The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

40

[3/?]

***

La chica llegó a la casa de la familia Min con el corazón latiéndole con fuerza. Aunque sentía rabia y frustración, también sabía que esta era su última carta para evitar que Yoongi rompiera el compromiso. 

Al entrar, fue recibida con cortesía por la pareja, pero no perdió el tiempo con formalidades, ya que insistía en hablar con ellos.

—Es urgente. —insistió con voz firme. 

Min Seojin y Jeon Hana, los padres de Yoongi, la recibieron en el elegante salón, con expresiones de preocupación. 

—¿Qué sucede, querida? —preguntó la señora Min, notando la tensión en el rostro de la joven. 

La chica tomó aire, fingiendo vulnerabilidad, y luego dejó escapar un suspiro tembloroso. 

—Yoongi… quiere cancelar el compromiso.  —hablo.

Las palabras cayeron como una bomba en la habitación. El señor Min frunció el ceño, mientras su esposa entreabrió los labios, atónita. 

—¿Qué dices? —preguntó el hombre con voz severa. 

—Está cegado por Jimin. —continuó ella con voz dolida. —Él… Él ha estado interfiriendo entre nosotros desde hace tiempo, y ahora Yoongi quiere dejarme por él. 

La señora Min se llevó una mano al pecho, horrorizada. 

—¡Eso no puede ser! —exclamó. —Nuestro hijo no puede poner en riesgo su futuro por un capricho. 

—Esto es inaceptable, Yoongi sabe cuál es su deber con la familia. —El señor Min golpeó el brazo del sofá con molestia. —No voy a permitir que arruine todo por esa… distracción. 

—Yo traté de hablar con él, pero no me escuchó. —La chica bajó la mirada, escondiendo su sonrisa triunfante. —Si alguien puede hacerlo recapacitar, son ustedes. 

Los padres de Yoongi intercambiaron una mirada, ambos con el ceño fruncido. 

—Nos encargaremos de esto. —aseguró el señor Min con voz autoritaria. 

La chica asintió, fingiendo preocupación, mientras en su interior se sentía victoriosa. 

—Gracias… solo quiero lo mejor para él. —se limpió las falsas lágrimas. 

Pero en el fondo, sabía que esto era solo el comienzo de una guerra que estaba decidida a ganar. Tiempo después llegó Yoongi y vio como lo esperaban en la sala.

—Se puede saber por qué rompes tu compromiso. —habló el hombre.

—¿Ya olvidaron el trato? —su tono de voz cambió.

—Tú no lo cumples. —habló la mujer.

El silencio en la sala se volvió sepulcral. Los ojos de los padres de Yoongi se abrieron de par en par, llenos de horror, al ver cómo la criatura emergió de la boca de su hijo, su piel resquebrajándose como si solo hubiera sido un recipiente temporal.