sentada en el lavabo doble de nuestra recámara, con las piernas abiertas de par en par, sentía cómo mi piel se erizaba por el frío del mármol contra mi espalda, en contraste con el calor que se acumulaba entre nosotros. Me agarré del borde del lavabo, aferrándome como si eso pudiera retrasar lo inevitable, pero sabía que estaba cerca, demasiado cerca. Mientras, sus manos estaban aferradas a mis piernas y a mantenerlas en la misma posición, yo ya estaba agotada, hacía más de 20 minutos que estábamos en la misma posición y él parecía no agotarse.

—Mierda, Nic —gruñó Luke, sus dedos apretando mis muslos con fuerza, moviendo su cuerpo de una forma que hacía que mis ojos se nublaran de placer—. No puedo parar. Y cuando tus ojos se viran por el placer me prendes aún más mami, estás tan deliciosa, se siente tan bien tu interior - dijo y no pude evitar sentir como mi interior se prendía nuevamente, empecé a mover la cadera a su misma sintonía en la medida de lo posible y él llevo su boca a mi cuello.

Me mordí el labio inferior, tratando de contener los gemidos que amenazaban con escapar de mis labios, pero era inútil. Cada movimiento, cada embestida, me llevaba más y más cerca del abismo. Mi cuerpo temblaba, mis piernas se tensaban alrededor de su cintura, pero él volvía a abrirlas de par en par, hasta dejarme recostada del espejo sin hacerle demasiada presión. Y sentía cómo su piel resbalaba bajo mis dedos sudorosos, y mis uñas se le adherían con facilidad.

—¡Por favor! —suplicaba, sin saber si le estaba pidiendo que se detuviera o que siguiera—. ¡Voy a...!

No pude terminar la frase. Una oleada de placer me atravesó de pies a cabeza, dejándome sin aliento. Mis músculos se contrajeron violentamente alrededor de él, mientras mi cuerpo se arqueaba hacia adelante, buscando más de esa increíble sensación. Sentí que mi mente se desconectaba de la realidad, perdida en ese mar de sensaciones.

—Mierda, Nic. No grites nos escucharan tus padres —murmuró de nuevo, sonriendo, esta vez con una voz más baja, casi reverente, mientras seguía moviéndose, llevándome cada vez más allá de lo que creía posible.

Apenas podía respirar, cada inhalación era un esfuerzo, pero no quería que se detuviera. Mis uñas se clavaron en su espalda, aferrándome a él mientras me dejaba llevar por las olas de placer que no parecían tener fin.

Sus manos, fuertes y seguras, se deslizaron por mis caderas, agarrándome con firmeza mientras aceleraba el ritmo una vez más. Podía sentir su cuerpo tensarse, los músculos de su abdomen contrayéndose con cada embestida. Su respiración se volvía errática, y supe que él también estaba al borde.

Luke gruñó profundamente, su cuerpo moviéndose con una determinación casi feroz mientras aceleraba aún más. Cada golpe resonaba en mi cuerpo, una mezcla de deseo, placer y una intensidad abrumadora. Mi mente estaba en blanco, incapaz de concentrarse en otra cosa que no fuera la sensación de él dentro de mí, el calor, el roce de su piel ardiente contra la mía.

Mis gritos, gritos que intentaba controlar para no despertar a los demás y a mis padres que dormían con Aghata entre medio de ellos en su cama.

Mis piernas, ya temblorosas, se envolvieron con más fuerza alrededor de su cintura, aferrándome a él como si fuera lo único que me mantenía conectada a la realidad. Cada fibra de mi ser vibraba con una mezcla de necesidad y satisfacción, mientras sentía cómo el fuego se acumulaba en mi vientre de nuevo, preparándose para estallar una vez más.