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SOFÍA

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SOFÍA

Caminando hacia el paddock junto a la mamá de Lando, el ruido del evento comenzaba a disiparse a medida que nos adentrábamos en zonas más exclusivas. Aunque estaba nerviosa por lo que estaba a punto de vivir, la conversación con ella resultaba ser un bálsamo para mis nervios. Era tan fácil hablar con ella que, por un momento, me olvidé de dónde estaba.

"Entonces, Sofía, cuéntame un poco más de ti. Lando me dijo que te encontró muy interesante," comentó, con esa sonrisa cómplice que ya me estaba acostumbrando a ver.

"Bueno, tengo 22 años y estoy estudiando periodismo deportivo," empecé a contarle, sintiendo que, por alguna razón, podía abrirme completamente con ella. "Desde siempre me apasionó el deporte, especialmente el fútbol y el automovilismo. En Argentina, el fútbol es como una religión, y crecí en una familia que lo vivía con intensidad."

Ella asintió, como si entendiera perfectamente lo que quería decir. "Siempre he admirado la pasión que los argentinos tienen por el fútbol. Es algo que se nota, incluso cuando conoces a alguien por primera vez."

"Sí, es parte de nuestra cultura. Desde chicos, el fútbol está en todos lados. En la televisión, en las conversaciones, en las reuniones familiares. Es algo que se vive y se siente en cada rincón del país. Y aunque el automovilismo no tiene el mismo alcance, también tiene su base de fanáticos muy fieles. La Fórmula 1, en particular, siempre me ha fascinado. El nivel de habilidad, el riesgo, la velocidad... es algo que siempre me atrapó."

"Es maravilloso ver cómo estas dos pasiones se entrelazan en tu vida. El periodismo deportivo parece ser la elección perfecta para ti."

"Eso creo," respondí con una sonrisa. "Es un camino difícil, especialmente siendo mujer en un ambiente que todavía es mayoritariamente masculino, pero me encanta lo que hago. Poder hablar de los deportes que amo y compartir esa pasión con otros es lo que me impulsa a seguir adelante."

Su rostro se iluminó con admiración. "Esa es la actitud que se necesita para triunfar en cualquier campo, Sofía. La pasión es lo que te llevará lejos."

"Gracias," le dije, sintiéndome un poco más segura gracias a sus palabras. "Y usted, ¿cómo es la vida siendo la madre de un piloto de Fórmula 1?"

Ella rió suavemente antes de responder. "Es emocionante y aterrador a partes iguales. Desde que Lando era pequeño, sabíamos que tenía un talento especial para esto, pero nunca imaginamos que llegaría tan lejos tan rápido. Estoy increíblemente orgullosa de él, pero también hay momentos en los que desearía que eligiera una carrera un poco menos peligrosa."

"Me imagino," respondí, pensando en todas las carreras llenas de adrenalina que había visto. "Debe ser difícil verlo en la pista sabiendo los riesgos que enfrenta."

"Lo es, pero confío en sus habilidades. Sé que él también ama lo que hace, y eso me da tranquilidad. Además, tiene un equipo increíble que lo respalda."

Mientras hablábamos, nos acercábamos cada vez más al paddock. Mi emoción crecía con cada paso, pero la compañía de la mamá de Lando hacía que todo fuera más fácil de llevar. Su comprensión y amabilidad me hacían sentir bienvenida en un lugar donde nunca pensé que estaría.

"¿Y qué planes tienes para el futuro?" preguntó ella, genuinamente interesada.

"Quiero terminar mi carrera y, si es posible, trabajar en algún medio importante cubriendo fútbol y automovilismo. Me encantaría poder viajar por el mundo, cubrir eventos como estos y compartir la emoción de los deportes con otros. Es un sueño ambicioso, pero estoy dispuesta a trabajar duro para lograrlo."

"Creo que con tu determinación y pasión, lo lograrás," dijo ella, con una seguridad que me reconfortó. "Y quién sabe, tal vez este sea el comienzo de muchas más aventuras en el mundo del automovilismo."

Le sonreí, agradecida por su apoyo. No podía evitar sentir que había encontrado una aliada inesperada en el camino. Mientras nos acercábamos al paddock, mi corazón latía con fuerza, pero ya no por los nervios, sino por la emoción de lo que estaba por venir. Sentía que estaba a punto de vivir una experiencia que cambiaría mi vida, y estaba lista para aprovechar cada segundo.

INFINITE | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora