Narrador omnisciente
Las chicas estaban realmente mal, sobre todo Verónica.
— ¡Me quiero ir de aquí, maldita sea!
— Las dos queremos eso, pero tienes que calmarte, llevas rato dando vueltas.
— Todo esto es culpa de Mariana y Daniel.
— ¿Daniel?
— ¡Sí! Si él no hubiese aceptado que ella viniera a la casa, nada de esto hubiera pasado.
— ¡Si tú no te hubieses ido, nada de esto hubiera pasado!
— ¿Yo? ¡Yo me fui por culpa de ellos!
— ¡Te fuiste por tu toxicidad y malcriadez! Claro, como no obtuviste lo que quisiste...
— ¡Yo me fui porque no podía vivir con ella! Era frustrante y me sentía encerrada y atrapada. ¡Necesitaba tiempo para mí!
— Si necesitabas tiempo para ti, no te hubieras embarazado.
— Pues disculpa mi perfección, mi bebé no fue algo planeado, no fue algo que dijimos que pasaría.
— Para eso están los condones y las pastillas.
— ¡Bueno, perdón! ¿Qué quieres que haga? ¿¡Me lo saco!?
— No seas ridícula. ¿Sabes? A veces me pregunto por qué Daniel siguió contigo.
— ¿Qué estás tratando de decir? —Estaba enojada y triste; su mejor amiga estaba siendo cruel con sus palabras.
— Que eres una niñata inmadura. No sé cómo Daniel no pudo ver eso.
— ¿De qué estás hablando?
— Dios, siempre tienes todo lo que quieres. Vas a fiestas, no te dicen nada, te follas con cualquiera y no pasa nada. Quisiste con el mejor amigo de tus hermanos y lo conseguiste. Nunca en tu vida has tenido que pasar por nada malo, todo para ti es bonito y tranquilo, mientras yo tengo que lidiar con padres que no me dan atención y ni siquiera quieren saber de mí.
— ¡No tienes ni puta idea de lo que estás hablando! ¡Yo también he sufrido!
— Claro, claro, la princesita ha sufrido porque se le partió una uña, o ya sé, porque el novio llevó a la ex embarazada que tiene depresión a su casa.
— ¡No! A diferencia de ti, que solo lloras por tus papis, ¡yo fui violada, Emma! —Y las primeras lágrimas cayeron.
Emma no supo qué decir, esa información era algo nuevo para ella, jamás se hubiera imaginado eso.
— Yo intenté acabar con mi vida, por el asco que me sentía.
— V... Vero...
— Nada, Emma, no puedes decir que nadie ha sufrido en esta vida. Cada persona tiene su carga y su sufrimiento, y el que tú y yo sentimos es nada comparado al de otra persona.
— Yo... yo no sabía.
— Claro que no lo sabías, porque supe sobrellevarlo y vivir la vida como si nada. —Vero estaba llorando. En esos momentos necesitaba a Daniel—. ¿Tú sabes lo que es estar 24/7 vigilada por tus hermanos y padres, que no podías respirar, ni siquiera que nadie se te podía acercar porque al día siguiente ya les pasaba algo? ¿El sentirte atrapada, sabes todo eso? No, no lo sabes. Así que antes de hablar, piensa las cosas. Buenas noches, tardes, días, no sé, pero iré a dormir.
— Lo siento mucho.
— Iré a dormir, Emma.
Y se acostó, sintiéndose de lo peor, reviviendo momentos que en su pasado y aún en su presente le dolían. Necesitaba a Daniel y a sus hermanos, necesitaba sentirse protegida, pero no de una forma tóxica, sino de una manera agradable.
Ella sabía que sus hermanos y Daniel estaban haciendo lo imposible para poder encontrarlas, pero aun así esperaba que fuera lo suficientemente rápido. No creía aguantar demasiado. Aunque pensar en su bebé le daba un poco de tranquilidad, el recordar que estaban encerradas le daba miedo, mucho, mucho miedo. No había tomado sus pastillas, la comida era horrible y sus chequeos semanales no se estaban realizando. No se estaba relajando, se estaba estresando, y sabía que podía llegar a un colapso.
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!El Sexy Amigo de Mis Hermanos!
RomanceSe trata de Verónica una adolescente de 18 años, que por desgracia tienes tres hermanos mayores super posesivos, territoriales y celosos que no les temblaría la mano para matar a quien se meta con su princesa... Daniel es el mejor amigo de estos tr...