CAPÍTULO 29

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—¿Mattie? —me responde al segundo tono—. ¿Pasa algo? ¿No te vas mañana de viaje pronto?

—Patty, ¿por qué no has ido a la cena?

—Me ha surgido algo. Yo...

—Por favor. —No la dejo terminar—. Tenemos que hablar. Me han dicho que...

—No sigas, Mat...

—¿Por qué...?

—Me da vergüenza...

—Soy yo...

—Por eso.

—Pero...

—Mira, ya lo sabes. No quería que te enteraras, pero ya está hecho. No me apetece hablar del tema. Solo te voy a pedir espacio y tiempo. Ahora mismo, me resulta muy duro verte. Espero que lo entiendas. Mi corazón tiene que sanar y acostumbrarse a verte con Marta. No es mala tía, pero ahora no puedo estar en el mismo lugar con los dos. Estas dos semanas van a venirnos, o al menos a mí, bien. Quiero que te lo pases muy bien. Dale un saludo a tu abuela de mi parte. No te voy a escribir, ni espero que tú lo hagas.

—Patty, espera. Para mí nuestra amistad es importante. No quiero perderla.

—Yo tampoco. Por eso, ahora lo mejor es estar separados. Quiero volver a verte como mi mejor amigo, y no como...

Pero no continua. Yo tampoco. Esto está siendo muy doloroso.

—Patty...

—Adiós, Mat.

Y cuelga. Me duele el pecho. No puedo respirar. Derepente, llaman a la puerta. Ahora mismo no quiero ver a nadie.

Más allá del primer besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora