The Hargreeves

30. Epílogo

—Vanya...

¿Lo dije? ¿O lo pensé?

No estaba completamente segura, pero sí sabía que lo había dicho —o pensado— de forma involuntaria.

Nada de lo que veía frente a mí cuadraba con la visión de toda la vida que tenía sobre mi hermana. Y no me quedaba duda de que todos pensaban lo mismo.

—¿Deberíamos correr..? — susurró Diego a mi lado sin quitar su atención de Vanya.

—No estoy segura... — admití también en tono bajo.

La mirada de nuestra hermana repasó lentamente a los alrededores con esos ojos blancos y vacíos, comenzando por nosotros —sus hermanos— donde su expresión no cambió demasiado. Luego, pasó a los extraños y a la mujer Margaret, donde algo cambió en su expresión, una más nerviosa y tensa por ver caras nuevas... Pero donde definitivamente algo cambió en su rostro, fue cuando finalmente se detuvo en Reginald siendo custodiado por los chicos.

Su mirada realmente pareció ensombrecerse más de lo que ya estaba y por supuesto que nos hizo sudar frío incluso si no nos miraba a nosotros.

Entonces, habiendo ubicado a su objetivo, se mostró dispuesta a erradicarlo. Lo supe por la manera en que alzó una mano de forma amenazante hasta ellos, específicamente a Reginald.

Cinco, tan sorprendido como todos, se mostró a la defensiva cuando ordenó:

—¡Eve!

Entonces, la morena de pelo rizado dejó de sujetar a Reginald para acatar su llamado. Parecían saber exactamente qué hacer cuando los llamaran porque la chica no titubeó ni un segundo cuando dio un paso al frente y clavó su mirada en Vanya antes de que ella pudiera hacer algo a través de esa mano extendida y amenazadora. Así pues Vanya, en cuestión de segundos, perdió toda concentración de sus actos para centrarse únicamente en un posible dolor mental por la forma en que soltó un grito de dolor y se sujetaba la cabeza como si fuera a perder la cordura.

Hice una mueca. Me preguntaba si ese dolor que le provocaba la morena Eve con sólo mirarla se asemejaba con el dolor que provocaba Cassie, la melliza, porque de ser así, vaya que el dolor que estaba experimentando Vanya era insoportable —yo misma lo había experimentado hace pocos instantes—. Recalco esto para asegurar que un dolor de esos no te permitía hacer mucho, apenas y yo pude escapar de eso y fue con mi último esfuerzo... Pero que Vanya terminó liberándose de ello con una facilidad insultante.

Con el mismo brazo que había levantado al princio, hizo un movimiento que elevó a Eve —distrayéndola de su poder sobre Vanya— y la lanzó sin piedad contra alguna pared dejándola apenas consciente. Todos se alarmaron, especialmente Cinco cuando lanzó una maldición y todo comenzó a ser caos al momento en que los hermanos de Eve respondieron por ella, exceptuando a Adel, quien fue el que se encargó de revisarla y auxiliarla mientras los demás luchaban contra Vanya.

Todo sucedió muy rápido. Cassie intentó extraer su energía como hizo conmigo para tratar pararla, ya que era sumamente notable la cantidad de energía y poder que poseía mi hermana en este momento, que intentar robar un poco de eso podría dar alguna ventaja... Pero eso no era fácil.
Especialmente cuando también hizo lo mismo con la rubia que con Eve.

Fue ahí donde mis hermanos y yo entendimos que teníamos que intervenir aún no estuviéramos en nuestros mejores ánimos debido a la reciente pérdida, pues bien sabíamos que si no actuábamos, la historia con Ben podría repetirse con algún otro.

—Ustedes traten de frenar a los otros y yo intentaré hablar con Vanya, probablemente sea a quien más distinga de entre todos — me dirigí rápidamente a mis hermanos —. Todos sabemos que con violencia ella se pondrá más nerviosa, y por ende, más peligrosa.