Gerauld Dagger.El espíritu de ella vive en Elizabeth. La vi cuando no dudo en decirme mis verdades, sus ojos oscuros reflejaban seguridad.
Yo no planeé esto, nunca estuvo en mis planes ser su tutor, nunca espere que Gracelynn fuera la primera en morir de los dos. Ella era mi otra mitad, ella me entendía, ella era mi amiga, todo para mi.
Italia me dejó más paranoico de lo normal, estar allá fue lo peor, jamas sentí el miedo de ser asesinado mientras dormía hasta que el lugar donde me hospedaba fue bombardeado. El recuerdo de las cosas caerse, el polvo, el edificio derrumbado, los cuerpos enterrados entre los escombros sigue presente, los gritos.
Bebo mi whisky para calmar el dolor de cabeza.
La vendetta es algo que no voy a poder detener a menos de que todo el clan Lombardi sea derrocado, necesito una estrategia, necesito estar a salvo.
Morir no es una opción.
«Pagaras por todo»
Tengo un legado que dejar, Benedict es débil, Dylan es voluble, Nicholas es obstinado, son unos inútiles pero Elizabeth es fuerte, inteligente y poderosa, su apellido ha sido mi dolor de cabeza por años pero ahora solo queda ella. Solo un Blackwood con vida, años, generaciones enteras de Blackwood reducidas en una niña de diecisiete años, una niña sola y fácil de manipular si le das lo que todo humano necesita, amor.
Una pena tanto desperdicio de potencial.
Para los que nacimos dentro de esto es mejor no involucrar cosas tan banales como el amor de una familia, una debilidad.
Si tan solo Gracelynn me hubiera escuchado cuando le dije que no la alejara de su destino, no hubiera sido tan poco agradecida e inconsciente del sacrificio que estoy haciendo para mantenerla con vida. Si no fuera lo único que me queda de Gracelynn, Elizabeth ya estuviera muerta a mano de los italianos.
Nadie me importa tanto.
Pero ella es el único recuerdo de ella.
Dejo de mirar el retrato al escuchar la puerta abrirse.
— Señor —entra Vincent con una expresión que deja poco que decir.
— ¿Qué?
— Lo encontramos.
Sonrió al escuchar aquello, me levanto de mi silla con emoción.
— ¿Dónde esta? —pregunto curioso.
— Manchester.
Asiento.
Tomo mi gabardina, pasándola por mi cuerpo.
Vincent me extiende mi sombrero, me lo colocó con gracia.
— ¿Quiere que llame a los muchachos?
— No —niego rápidamente, sujetándolo de los hombros—. Nadie debe saber esto, ni siquiera tu hermano, ¿entendiste?
— Si, señor.
— Camina —ordenó.
Camino hasta la puerta ajustando mis guantes a medida que camino, el otro gemelo abre la puerta. Lo detengo cuando hace el intento de seguirlo.
— Tú te quedas —digo mirándolo con firmeza, asiente—. Cuida que esos niños no se metan en problemas.
— Entendido.
Bajo las escaleras a velocidad, ignorando el dolor de cabeza.
Niego cuando Vicent abre la puerta del copiloto de la camioneta.
ESTÁS LEYENDO
La Herencia Blackwood
Misterio / SuspensoA lo largo de nuestras vidas nos enfrentamos al dolor, en ocasiones por nuestra culpa y en otras por segundas personas. Pero no hay dolor más grande que el de perderlo todo, casa, amigos, familia y a ti mismo. No existe nada peor que perderse a sí m...