Capítulo 23.

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Dudas y emociones

Alexander

El viento azotaba con fuerza la ventana de mi oficina, anunciando la tormenta que se avecinaba. En cambio, en mi mente ya se había desatado una tormenta aún más intensa. Las preguntas que me invadían giraban en un remolino furioso, arrasando con mi tranquilidad. Cada interrogante era como un trueno que retumbaba en mi interior, intensificando la ansiedad que se apoderaba de mí.

Un golpe en la puerta resonó en la habitación, y acto seguido, Marcos e Iker entraron con semblantes serios.

-Informen- dije con voz autoritaria, obligándolos a centrarse en lo urgente.

(Iker) -Lo que le administraron a Miller fue una alta dosis de acónito de Júpiter, más conocido como matalobos.-

(Marcos) -¿Cómo es posible que se haya recuperado? Ningún lobo sobrevive a eso.-

(Iker) -No sabemos cómo. Él tampoco lo sabe. Cuando se despertó, estaba confundido. Según los reportes, las flores azules, con las que se elabora esta droga, crecen a las afueras de la manada Blue Luna.-

(Alex) -Hay que investigar cuánto está involucrado la manada Blue Luna. Sin embargo, algo se nos está escapando, necesitábamos respuestas. Quiero una lista de todos los que estuvieron en el dispensario. ¿Qué hay con los fugitivos?.-

(Marcos) -Sus rastros se perdieron a millas de la frontera sur.-

(Alex) -interroguen a los allegados de Logan y Samuel, alguien de la manada los ayudó y quiero las cabezas de todos los traidores. ¿Qué has averiguado sobre los ataques de los pícaros?-

(Marcos) -La manada Black Moon y la Luna Roja también están sufriendo ataques. Los Alfas quieren coordinar una reunión entre las tres manadas.-

(Alex) -Iker, encárgate de eso. Marcos, quiero que investigues quiénes eran los guardias en el tiempo que Emma estuvo en la mazmorras. También mantén vigilado a mi tío, quiero saber todo lo que hace.-

(Marcos) -¿Es por Emma? Su reacción al no querer ir al dispensario no era común.-

(Iker) -Mencionó que tu tío es peligroso. ¿Has resuelto lo de ustedes?

Asiento levemente hacia Marcos y miro a Iker.
-No, la noche en que la rechacé, sintió que me encontré con Briana. Me bloqueó y no pude sentir que estuvo dos días al borde de la muerte.- Suelto un suspiro de derrota y continúo, -No puedo cambiar el pasado, pero debo averiguar todo lo que sucedió mientras estuvo en la mazmorras.-

Vuelvo a mirar a Marcos -Haz que Gema deje de jugar a las casitas y regrese al campo de entrenamiento.-

Una vez que finalizó la reunión, me dirijo a la casa de Amanda. Al llegar, puedo ver a los guerreros estratégicamente ubicados, vigilando cada movimiento de la escurridiza Emma.

Cuando me acerco a la casa, el aroma dulce a cereza me envuelve. No tengo tiempo de tocar, en un instante, la puerta se abre bruscamente. Frente a mí se encuentra un pequeño y delicado cuerpo, que emana una fragancia fresca y seductora. Me mira con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres?- Gruñó, su voz tensa y desafiante.

-¡Tan pequeña y feroz!- Respondí en tono burlón, disfrutando del contraste entre su apariencia frágil y su actitud decidida.

-Emma, no es bueno que dejes al alfa parado en la puerta. Déjalo pasar.- Dijo Amanda con su característica voz amorosa.

Le sonrió a Emma mientras le advertía, -No intentes escapar, porque hay guerreros con orden de atraparte si sales.-

 La Loba Rechazada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora