—Wow, wow, wow, esperen un segundo — fue lo primero que Diego dijo en cuanto llegó con todos los demás. Estaban más que desconcertados, eso estaba claro —. ¿Qué carajo está pasando aquí?
—¡Sólo fuimos por un par de donas para celebrar Navidad y resulta que Cinco ha aparecido con nuestra hermana y además tienen todo un espectáculo aquí! — Klaus estaba más que flipando al ver el escenario.
Mis hermanos me miraron confundidos pero a la vez con esa sorpresa de por fin vernos después de todos estos meses. Quisiera abrazarlos a todos pero las circunstancias no ameritan eso, especialmente porque me encontraba en el piso a nada del desmayo. Los enmascarados, a la defensiva. Cinco y el moreno Adel, en una breve pausa después de casi matarse entre si. El mellizo fulminándome con la mirada. Y... Algo un poco más grave, la Academia sufriendo las consecuencias de mi ira.
—¡Hermana! — se agachó Klaus a ayudarme a ponerme de pie después de analizar el entorno —. ¿Estás bien? ¿Qué está pasando?
—Estoy bien — aseguré después de sostenerme brevemente de su hombro, sin apartar mi atención de los enemigos.
Izan sonrió.
—¡Vaya! Si ya tenemos a la familia reunida.
—¿Y quién demonios eres tú? — Allison se mostró desconfiada.
—Tranquila, no hay necesidad de mirarme así.
—¿Que no la hay? — Luther casi se echa a reír —. ¡Sólo mira el entorno!
—Me queda muy claro, gracias.
Diego, por supuesto, no estaba de humor para bromas. Así que se acercó amenazante hasta Izan y lo señaló con uno de sus cuchillos en mano.
—No tengo muy claro quién seas y no me interesa saberlo, sólo quiero que tú y tus... Lo que sea que ustedes sean, se larguen de nuestra casa porque dudo que alguno de nosotros los haya invitado.
Izan no se mostró afectado ante las amenazas de mi hermano, ya que él mismo desvió la punta del cuchillo de él con una pequeña sonrisa.
—Nos iremos, pero no sin por lo que hemos venido.
Diego se echó a reír, pero sin una pizca de gracia mientras todos estábamos al tanto de ellos.
—Que mal que no te lo he preguntado — le propinó un puñetazo inesperado al chico, el cuál, cuando se incorporó de nuevo, tenía el labio partido y... ¿Se veía igual que Diego?
Maldita sea.
Eso a todos nos dejó desconcertados, ya que Izan se veía exactamente como Diego, exceptuando el uniforme. Fuera de eso, tal pareciera que un espejo estaba frente a mi hermano.
El chico, por otra parte, parecía estar disfrutando nuestras caras de asombro.
—Ha de ser un poco excitante pelear contigo mismo, ¿No? — sonrió antes de elevar una mano y lograr que un puñado de objetos metálicos como cucharas, baldes y trofeos que habían estado por ahí, salieran disparados en nuestra dirección.
Ahora no sólo se veía como Diego, sino que también actuaba con los mismos poderes que él.
Mis hermanos y yo comenzamos a retroceder lentamente sin saber cómo reaccionar, pero por suerte Diego había reaccionado a tiempo para detener en el aire con ambas manos extendidas, la multitud de objetos justo antes de que estos nos cayeran encima, para que después, tras un jadeo de esfuerzo, alterara la trayectoria de dichos objetos hacia un lugar que no fuera nosotros en el que finalmente se estamparon.
Izan y su familia, incluido Cinco, miraron sorprendidos.
—Bueno, no estuvo mal — reconoció el primero.
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The Hargreeves
FanficUna academia. Una familia disfuncional. Seis raritos con superpoderes. Heroes de la ciudadania. ¿Que podria salir mal con una vida tan perfectamente falsa como la de ellos? Ah, si. Ese nuevo integrante a la academia que por meras coincidencias acab...