CAP 47

4.6K 167 3
                                    

Narrador omnisciente

El plan era sencillo: entregar a Mariana a cambio de Emma y Verónica, o eso pensaban los hermanos de Verónica y Mariana. Daniel tenía algo más pensado; la idea era entregar a Mariana y, cuando les entregaran a Vero y Emma, la policía, que estaría escondida, entraría y los atraparía. Todo ese plan lo organizó su padre; de algo tenía que servir tener un padre político. Ya habían quedado en qué lugar se iban a encontrar para el intercambio. Ellos querían acabar con todo este caos lo más rápido posible, así que se verían hoy en la noche.

- Vamos a descansar para irnos luego.

- Sí, descansemos un poco.

8:00 PM

Era la hora de irse. Si todo salía bien, ya vería al amor de su vida; solo faltaban horas para tenerla en casa. Aunque, después de rescatarla, la llevaría a una clínica para que la revisaran.

Todos se subieron a los autos y se fueron. Javier iría, pero se quedaría lejos del lugar. Solo Andrés, Mariana y Daniel estarían en el punto de encuentro.

9:00 PM

Habían llegado al lugar, viendo dos camionetas rodeadas de hombres y al ex de Mariana parado allí. Daniel se bajó primero con Mariana y Andrés bajó después.

- Aquí estamos, como querías.

- Buenas noches, mis estimados, y mi bella y delicada flor.

- No empieces -dice Mariana con rabia.

- ¿Dónde están Verónica y Emma?

- No lo sé, tal vez muertas, amarradas, ¿quién sabe?

- No estamos para juegos -dice Andrés con una clara molestia.

- Cálmate, las mocosas están bien -se volteó y vio a uno de sus hombres-. Tráelas.

Cuando los hombres regresaron, pudieron verlas. Después de tantos días, estaban encapuchadas y amarradas; aun así, las tiraron al suelo, quejándose por el impacto.

- ¡¿Eres imbécil?! -Daniel se iba a acercar, pero el tipo fue más rápido y sacó su pistola. Un disparo se escuchó en el lugar.

Vero empezó a llorar.

- Da... ¿Daniel, estás bien?

- Sí, mi amor, estoy bien -Vero pudo respirar.

- No te acerques si no quieres ver cómo la mato, así que dame lo que quiero.

- ¿Y si no, qué?

Daniel tenía que hacer tiempo. Según los policías, llegarían al lugar a las 9:20. Solo necesitaba cinco minutos más.

- Se mueren estas dos perras -agarró a Emma y le quitó la capucha.

Andrés pudo ver sus hermosos ojos llenos de lágrimas y el corazón le dolió.

- ¡Suéltala!

- Oye, amigo, ¿esta es tuya?

- Sí.

- ¿La puedes prestar un día? Quiero verla saltando encima de mí, claro, con todo el respeto de mi amada flor.

Mariana solo pudo voltear los ojos y poner cara de asco.

- Esas caras tuyas me matan -soltó a Emma, haciendo que cayera al piso-. Aunque esta... -le quitó la capucha a Vero y la levantó-. Esta es la que quiero ver saltando. Puede que sea por el embarazo, pero sus senos son grandes.

Vero solo pudo llorar recordando todo lo que había pasado.

- ¿Qué tal si las vemos mucho mejor?

Ahí Daniel supo a lo que se refería.

- No te atrevas.

- ¿Quién eres tú para decirme qué hacer o no?

Vero tenía un vestido ancho y largo, con tirantes que se podían amarrar, y esos tirantes fueron desatados, dejando al aire sus senos.

- Wow, sí que son bellos. Se ven suaves. ¿Puedo tocarlos, mi bella flor? -lo dice dirigiéndose a Mariana.

- Déjala en paz.

- Solo si vienes hacia mí.

- Lo haré, pero déjala en paz -Mariana sentía asco de solo pensar que volvería a donde ese hombre.

- Ven, entonces.

- No, espera.

Los policías no llegaban. ¿Dónde carajos estaban?

- ¡Carajos! ¿Acaso no quieres tener a tu novia ya?

- Sí, pero quiero que la sueltes.

- ¡Bien! -El tipo había soltado las ataduras de Vero de sus manos y pies-. Ahora dámela.

- Espera -le dice a Mariana.

- ¡Me tienes harto! -sacó su pistola apuntándolo.

Verónica, al darse cuenta, se abalanzó hacia él, forcejeando entre ellos...

Pum...

Un disparo sonó, culminando con la vida de ...

!El Sexy Amigo de Mis Hermanos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora