—Hermanito, ¿puedo pasar? —me pregunta Naira asomando la cabeza. Pues la verdad es que no. Pero no me deja responder. Ya está dentro. Al menos cierra la puerta con cuidado.
—¿Para qué preguntas si al final haces lo que te da la gana?
—Oye, que solo estaba preocupada. Había salido al baño, y he oído que hablabas con alguien, y por tu tono sabía que no era Marta. Era Patty, ¿verdad?
—¿Cómo coño lo sabes? ¿Es que todos estáis al corriente de sus sentimientos? —Su silencio me contesta—. Joder, Nai, me lo tenías que haber contado. Es Patty. No te puedes imaginar lo duro escuchar de voz de mi chica que le gusto a mi mejor amiga.
—Lo siento, hermanito, pero Patty nos hizo prometer que no te lo diríamos.
—¿Nos? —digo levantando ligeramente el tono.
—Sí, a Junqui y a mí.
—¿Y desde cuándo esas promesas se cumplen estando implicado tu hermano?
—A ver, ¿qué quieres que te hubiera dicho?: Mat, ahora estás saliendo con la chica de tus sueños, ¿no? Y saber que le gustas a tu mejor amiga no pasa nada, ¿no? ¿En serio?
Hombre visto así, tiene razón mi hermana.
—Ya, pero...
—Lo siento, Mateo, pero hicimos lo correcto. ¿Qué te ha dicho ella?
—Me ha pedido tiempo y espacio.
—Pues dáselo. Se lo merece.
—Lo sé. Pero la echo de menos. Últimamente se ha perdido muchas cosas de la cuadrilla.
—Lo entiendo, pero ahora lo importante es respetar sus deseos. Así la cosa no irá a más. ¿No crees?
Vuelve a tener razón. Tengo que pensar en mi amiga. No quiero verla sufrir. Llevamos toda una vida juntos.
—Gracias, enana. Y ahora vete a la cama. No vaya a ser que venga mamá y se lía.
—Hasta dentro de unas horas, hermanito —me dice desde la puerta. Qué madura es la jodida. Menudo peligro tiene.
Vuelvo a poner el móvil en modo avión y apago la luz. Mañana será un día cansado. Menos mal que dos semanas pasan pronto, ¿no?
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Más allá del primer beso
RomantizmYo estaba acostumbrado a un rollo de dos semanas donde todo acababa dejando a la otra persona en visto o simplemente no llamando. Pero Marta es diferente. El primer beso de ayer fue distinto, pero las cosas se complican a pasos agigantados: mis padr...