Advertencia +18
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Siento la presencia de alguien más en la habitación, sin abrir los ojos deslizó mi mano por debajo de la almohada hasta tocar el frío material del arma.
Apuntó a su cabeza estando completamente despierta.
El aroma a menta me desencaja.
— ¿Nick? —bajó el arma.
— Buenas noches, bonita —gira su rostro con una sonrisa torcida.
Viste completamente de negro, trae una chamarra de cuero, unos jeans desgastados, luce medio maniático con esa sonrisa adornándole el rostro, la sombra de su figura se ve más grotesca cómo de costumbre. Me causa escalofríos sentir su aroma caliente cerca de mi rostro.
— ¿Qué haces aquí? —en verdad no tenía ni idea, era un hecho que pasaba de la media noche. Abro los ojos alarmada—. ¿Está bien Dylan? ¿Tú estás bien? ¿Qué ha paso?
Sus labios impactan contra los míos en un ardiente beso que me pone los pelos de punta, ataca con ferocidad, brusco y violento, me sujeta de la parte trasera del cuello manteniéndome en mi lugar, gimoteo.
— Ponte un abrigo vamos a salir —interrumpe el fogoso beso.
— ¿Está todo bien?
— Tranquila mamá oso, Dylan está bien y el mundo sigue yendose al caño con el jodido calentamiento global —se burla de mí, entrecierro los ojos. Su pulgar acaricia mi labios con suavidad—. Ven conmigo, bonita.
— ¿A dónde? —preguntó curiosa.
— Es un secreto —susurra meloso cerca de mis labios, sin apartar sus ojos de los míos.
— Nick... Es tarde, no deberíamos...
— Te va a gustar estoy seguro —asegura insistente, hay un brillo especial en sus ojos—. Por favor, por favor, ¿si?
— Solo porque dices por favor.
— Ve por tu abrigo.
Me destapo revelando mi camisón para dormir, me percato de que su atención se ha ido a mis piernas desnudas, niego levantándome por completo de la cama. Entró y salgo de mi armario, me detengo enfrente del peligro con mi abrigo en manos.
— ¿Este está bien?
— Cualquier cosa que te pongas voy a querer quitártela —río por su vulgaridad.
Dejo un casto beso en su mejilla.
— Bésame bien —sujeta mis mejillas con fuerza, besándome como es debido, con pasión, y deseo. Literalmente me come los labios, mordisquea entre besos.
— Detente, Nick —rió sintiendo sus besos en mis mejillas, frente, nariz.
— Olvídalo, mejor quedémonos aquí.
— Pero yo si quiero que me lleves —comentó emocionada.
— Ni siquiera sabes a dónde.
— Confió en ti.
...
Un pequeño descuido y ya tenía la cabeza de Nick entre mis piernas, haciendo magia con su lengua tan experta. En cierta parte yo lo provoqué al enterarme a dónde planea llevarme, y no me arrepiento, ambos lo estamos disfrutando. Así que ahora estamos en camino a Francia para desayunar. Mientras tanto tengo a mi guapo pelinegro dándome sexo oral a mil pies de altura, en su jet privado.
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La Herencia Blackwood
Mystery / ThrillerTras cinco años de ausencia, Elizabeth Blackwood regresa a Inglaterra para despedirse de su último familiar. Pero su retorno la arrastra hacia un abismo sombrío, donde las mafias internacionales -rusa, mexicana, italiana, japonesa e inglesa- juegan...