La Loba Rechazada

Capítulo 44.

Reunión del consejo.

Xavier (Alfa de la manada Blue Luna)

Me dirigí al salón, donde tenía una junta con el brujo para tratar las novedades sobre el rey. Al entrar, lo vi sentado de manera despreocupada en mi trono, un maldito desgraciado. La furia de mi lobo y la mía eran intensas, pero sabíamos que no podíamos actuar.

-¿Qué es esa expresión? ¿Te molesta que esté sentado en esta asquerosa silla?- Preguntó con una sonrisa burlona.

-No, señor. Si lo he ofendido, me disculpo.- Respondí entre dientes, intentando controlar mi rabia.

-No sé por qué te enojas tanto. Es bastante incómodo con estos huesos alrededor. ¿Sabes que no son de verdad, no?- Se rió al ver mi cara de desconcierto y continuó: -En dos semanas llega el rey. ¿Enviaste a la niña con el paquete?-

-Sí, ya está dentro de la manada Euge de Luna.- Informé, tratando de mantener la calma.

-Perfecto. Necesitamos a la loba tocada por la luna antes de que llegue el rey. Y prepárate para asistir a la reunión del consejo, quiero que lleves un mensaje a todos los convocados.-

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Alexander

Me encontraba en la oficina, coordinando con Marcos los detalles de la defensa de la manada durante mi ausencia, mientras Iker organizaba mi partida hacia el bosque petrificado para la reunión del consejo. Mientras esperábamos a Ariel, quien estaba en la sala de interrogatorio con Briana.

-¿Qué harás si resulta que Briana está esperando a tu cachorro?- Preguntó Marcos.

Iker levantó la mirada hacia mí, ansioso por escuchar mi respuesta.

-No lo sé.- Respondí, soltando un suspiro profundo.

De repente, unos golpes resonaron en la puerta y, al instante, Ariel irrumpió en la oficina, con el ceño fruncido.

-La perra tiene los recuerdos bloqueados con magia, no pude obtener nada relevante.- Declaró, dejándose caer pesadamente en el sillón. Clavó su mirada en mí y continuó con voz firme: -No sé si dentro de ella hay un cachorro, pero estoy convencido de que hay algo más, algo oscuro que está creciendo en su interior.-

-¿A qué te refieres?- Pregunté intrigado.

-No estoy seguro, pero ya mandé a analizar su sangre y las brujas le están realizando pruebas.- Respondió Ariel.

-Hay que mantenerla vigilada. Iré con Iker a la reunión del consejo, y quiero que ustedes dos mantengan a salvo a Emma.- Dije con naturalidad, volviendo a centrarme en los papeles esparcidos en el escritorio.

-Entendido.- Respondió Ariel -Pero lo que no comprendo es por qué debería hacerlo.- .

Levanté la mirada y la fijé en él, y no pasó mucho tiempo antes de que continuara.

-No es por eso que he venido a esta manada. A menos que me estés ocultando algo.- Su expresión se tornó seria y, con voz firme, preguntó: -¿Es ella la loba tocada por la luna?-

No respondí; simplemente mantuve mi mirada fija en él.

-¡Lo es!- Afirmó con convicción. -Lo sospechaba. No puedes guardarnos información, alfa Alexander. Se lo reportaré al alfa Jacob.- Dijo firme.

-No estamos seguros.- Comente, con un tono despreocupado.

Pero él se levantó, su mirada se clavó en mí -¡Yo sí lo estoy!- Aseguró.