El desafortunado día en que abandonaría la Academia por un tiempo indefinido finalmente había llegado, robando cualquier estado de ánimo en nosotros que no fuera tristeza.
Como teníamos que estar en casa antes de que alguien notara nuestra ausencia, mis hermanos, Easton y yo corrimos de regreso a la Academia una hora antes de la hora en que se supone tendríamos que despertarnos para despedirme.
Pero... Era evidente que en algo íbamos a fallar.
El sonido del claxon de la fuegoneta de Easton en la que íbamos todos, se mezclaba con los cientos de claxon de los demás automóviles que esquivábamos a altas velocidades. Absolutamente todos a bordo -excepto Easton que conducía feliz porque le habíamos permitido manejar como le gustaba: a toda velocidad- nos había hecho aferrarnos a los asientos casi enterrando las uñas por el miedo de que en algún momento alguien saliera disparado hacia delante en cuanto a Easton se le ocurriera frenar de golpe.
-¿Quién demonios tuvo la maravillosa idea de confiarle nuestras vidas al lunático con su maravilloso don de conducción? - preguntó Diego, tan aferrado a su asiento, y por mucho que nuestro hermano no demostrara mucho sus sentimientos, ahora mismo estaba más que cagadísimo de miedo.
Un volantazo repentino nos hizo a todos estamparnos de golpe contra una de las paredes de la furgoneta, y quienes tuvieron la desgracia de ir en esa orilla fueron Cinco y Klaus. Pero mientras que a Klaus se le estampó la cara contra el vidrio en su lugar de copiloto, Cinco se estampó pero con el peso de todos nosotros encima. Oops.
-¡Lo siento, chicos! Ese imbécil se interpuso - se disculpó Easton.
Cinco gruñó de molestia al tener las presencias de todos asfixiándolo contra aquel espacio reducido, pero que yo, habiendo estado a su lado, también estuve a punto de ser asfixiada viva.
-¡Apártense de mí antes de que les corte la lengua a todos!
-¡Lo sentimos, Cinco! - mascullamos todos a la vez temiendo un instante por nuestras vidas.
Por otro lado, Klaus estaba despegando su cara del vidrio -en donde por cierto dejó una marca de su rostro de forma graciosa- cuando se dirigió a todos:
-Bueno, regresando a la pregunta incial... Me parece que en realidad la pregunta es: ¿Quién demonios no quiso despertarse a tiempo como para que ahora estemos a escasos minutos de que nos descubran?
-¡Yo! - gritamos todos, incluso nuestro chofer.
-Ah, cierto, que despistado. Ninguno quiso despertarse a tiempo - Klaus soltó una risita.
Había mencionado que nuestro plan era llegar una hora antes que sonaran nuestras alarmas en la Academia, pero alguien -por no decir todos- tardamos demasiado para despertarnos, empacar todo de nuevo y ponernos en marcha. Y gracias a eso estábamos peligrosamente cerca de que nos descubrieran.
-Oh, no, me niego a ser castigada por esto... O a morir por un accidente automovilístico - declaró Allison, que pareció que bromeaba hasta que mirabas su cara de terror puro.
-Creo que es buen momento para que Cinco replique lo que hizo con el tren y nos teletransporte al menos a una cuadra de nuestra casa. Eso ayudaría- opinó Diego.
-Estamos fuera de servicio de nuestros poderes gracias a aquel inolvidable día con dicho tren, ¿Lo olvidas? - respondí antes de que Cinco lo hiciera porque ya estaba preparándose para dar la respuesta más ingeniosa, pero que al haber respondido yo, tuvo que ahorrarse sus palabras sarcásticas aunque no le haya gustado que lo callaran.
-Gracias, T/n - me sonrió con sarcasmo.
-Eso sigue sin solucionar nada - observó Ben.
-¿Quieren soluciones? - Klaus preguntó, y nuestro silencio hizo delatar nuestro profundo miedo cuando pronunció -: Pues aquí tienen su solución.
![](https://img.wattpad.com/cover/372032820-288-k670818.jpg)
ESTÁS LEYENDO
The Hargreeves
Hayran KurguUna academia. Una familia disfuncional. Seis raritos con superpoderes. Heroes de la ciudadania. ¿Que podria salir mal con una vida tan perfectamente falsa como la de ellos? Ah, si. Ese nuevo integrante a la academia que por meras coincidencias acab...