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SOFÍA BRÍSTOL, REINO UNIDO

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SOFÍA
BRÍSTOL, REINO UNIDO

A la mañana siguiente, me desperté con los primeros rayos de sol que se filtraban por las cortinas. Cata seguía profundamente dormida, con su cabello desparramado sobre la almohada, así que decidí levantarme en silencio para no despertarla. Bajé a la cocina para encontrarme con Flo y Cisca, las hermanas de Lando, que ya estaban preparándose el desayuno.

—¡Buen día! —saludé, aún un poco adormilada pero de buen humor.

—¡Buen día, Sofi! —respondió Flo, sonriendo—. ¿Dormiste bien? Anoche te vi bajar un rato. Mamá me contó que Lando también estuvo despierto.

—Sí, bajé porque no podía dormir —le respondí, intentando que no se notara el rubor que empezaba a subir a mis mejillas—. Creo que estábamos todos un poco inquietos.

Flo soltó una pequeña risita, como si supiera más de lo que estaba diciendo, pero no dijo nada. Me senté con ellas y empezamos a charlar de cosas triviales: el clima, los planes del día, y lo mucho que nos estábamos divirtiendo en Bristol. Aunque no podía evitar sentir una pequeña tensión en el aire. Estaba claro que la familia Norris estaba muy interesada en lo que pudiera suceder entre Lando y yo, y aunque trataban de disimularlo, se notaba en cada pequeño gesto.

—Mamá está emocionada por lo que pueda pasar entre vos y Lando —dijo Cis, sin rodeos, mientras untaba mermelada en una tostada—. Ayer me lo dijo clarito: 'Lando y Sofi hacen linda pareja'. Me tuve que reír, es que ella no lo disimula para nada.

Me reí junto con ellas, pero por dentro, los nervios volvían a aparecer.

—Es que tu mamá tiene toda la sutileza de un camión de bomberos —respondí, bromeando para aligerar la situación—. Pero sí, ya me di cuenta de lo que está intentando hacer.

Cisca asintió con una sonrisa cómplice.

—Mamá es así, pero lo hace de buena onda. Si no estuviera convencida de que hay algo entre ustedes, no estaría tan entusiasmada.

—Lo sé —respondí, con una mezcla de gratitud y nerviosismo—. Es solo que... no sé, todo esto es nuevo para mí. No es que uno todos los días se encuentre en la casa de la familia de un piloto de Fórmula 1 esperando a ver qué pasa.

Las hermanas rieron, y yo también, aunque una parte de mí seguía preguntándose cómo iba a manejar toda esta situación cuando Lando llegara.

Después de desayunar, decidí salir al jardín para tomar un poco de aire fresco. Era un día soleado, algo inusual en Inglaterra, y el aire cálido me ayudaba a despejar la cabeza. Estaba sola, disfrutando del silencio, cuando escuché la puerta corrediza abrirse a mis espaldas. Sabía quién era incluso antes de darme vuelta. Los nervios que habían desaparecido con la brisa fresca del jardín volvieron a aparecer de golpe.

—¡Sofi! —la voz de Lando me sacó de mis pensamientos—. "Buen día, ¿cómo estás?"

Me di vuelta, y ahí estaba él, con su clásica sonrisa, los rizos despeinados por el viento y una expresión que, al igual que la mía, parecía mezclar nervios y emoción.

INFINITE | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora