CAP 48

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Todo pasó tan rápido. El cuerpo de Verónica estaba en el suelo, tirado. El ex de Mariana se levantó y miró a todos. Todos estaban callados.

—¡Son unos imbéciles! ¡Mátenlos!

—Jefe...—dijo uno de los que estaban con él, señalando el abdomen de este.

Cuando bajó la vista, vio que sangre salía de su abdomen y, de repente, cayó al suelo. Justo en ese momento llegó la policía.

—¡Manos arriba todo el mundo!

Los chicos que estaban con él empezaron a disparar, soltando tiros por todos lados. Daniel solo pudo pensar en ir a buscar a Verónica y protegerla. No le importaba si en ese momento le disparaban, solo le importaba proteger lo que más amaba.

Emma corrió hacia Andrés, y este le dijo que corriera junto a Mariana a donde estaba Javier. Andrés no dejaría a su hermanita sola, así que se acercó a Daniel, quien abrazaba fuertemente el cuerpo de Verónica.

—¿Está bien?

—No lo sé—dijo entre llantos.

—Tómale el pulso.

Lo hizo.

—Está viva, pero su pulso es lento.

—Llevémosla al hospital.

Daniel la cargó y juntos se fueron del lugar, montándose en el auto para salir al hospital todos juntos. Cuando llegaron, la llevaron rápidamente a urgencias.

Media hora después, salió el doctor.

—Familiares de Verónica Medina.

—Aquí, doctor—dijo Javier.

—¿Cómo está mi novia y mi bebé?

—El bebé está a salvo.

—¿Y ella?

—Según nuestros exámenes, no presenta ninguna contusión ni daño físico, así que creemos que su desmayo pudo ser por el impacto y el estrés elevado. Lo que sí pudimos notar es que tiene la presión alta y bajo peso para su etapa de embarazo. Si no me equivoco, tiene ¿dos meses?

—Casi tres.

—Con más razón.

—¿Pero está bien?

—Sí, solo esperamos a que despierte para hacer más exámenes. Con su permiso, nos retiramos—tras esto, el doctor, junto a la enfermera, se retiraron.

—Está bien, ellos están bien—lo dijo llorando.

—Vero es fuerte.

—Lo es—dijo Emma en un tono nostálgico, algo que no pasó desapercibido para Andrés.

—¿Baby, podemos hablar?

—Sí.

Andrés y Emma se fueron a un lugar más privado.

—¿Estás bien, baby?

—Lo estoy, pero fue horrible todo, fue horrible vivir todo eso—empezó a llorar.

—Lo siento, Vero y tú no tenían que haber vivido todo esto.

—La vida es muy injusta, Andrés—se abalanzó hacia él y él la abrazó.

Por otro lado, Daniel pudo entrar a ver a Vero.

Verla en ese estado no le gustó para nada. Se acercó, acarició lentamente su barriga, le dio un beso y luego se sentó y agarró su mano.

 Se acercó, acarició lentamente su barriga, le dio un beso y luego se sentó y agarró su mano

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—Todo esto es mi culpa. Si yo te hubiese cuidado bien, no te hubieses ido. Soy un idiota. Lo único bueno es que estás bien—se acercó más para hablarle al vientre—. Hola, tesorito, ¿me extrañaste? Porque yo sí. Tenía tanto miedo de perder a tu madre y a ti, pero ya están conmigo y no los dejaré irse nunca más. Buscaré una casa y guardaespaldas para ustedes, porque los amo y son el mayor regalo que la vida me ha dado.

—Nosotros también te amamos—se escuchó la voz de Verónica, débil, pero ahí estaba. Ella estaba ahí, diciendo que lo amaba.

—Cerecita bonita—se levantó y le dio un tierno beso en los labios.

—¿Qué pasó?

—Ya todo está bien, tranquila.

—Gracias por salvarnos, y perdón por ser una niñata inmadura.

—No, no, así te amo, mi niña.

—Yo también te amo.

—Qué bueno, porque tengo hambre.

Daniel rió, y los dos juntaron nuevamente sus labios. Ahora sí todo iba a salir bien ¿Verdad?

!El Sexy Amigo de Mis Hermanos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora