9 meses
Matteo
Zoe
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Actualmente, mis niños tienen 9 meses de nacidos y la casa es un caos. A Zoe le encanta gatear por todos lados; incluso les hemos comprado andaderas para que aprendan a caminar, ya que, en estos días, Matteo, con mi ayuda, ha empezado a dar pequeños pasos inestables, pero la pequeña Zoe aún no lo hace.
Estos últimos meses me los he pasado estudiando, y me ha ido muy bien. Aun así, mi rutina sigue siendo pesada. Mi yo del pasado nunca se habría creído esto; realmente, con mis 18, casi 19 años, ya tengo la vida de una adulta. Claro, no disfruté de mis últimos años de adolescencia, pero veamos la parte positiva: tengo dos pequeños hermosos que amo con toda mi vida.
Hoy no he ido a estudiar porque Zoe está un poco enfermita; tiene una pequeña gripe y eso me preocupa. No me gusta ver a mi bebé en esas condiciones, y me recuerda a hace 9 meses, cuando luchaba por su vida. Matteo ha estado irritado, supongo que porque hoy no ha podido jugar con su hermana. Algo que he notado es que Matteo no soporta estar lejos de ella, y eso me da mucha felicidad, ya que me recuerda cuando mis hermanos me cuidaban.
Por cierto, todos se han ido del país; soy la única que sigue aquí, y eso me da nostalgia. Por lo menos, mis papás siguen a mi lado, pero aun así los extraño. Extraño esos viejos tiempos, y, sin darme cuenta, las lágrimas empezaron a caer de mis ojos.
—Hola, mi cerecita linda —unos brazos me sacaron de mis pensamientos. Me volteé y vio mis lágrimas—. ¿Amor, está todo bien? —me quitó al niño de los brazos.
—Sí, estoy bien… —respondí en voz baja, tratando de sonreír para no preocuparlo.
—No me mientas, amor. Sé que algo te preocupa —dijo suavemente mientras me acariciaba el rostro—. Ven, siéntate conmigo un momento.
—No, no estoy bien… —admití finalmente, dejando salir un sollozo que había estado conteniendo por días. Todo el peso de la preocupación, el estrés de ver a mi niña así, recordar cómo era todo antes, mi estrés por los estudios… Me estaba afectando. Pero ahí estaba él, mi ancla, la persona que siempre estaba para brindarme apoyo y todo su amor.
—Shh, amor, estoy aquí… —me susurraba, acariciando mi espalda mientras me permitía liberar toda la angustia. No dijo más; su presencia y su calidez eran todo lo que necesitaba en ese momento. Me sentía tan pequeña y vulnerable, pero también un poco aliviada de no tener que esconder lo que sentía.
De repente, un pequeño sonido interrumpió mis sollozos.
—Mamá…
Me quedé inmóvil, las lágrimas aún cayendo por mi rostro, pero esta vez por una razón completamente distinta. Daniel y yo intercambiamos una mirada sorprendida y emocionada, mientras Matteo repetía:
—Mamá… —dijo de nuevo, estirando sus bracitos hacia mí.
Me reí entre lágrimas y lo tomé en mis brazos, sintiendo cómo mi corazón se llenaba de alegría. Mi hijo acababa de decir su primera palabra, y era "mamá". Era como si Matteo, en su inocencia, hubiera sabido exactamente cuándo necesitaba ese regalo.
—Oh, mi pequeño… —dije, besándolo en la frente y acunándolo cerca de mí—. Te amo tanto.
Daniel sonrió y nos abrazó a ambos, besando la cima de mi cabeza.
—Creo que nuestro pequeño sabe exactamente cómo levantarle el ánimo a su mamá —dijo con una sonrisa tierna—. Es un campeón, igual que su hermanita.
Y en ese instante, rodeada por mi pequeño y por el amor de Daniel, supe que, a pesar de las dificultades, no me arrepentía de la decisión de tener a mis bebés. No está del todo bien que seamos madres a temprana edad, pero mis hijos no tenían la culpa de mis errores; si llegaron, fue por un gran propósito.
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!El Sexy Amigo de Mis Hermanos!
RomanceSe trata de Verónica una adolescente de 18 años, que por desgracia tienes tres hermanos mayores super posesivos, territoriales y celosos que no les temblaría la mano para matar a quien se meta con su princesa... Daniel es el mejor amigo de estos tr...