capítulo 34 ↷❀

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La luz tenue del sol entraba templada por la ventana de la habitación, el inicio del día ya había sido dictado por el astro rey. Jimin se removió entre las sábanas que cubrían su desnudez, su espalda chocó contra el sólido pecho de aquel hombre fuerte y musculoso que lo había poseído de la manera más exquisita posible la noche anterior.

Suspiró estirándose sobre su sitio para luego darse la vuelta y rodear con sus brazos la cintura de Jungkook, colocando también su cabeza sobre el pecho de este esperando volver a dormirse. Los toques suaves de los dedos de Jungkook sobre su espalda lo impulsaron a caer en aquella ensoñación en la que de igual manera encontraba a su chico en sus propios sueños. No se quejaba, porque últimamente quería estar siempre al lado de Jungkook, tocándolo, compartiendo besos, amándose.

Luego de más de una hora Jungkook movió con cuidado el cuerpo de Jimin que permanecía en la cama. El pelinegro se había levantado hace media hora y el castaño estaba tan dormido que no sintió la ausencia de su novio.

—Jimin.— susurró con cariño al ver la mejilla siendo presionada por el colchón de la cama y el propio peso de la cabeza del nombrado. No hubo reacción alguna ante los toques y el llamado por lo que Jungkook optó por moverlo con más fuerza.—Jimin, despierta.

Al fin Jimin empezaba a removerse no queriendo aún abrir los ojos. Jungkook esperó que con eso aquel se levantara pero lo único que hizo es darse la vuelta y darle la espalda al pelinegro.

—Vamos, son las once de la mañana.— hizo un intento más.

—Déjame dormir.— se quejó el otro ante la persistencia del pelinegro.

—Tu madre vino hace poco a recordarme que tienes que ir a la entrevista hoy por la tarde.

Jimin lo había olvidado por completo y debía culpar a Jungkook por ello. Claro que sí.

Con toda la fuerza de voluntad que aún residía en su cuerpo decidió levantarse de la cómoda y acolchonada cama. Lo primero que vio fue el semblante divertido de Jungkook.

—¿Por qué me miras así?— decidió preguntar.

—Tú cabello es un desastre.

—Gracias, es tu culpa.

—Ahora me culpas.

—Pues sí, me duele el cuerpo.— se quejó. — Además, siento como si un dementor me hubiera robado toda mi fuerza vital.

—Que bueno que entendí la referencia.

—Como sea.

Se levantó de forma arrebatada olvidándose de su desnudez. El silbido de Jungkook lo hizo volver en sí, corrió rápido a cubrirse con una sábana sacando una carcajada en Jungkook.

—No te tapes, si de todos modos esas nalgotas ya las vi y manosee todas.— hizo ademán con sus manos como si estuviese apretando continuamente algo.

—¡Idiota!

Llegada la hora en la que debía presentarse para su pequeña entrevista, estaba más que nervioso, nunca le habían hecho una y esta sería su primera vez; aunque sabía de antemano que sería aceptado los nervios no lo abandonaban.

Jungkook había llevado a Jimin hasta la cafetería, porque quería saber que todo anduviera bien con su chico ya que los nervios que aquel sentía se los había transmitido a él.

—No sé cuánto me vaya a tardar así que puedes irte si quieres.— dijo Jimin observando por la ventana del auto la cafetería.

—Puedo esperarte, no importa lo que tardes.

—¿No tienes cosas qué hacer?— preguntó viendo al chico.

—Honestamente no, te voy a esperar.— sonrió arrugando su nariz.—Ve.

—Está bien.— respiró profundo tratando de relajarse.—Nos vemos luego.— anunció abriendo la puerta del auto.

—Oye, no te vayas sin tu beso de la suerte.

Jimin se giró sonriendo y se acercó a su chico para dejar un casto beso en los labios para finamente emprender camino. Jungkook observó como su novio entraba a la cafetería, se veía tan pulcro y reluciente, con el aura de grandeza que siempre lo rodeaba.

Lo más entretenido para Jungkook en todo el tiempo que estuvo esperando a Jimin fue ver a la gente pasar sobre la acera, y unas cuantas entrar y salir de la cafetería donde Jimin estaba. Realmente esperaba que todo le saliera bien, quería ver a su chico feliz y tranquilo, no angustiado y asustado como lo había dejado esos días.

Finalmente vio al castaño salir de la caferia con una hermosa sonrisa dibujada en su bello rostro. Ya podía deducir a qué se debía tan grata felicidad.

—¿Qué crees?— interpeló Jimin entrando al auto sin dejar de sonreír.

—¿Te aceptaron?

—¡Sí!— se lanzó a su novio para abrazarlo y posteriormente dejó múltiples besos regados por todo el rostro del chico.

—Wow—dijo Jungkook parpadeando varias veces cuando Jimin regresó a su asiento.—Me gustó eso, hazlo otra vez.

El otro solo río sacando el celular de sus bolsillo para enviarle un mensaje a su madre contándole las buenas nuevas.

—¿Y cuando empiezas?— preguntó encendiendo el auto.

—El miercoles, trabajaré de miércoles a domingo y tendré libres dos días.

—Lunes y martes.

—Sí.

—¿Y trabajaras todo el día?

—Sí, pero cuando empiecen las clases trabajaré solo por la tarde.

—Bien, todo está saliendo bien.

Recibió una gran sonría en respuesta.

—Tengo mucha suerte.— mencionó el castaño.

—Todo es gracias a mi, te has robado toda mi suerte.

—¿Ah sí?

— ¿Haz visto la película de Lindsay Lohan donde besa a un chico y este le roba toda su suerte? Pues eso hiciste conmigo.

—Estás loco.

—Devuélvemela, ahora.— pidió demandante.

—No, vas manejando, eso seria una distracción.

—Bien, entonces vamos a buscar un lugar donde puedas devolverme mi suerte.

—¿De qué hablas?

Aquel no respondió, mantuvo su vista al frente de la carretera, con un solo objetivo en mente. Se desvío del camino que los llevaba hacia el vecindario creyendo que el contrario no se daría cuenta, pero Jimin lo supo de inmediato mas no se quejó porque conocía el lugar hacia donde iban.

Primeramente, lo siento muchísimo.

Ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización y me siento muy apenada por ello, sé que hay mucha gente leyendo esta historia lo cual me hace sentir aún peor porque he dejado de escribir de manera abrupta, pero hay una razón detrás de esto.

Hace mucho tiempo mi abuela, con la que me he criado, enfermó de gravedad, y fui yo quien la cuidó hasta sus últimos días, para ser sincera, en todo ese tiempo mis ideas se bloquearon y mis ganas de escribir desaparecieron, la pérdida de mi abuela me ha afectado mucho y por eso me alejé de todo.

Pido disculpas otra vez por haberme ido sin avisar, trataré de actualizar más seguido y de retribuirles todo el apoyo que le han dado a mi historia.

Mil gracias ♥️

Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora