SOFÍA
EEUU, LAS VEGASEn la oficina, junto a Juan y el equipo, nos encontrábamos ajustando los últimos detalles del itinerario para el fin de semana de carrera. La presión estaba en el aire, no solo por las prácticas que se aproximaban, sino también por las expectativas de que todo saliera perfecto. Era una locura pensar que faltaban solo tres carreras para que terminara la temporada. Todo el equipo sentía el peso de la competencia, y aunque mi rol era diferente, no estaba exenta de esa tensión.
En medio de todo, recibí un mensaje de Lando.
"Tengo una hora libre para almorzar. ¿Te parece si lo hacemos juntos? Te extraño, y quiero contarte cómo van las cosas."
Su mensaje me sacó una sonrisa. A pesar de lo absorbido que estaba por su trabajo, siempre se las arreglaba para incluirme en su día. Le respondí rápido, confirmando que nos veríamos en el restaurante del hotel. Terminé algunos pendientes y salí de la oficina con una mezcla de ansiedad y emoción.
Cuando llegué, él ya estaba ahí, esperándome en una mesa al fondo. Vestía su camiseta del equipo, con el cabello desordenado y esa mirada de concentración que tanto lo caracterizaba. Pero cuando me vio, su rostro se iluminó.
—Hola, amor —dijo, levantándose para darme un beso antes de que me sentara frente a él.
—Hola, ¿cómo va el día? —pregunté, notando que tenía un leve gesto de cansancio.
—Intenso —admitió mientras revisaba el menú—. Las prácticas han estado bien, pero el coche necesita unos ajustes. Todos estamos bastante tensos... ya sabes, quedan tres carreras y estoy peleando el campeonato. Es estresante, aunque trato de no demostrarlo.
—Es lógico que te sientas así. La presión debe ser enorme, pero ya sabes que confío en vos. Sos increíble, y todo el trabajo que has hecho este año lo demuestra —le dije, tratando de tranquilizarlo.
Lando suspiró y sonrió levemente.
—Gracias, Sof. Tenerte aquí hace que todo sea más fácil, aunque no siempre lo diga. No sé qué haría sin vos este año.
—Bueno, lo mismo digo —bromeé, intentando aligerar el ambiente—. Imaginate coordinar todo esto sin tus locuras para distraerme.
Él rió, y poco a poco la tensión en sus hombros parecía disminuir. Durante el almuerzo, me contó más detalles de su día: los comentarios de su ingeniero, las estrategias para la carrera y los ajustes necesarios en el auto. Era evidente que, aunque disfrutaba cada segundo de su trabajo, el cansancio empezaba a acumularse.
Cuando terminó de hablar, aproveché para contarle sobre mi mañana.
—Nosotros también estamos a full —dije, mientras tomaba un sorbo de agua—. En la oficina estamos revisando el itinerario para que todo esté perfecto este fin de semana. Juan está organizando las entrevistas y yo me estoy encargando de que el equipo de medios tenga lo que necesita. La verdad, todo un desafío.
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INFINITE | Lando Norris
RomanceSofía, una chica de Buenos Aires, Argentina, viaja a Italia para continuar sus estudios de periodismo deportivo, impulsada por su pasión por el fútbol y el automovilismo. Con la emoción de estar en un nuevo país, decide asistir a una carrera de Fórm...