!El Sexy Amigo de Mis Hermanos!

CAP 32

Había pasado un mes, un mes en el cual Daniel se había encargado de hacerme la niña más feliz, claro, a escondidas de mis hermanos y "su novia". No, no había terminado con Mariana y eso me frustraba demasiado, como en estos momentos.

—Dani, ¿me puedo quedar hoy? —Daniel me vio y, claro, mi cara le decía un "no".

—No, Mariana.

Daniel, hace un mes, había empezado a tratarla con indiferencia; incluso ya no follaban, pero ella era un chicle, quería estar siempre con mi hombre.

—Mariana, ¿acaso no tienes una casa? —estaba harta de ella.

—Mi ex me anda buscando y no quiero ir allá.

—Deberías irte o mejor dile a Carlos que te acompañe.

—Hablando de él, me preguntó por ti, quiere hablar contigo.

Vi la cara de Daniel; si las miradas mataran, medio mundo estuviera muerto en estos momentos.

—Pero yo no—. Daniel me vio y yo le sonreí.

—Muy tarde, él debe de estar llegando.

—¡Qué mierda, Mariana!

—Daniel, ¿qué te pasa? ¿Por qué me hablas así?

—¿Para qué lo llamaste? No hay necesidad.

—Pero no tienes que reaccionar así.

—Mariana, no... —fue interrumpido por el timbre del depa.

Fui a abrir la puerta; supuse quién era, así que abrí la puerta con mi peor cara.

—Vero... —y ahí estaba Carlos, con su cara de arrepentido.

—¿Qué haces aquí, Carlos? —Daniel estaba molesto, claro que lo estaba.

—Vengo a pedirle disculpas a Vero.

—Ella no quiere tus disculpas. Vete.

—Daniel, no seas así con el pobre Carlos.

—No vengas tú a defender a tu amante—. Sí, efectivamente, él estaba molesto.

—Pen... pensé que ya habías superado eso.

—Ay, por favor, Mariana, no seas ridícula. A veces das lástima.

—A ver, niña, ¿por qué no mejor te callas?

—No, van a empezar —¿la estaba defendiendo?

—Lo siento, cariño —¿cariño? ¿En serio ella le dijo cariño? ¿Y él no dijo nada?

—Vamos, Carlos, tenemos que hablar.

—Espera, ¿¡qué!? —nuestras miradas se cruzaron y él me jaló del brazo, llevándome a las escaleras. Subimos y me llevó a su cuarto.

—¿Qué carajos, Verónica?

—Tú estás con tu "novia" —hice comillas con mis manos— y yo no te digo nada, pero si yo salgo con alguien ya haces drama.

—Ella no es mi novia.

—Cuando ella deje de venir aquí, te deje en paz y deje de decirte apodos bonitos, ese día hablamos.

—Le voy a terminar.

—Vienes diciendo eso hace un jodido mes, ¿crees que no me harto de la situación?

—Lo haré, le terminaré, pero no vayas con él, maldición.

—Necesito hablar con él.

—Su noviazgo no fue real, ¿para qué quieres hablar con él?

—Porque era el único amigo que tenía.

—Tienes a Emma.

—No seas egoísta.

—Te lo pido, bebé, no quiero verte a su lado.

—Yo no quiero verte al lado de ella y, aun así, lo haces.

—Es su ex.

—Esa siempre es tu excusa y la de ella.

—Bebé —se acercó a mí y me abrazó—, mi bebé.

—Dani, no quiero seguir viéndola.

—Me encargaré de eso por ti.

—Mientras haces eso, me iré a pasear con mi amigo.

—Mierda, eres terca —me reí y me fui, dejando a Daniel en la habitación.

Bajé y ahí estaban Carlos y Mariana hablando. Me detuve un momento ya que senti un mareó, pero cuando espese a escuchar me quedé ahí para escuchar su conversación.

—¿Cómo sigues con los vómitos?

—Cada día peor.

—Recuerda decirle hoy en la noche que el hijo es de él, así, cuando le saquemos el dinero, nos vamos del país.

—No quiero hacerle eso a Daniel, él me ha cuidado.

—¿Prefieres a él antes que a nuestro hijo?

—Está bien, cariño, lo haré.

Mierda, ¿qué acabo de escuchar?

Se vienen cositas