Se trata de Verónica una adolescente de 18 años, que por desgracia tienes tres hermanos mayores super posesivos, territoriales y celosos que no les temblaría la mano para matar a quien se meta con su princesa...
Daniel es el mejor amigo de estos tr...
De Mariana podía creerlo, pero ¿de Carlos? Realmente uno no termina de conocer a las personas.
Bajé las escaleras y los dos rápidamente se separaron.
-Listo, podemos irnos.
-Nos vemos, Mariana.
-Adiós, cuídense.
Salí con Carlos a un parque donde había muchas personas y le mandé mi ubicación a Emma. Le dije que, si me pasaba algo, estuviera pendiente. No debía saber de lo que Carlos era capaz. ¿Qué quería?
-Ahora sí, dime, ¿qué quieres?
-Siempre tan directa.
-Así soy.
-Quiero pedirte disculpas.
-Bien, aceptadas, me voy.
-Daniel y tú están saliendo, ¿cierto?
-No es tu problema.
-Eso es un sí.
-Carlos, no seas un idiota. No eres quien para suponer cosas de mi vida, mejor me voy.
-Eres muy terca, ¿sabías?
-Sí, me lo dicen todo el tiempo. Me voy, adiós.
Después de que Verónica se fue, arregló su habitación, con un cartel que decía: "¿Quieres ser mi novia?" y pétalos de rosas en la cama junto a chocolates.
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Narra Daniel
Lo iba a hacer, lo tenía planeado hace días, pero no encontraba el momento. Todo estaba oculto en su cuarto. Él iba a esperar que Vero saliera un momento para decorar. Daniel bajó hacia la sala y ahí vio a Mariana.
-Pensé que te habías ido.
-Tenemos que hablar.
-Sí, también quiero hablar contigo.
-Empieza tú.
-No, tranquila, hazlo tú primero.
-Estoy embarazada.
-¿¡QUÉ!?
-Ten... tengo dos meses.
-¿Cuándo te enteraste?
-Hace una semana.
-¿Por qué no me habías dicho?
-Ehh, yo... tenía miedo.
-¿De qué?
-De ser rechazada por ti.
-Yo me haré cargo de mi hijo.
-En dos días tengo una consulta, ¿podrías darme algo de dinero?
-Claro.
Subí, busqué dinero en efectivo y se lo di. Mariana se había ido y yo estaba ahí sin saber qué hacer. ¿Qué debería sentir? Seré padre, siempre quise serlo, pero no así, no con ella. Mis pensamientos fueron interrumpidos por esa personita tan chiquita y caprichosa.
-¿Está todo bien?
-Sí.
-Tengo algo que enseñarte.
Se lo diría, pero después de pedirle ser mi novia. La llevé hasta mi habitación y le quité las manos de sus ojos.
-Ya puedes ver.
-Da... Daniel, ¿esto es en serio?
-Lo es, mi bebé, lo es -suspiré y me arrodillé-. Verónica, ¿puedo ser tu novio?
-¡Dios, sí!
Último cap por esta semana Nos vemos el otro fin De semana
