¡¿Un billete de avión a mi nombre para las 12:00 con destino a Sídney?!
No entiendo nada. Esto es muy raro. A lo mejor Teo se ha equivocado. No, eso es imposible. Es un tío muy responsable, poco amigo de gastar bromas. Si lo hubiera mandado Julián, sería otro tema.
Por una vez nadie contesta. Maldigo mi mala suerte. Mas que nada para saber a qué atenerme.
Esperad. ¿Y si están esperando a que diga yo algo? Claro, tiene sentido, soy el protagonista de la sorpresa ¿Y qué digo?
—¿Vas a contestar? —Pego un salto y me encuentro a mi hermana detrás con su móvil en la mano y la pantalla encendida metida en el chat de la cuadrilla.
—Lo haré cuando se me ocurra algo.
—Pues la peña está esperando. Esa es la pista que te dijimos ayer. Te voy a dar un consejo: déjate llevar.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Chico, pues eso. Disfruta de la sorpresa. Majo, a veces que la hermana mayor soy yo. Eres cortito, chico.
Se queda mirando a ver qué hago. ¿No piensa moverse? Yo bajo presión no funciono bien. Le echo una mirada de esas de lárgate y parece que lo pilla a la primera porque se va rápidamente, toda digna, claro.
Déjate llevar. ¡Qué fácil para ella!
Si me ha costado un año entero dejarme llevar con Marta, cómo para saber qué tengo que hacer para dejarme llevar con esto.
Tras pensar unos minutos, cojo el móvil y escribo:
Yo: Preparado para el viaje.
Ya sé que no es muy original, pero es lo único que se me ha ocurrido. Las otras tres opciones eran: Vale, Ok y poner el emoticono del pulgar. Pero, como me tengo que dejar llevar según mi hermana, pues le voy a hacer caso.
Todos empiezan a aplaudir o a poner el pulgar arriba.
A las once decido que toca cambiarse.
De repente me quedo parado.
SOS...
¿Qué me pongo? No sé dónde es la sorpresa ni qué es. Después es la comida en la piscina. Lo mejor que puedo hacer, aunque me duela, porque soy consciente de que me puede traer más de una risita, es preguntarle directamente a la organizadora.
Me dirijo a la habitación de mi hermana.
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Más allá del primer beso
RomanceYo estaba acostumbrado a un rollo de dos semanas donde todo acababa dejando a la otra persona en visto o simplemente no llamando. Pero Marta es diferente. El primer beso de ayer fue distinto, pero las cosas se complican a pasos agigantados: mis padr...