⤿❀ Capítulo 35

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El canto de los pájaros les dio la bienvenida cuando bajaron del auto, el aire fresco y el susurro del viento también dijeron "hola".

—¿Por qué me trajiste aquí?— los cabellos de Jimin se desordenaron por el viento. Recargó su cuerpo en el auto y se cruzó de brazos guardando calor porque empezaba a hacer frío.

—Es que es más íntimo.— dijo con una sonrisa.

—¿Íntimo para qué?— a Jimin le gustaba hacer preguntas.

Jungkook se acercó al castaño colocando sus manos sobre la cintura de este, aquel no tuvo otra opción que enrollar sus brazos sobre los hombros del contrario.

—Para esto.

Finalmente besó los labios de su chico, encontrando el sabor dulce del bálsamo labial que Jimin solía usar. Era un acto tan natural el que sus lenguas se encontraran durante los besos que se entregaban, pero esa tarde, en especial, era diferente el sentimiento. Había regocijo y el entorno contribuía en gran manera a aquella aura pura y pacífica.

Los cabellos azabaches sobresalían entre los dedos de Jimin, aquel ejercia una suave presión evitando que el beso acabara porque se sentía muy bien tener aquel entrañable roce de labios.

Jimin sintió los dedos fríos de Jungkook, inmiscuirse entre su ropa, un escalofrío extendiéndose por todo su cuerpo, el poder que ahora los toques del pelinegro tenían sobre sobre su cuerpo  era innegable.
Pronto los labios de Jungkook se separaron de los acolchonados de Jimin para trasladarse hasta el cuello niveo y besar la piel suave.

Jimin mordió su belfo evitando escapara un bochornoso gemido, pero la forma en la que Jungkook lo tocaba lo obligaba a expresarse de esa forma.

—Hueles muy bien.— Jungkook mencionó alejándose solo un poco de Jimin para poder verlo a los ojos.

Aquel sonrió tímido, ni quiera sabía cómo reaccionar ante un halago de Jungkook, en un tiempo atrás lo hubiese insultado o dicho algo hiriente porque pensaría que el pelinegro solo bromeaba o se burlaba de él, pero ahora solo se sentía nervioso y el cosquilleo en su estómago lo obligaba a sentirse aún más cohibido.

Jungkook no esperó alguna respuesta porque podía notar que Jimin estaba luchando consigo mismo para mantenerse de pie.

Le parecía la persona más bonita del mundo.

Sin esfuerzo alguno lo levantó sentándolo posteriormente sobre el capo del auto, Jimin no se quejó ni tampoco impuso resistencia.  Se sentía maleable, pero solo con Jungkook. Instintivamente el pelinegro se inmiscuyó entre sus piernas para estar más cerca.

En cuestión de segundos los labios de Jungkook impactaron sobre los del castaño, iniciando de nuevo un deseoso y afectuosos beso, era tan placentero para ambos el estar siempre unidos de esa forma, porque se sentía tan íntimo y gratificante, algo que solamente ellos dos podían compartir.

Jimin enrollo sus piernas en la cintura de Jungkook y lo abrazó atrayendolo a su propio cuerpo lo más posible, pero no fue suficiente, él quería tenerlos aun más cerca, por lo que metió sus manos por debajo de la camisa holgada que el adverso portaba y con sus palmas abiertas sobre la espalda de Jungkook, lo jaló hacia su cuerpo, para luego acariciar toda aquella espalda ancha con esmero, la piel se sentía caliente bajo sus manos.

El pelinegro mordió el belfo contrario y separó gracias a la poca fuerza de voluntad que aún le quedaba.

—Si nos seguimos besando pasarán cosas.— mencionó suspirando.

—Que pasen entonces.— Jimin susurró con un poco de vergüenza, pero qué podía hacer, le gustaba tener a Jungkook cerca, más de lo que alguna vez imagino, y eso no sabía si era bueno o malo.

Jungkook sonrió feliz, es que Jimin era tan bonito que cualquier cosa, gesto y lo que dijera, por simple que fuera, era lo más bonito y surreal. Jimin tenía un poder tan grande, pero no se había dado cuenta de ello.

—Se está atardeciendo, ¿aún así quieres?

—¿Tú no?— jugueteando con el borde de la camisa del contrario se atrevió a preguntar. Su rostro estaba rojo, pero ya era costumbre.

—Por supuesto que sí.— le dijo aprisionando el rostro adverso entre sus manos.— Sabes que sí— aseguró.— Pero este no es el lugar adecuado ni mucho menos cómodo.

—Sí, tienes razón.—mencionó algo cabizbajo.— Hay que irnos ya, tengo frío.

Jungkook se alejó tomándolo de la cintura para bajarlo del capo del auto, cuando Jimin tuvo sus pies sobre la tierra se dio la vuelta para rodear el auto, el pelinegro lo abrazó por la espalda de inmediato, Jimin detuvo su andar confundido.

—¿Qué pasa?— el pelicastaño preguntó sintiendo los brazos de Jungkook rodear su cuerpo y aprisionar los propios.

Quiso preguntar más pero los labios de Jungkook sobre su cuello lo nublaron por completo, en cambio, ladeo su cabeza para que aquel tuviera mayor acceso, su piel se erizó al sentir el roce de la lengua pasearse en aquella zona.

—Tenemos... que irnos.— dijo el pelicastaño con dificultad.

El viento fresco chocó contra su rostro. Avergonzado trató de separarse del cuerpo adverso, pero Jungkook se negaba. Finalmente dejó libre el cuello de Jimin pero no dejó de abrazarlo.

—Dijiste que tenias frío, te estoy calentando.— Jungkook lo dijo tan normal como era costumbre y el pelicastaño sabía muy bien como este jugaba.

—De todos modos siempre me dejas así.

—Que mentiroso.

Jimin decidió caminar incluso con Jungkook pegado a él porque este no quería soltarlo. Abrió la puerta del copiloto pero se quedó sin hacer otro movimiento más, el pelinegro tenía su rostro entre el cuello y hombro de Jimin.

—Ya suéltame. — pidió con incomodidad.

—No quiero.

—¿Quién te entiende, Jungkook? Vámonos ya.— pidió con poca paciencia.

Aquel se alejó con dificultad, pero finalmente dejó libre a Jimin, este entró inmediatamente al auto y Jungkook se sintió extraño, sin esperar más se dirigió a su lado y subió quedando en un silencio incómodo y tan raro.

—¿Estás molesto?— Jungkook preguntó con duda.

—No, ¿por qué?— dijo con el celular en la mano mientras respondía un mensaje.—Parece que mamá hará doble turno hoy.

—¿Eso te dijo?— encendiendo el auto posteriormente para salir de aquel lugar.

—Sí, me acaba de avisar.

—Ya veo, ¿Quieres cenar conmigo? Digo, con nosotros.— dijo refiriéndose a su padre y sus hermanos que seguramente ya estaban en casa.

—Sí, claro.

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Mañana, probablemente a esta misma hora, estaré subiendo otro capítulo.

Mil gracias por leer 💕

Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora