Horas más tarde, la mayoría de los pilotos ya tenían alcohol en su sistema. Las risas, la música y las conversaciones llenaban el lugar con un ambiente relajado. Carlos, sin embargo, había decidido no beber. Tomó la responsabilidad de mantenerse sobrio, en parte para cuidar de sus compañeros, pero también porque sabía que quería estar completamente presente para lo que pudiera suceder esa noche.
En una esquina, alejados del bullicio y la euforia del grupo, estaban él y Charles. El monegasco, visiblemente más relajado, sostenía su bebida con una mano mientras su rostro revelaba un leve sonrojo, señal de que había bebido bastante en las últimas horas.
Había algo diferente en Charles ahora, algo que Carlos no podía ignorar. El alcohol parecía haber eliminado la habitual reserva del menor, dándole una confianza que, en otros momentos, le faltaba. Había una soltura en sus movimientos, una chispa traviesa en sus ojos, como si estuviera dispuesto a hacer o decir cualquier cosa sin pensarlo dos veces.
Era por eso que él monegasco él monegasco no solía beber, porque estando borracho no le importaba nada.
—¿Por qué insistes tanto en que acepte salir contigo? ——preguntó un Charles borracho, que sostenía su bebida a medio beber cerca de la esquina de la barra.
—¿Por qué no hacerlo?
—No respondas mi pregunta con otra. Eso es de mala educación... —Charles intentó señalar a Carlos con el dedo, pero en su estado tambaleante, tropezó. Sin embargo, antes de que pudiera caer, Carlos lo sostuvo con firmeza, sus manos aferrándose al cuerpo del monegasco.
Por un momento, todo se quedó en silencio. Sus miradas se encontraron, y Carlos tragó saliva mientras el rostro de Charles, con las mejillas encendidas por el alcohol, estaba peligrosamente cerca del suyo. El monegasco, ligeramente aturdido, desvió su vista a los labios de Carlos, notando lo cerca que estaban.
—¿Por qué no me besas? —preguntó Charles en un murmullo, casi retador—. ¿No es lo que quieres?
El corazón de Carlos dio un vuelco. ¿Cómo sabía tanto Charles, incluso estando borracho? Pero Carlos mantuvo la compostura, aunque sus manos aún sostenían firmemente a Charles, como si no pudiera soltarlo.
—No lo haré si estás borracho —respondió Carlos, con voz firme, aunque su propia respiración se había vuelto pesada—. No quiero que nuestro primer beso sea algo de lo que te arrepientas mañana.
Charles sintió un extraño revuelo en su interior, una mezcla de deseo y desconcierto. Los labios de Carlos estaban tan cerca, apenas unos centímetros de distancia. Podría besarlo ahora mismo, sin esfuerzo alguno, pensó Charles, pero algo en el tono de Carlos le hizo detenerse.
Carlos, por su parte, se moría por besarlo. ¿Cuántas veces había soñado con ese momento, con esos labios? Demasiadas, y ahora estaban justo frente a él, casi al alcance. Pero no, no era el momento adecuado, y lo sabía. No quería que ese beso se convirtiera en un recuerdo borroso, algo de lo que Charles se arrepintiera cuando el alcohol ya no estuviera en su sistema.
—Déjame... —susurró Carlos, aunque su cuerpo no parecía querer moverse.
Carlos intentó soltarlo, pero no podía. Su interior le gritaba que aún no, que se quedara un poco más cerca. Solo unos segundos más, lo suficiente para disfrutar de la cercanía, para sentir el calor de Charles, aunque fuera por una vez.¿Será tan difícil entrar en su corazón? Carlos sabía que Charles, sobrio, nunca le permitiría estar tan cerca. Pero lo lograré, se prometió a sí mismo, sin importar lo imposible que pareciera.
Las manos de Carlos seguían sosteniendo a Charles, quien no apartaba la mirada. Ambos estaban perdidos en esa burbuja, alejados del ruido y del resto del mundo. ¿Esto era real? Porque se sentía real. Se sentía tan real que Charles, por un segundo, pensó que era un sueño.
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En esta vida || 𝒞𝒽𝒶𝓇𝓁𝑜𝓈
Fanfiction¿Cres en la teoría de poder encontrarte en otra vida al amor de tu vida? "En esta vida, y millones más."