En esta vida || 𝒞𝒽𝒶𝓇𝓁𝑜𝓈

03. La foto grupal

Un ataque, como un ataque de pánico, es un episodio repentino de ansiedad intensa. Los síntomas incluyen palpitaciones, dificultad para respirar, temblores, sudoración y un fuerte miedo. Estos episodios suelen ser breves pero intensos, y pueden provocar una sensación de pérdida de control o de irrealidad. Es importante buscar ayuda si los ataques son frecuentes o interfieren con la vida diaria.

Era momento de la foto grupal del evento. Donde solo los pilotos que codecidirían para ese año estarían presentes. Charles se encontraba en una esquina bebiendo champaña y hablando animadamente con Pierre, mientras que Carlos estaba con George.

Él español aun sentía destellos del reducido contacto físico que compartió con el monegasco. ¿Cómo podría sentirse así tan pronto?

Aún seguía con la sensación de que lo conocía de algún lado. Esa idea en su mente parecía tan real como ficticia, no era un punto tan claro en esos momentos.

—¡Chicos necesito que se reúnan para la foto grupal! —gritó el único fotógrafo del todo el evento. Vaya que tenía galillos, todo el mundo lo había escuchado sin necesidad de un micrófono.

Rápidamente todos los pilotos comenzaron a ponerse en sus lugares. Charles y Carlos estaban ubicados en puntas contrarias, demasiados lejos para volver a intentar hablar.

De reojo Charles le hecho una mirada al español quien estaba con cara de pocos amigos, a pesar de que veía como respondía con asentimientos a lo que le decía uno de los que parecía ser su amigo.

Carlos sintió el impulso de mirar hacia el otro extremo encontrándose con unos ojos verdes y una mirada curiosa lo miraban. La cara de Charles quien tenía la cara como todo un poema.

Su cuello y su cara se estaban tornando de un rojo tomate a causa de la vergüenza. Al pobre se le caía la cara de la vergüenza y es por eso que Carlos le sonrió cálidamente tratando de que se relajara, pero este aún lo observaba con una cara perpleja.

Daniel quien era uno de los que se encontraba en medio de Charles y Carlos le impidió seguir mirándose. Ambos bufaron irritados por la falta de contacto por culpa de aquel piloto, entonces Carlos movió su cabeza hacia atrás haciendo que ambos volvieran a cruzar miradas.

El corazón del monegasco dejo de latir cuando notaba que el español aún intentaba establecer contacto con la mirada. ¿Por qué su corazón se sentía de esa forma tan extraña?

¿Qué era ese sentimiento que nunca ha sentido, pero a la vez se siente tan familiar? ¿Qué era?

—¡Ey! ¡Si a ustedes dos! —se volvió a escuchar el grito del fotógrafo quien lucía un poco enojado por no poder sacarle la foto perfecta a 20 pilotos. Señalo a Carlos y Charles—. ¡Si quieren seguir viéndose o hablándose póngase juntos o no y posan!

Todo el mundo giró a mirarlos y sintieron como ambos pilotos se ruborizaban ligeramente. Charles dejó de mirarlo y puso o bueno trato de poner toda su atención al "flash" de la cámara.

—Mhm —escucharón a George adelante.

Era en vano que intentaba concentrarse, ¿cómo lo haría si aquel piloto español vino de su esquina a la de él solo para estar más cerca, tal vez? No lo sabía.

El calor de ambos hombros unidos provocaba revoltijos en el estomago de Charles. También el corazón le latía a toda velocidad, otra vez estaba sintiendo demás.

Para esos momentos tenía miedo de que le diera unos de sus ataques en medio de una foto grupal, pero lo que más le preocupaba era el hecho de que esa misma noche había firmado con Sauber y tal vez lo perjudicaría.