Aquella mañana en las estancias de las minas de Khazad-Dum, el único sonido audible era el resonar de las voces de las cantoras de la piedra, que trataban de encontrar un nuevo lugar para excavar.
La reina Zuri se encontraba sentada en el trono examinando una piedra preciosa extraída de las excavaciones del día anterior, cuando uno de sus consejeros, Gavin entró a la sala del trono.
Caminó hacia donde se encontraba y agachó la cabeza en señal de respeto. Esta hizo un gesto con la mano para la mirase.
-¿Qué ocurre? -preguntó repentinamente inquieta-
-Hay un hombre frente a la puerta de Durin -informó- desea hablar contigo, majestad
-Hazle pasar -pidió- es un buen amigo mío, y por tanto de nuestro pueblo
-Como ordenes -respondió dándose media vuelta para ir en su busca-
Cuando las puertas volvieron a abrirse, la sala se llenó del olor de la lluvia recién caída. Dos enanos flanqueaban al hombre grande hasta donde ella estaba.
-Dejadnos -pidió, y ambos se retiraron cerrando las puertas tras ellos-
Se observaron durante unos instantes, hasta que el esbozó una sonrisa de oreja a oreja, al igual que ella.
-Elrond -dijo indicando que se sentara en el lugar libre a su lado- ha pasado poco tiempo desde tu última visita -le observó detenidamente- ¿Es que ha ocurrido algo que deba saber?
-Nada en absoluto -la tranquilizó- volvía de Eregion y se me ocurrió hacer un alto en el camino para venir a verte -sonrió haciendo que ella se sonrojara levemente- le pedí a nuestro maestro herrero, Celebrimbror que construyera un arma para una buena amiga -comenzó quitándose la bolsa de tela blanca que llevaba a la espalda- aquí está
-Elrond... -tragó saliva con fuerza, abrumada- no puedo aceptarlo -murmuró- sea lo que sea será demasiado valioso como para que lo lleve alguien como yo
-Eres la reina de los enanos, Zuri -la detuvo amablemente- no se me ocurre nadie más adecuado que tú para blandirla
-De acuerdo -accedió comenzando a quitar la tela-
Cuando la tuvo en la mano no se podía creer que algo tan hermoso, y mortal al mismo tiempo le perteneciera. El hacha consistía en una empuñadura ribeteada con cuerdas marrones y verdes entrelazadas, todo ello acompañado de su nombre escrito con runas enanas en la base, y en el élfico en un lateral de la hojas, estas también estaban recubiertas de dichas runas.
-¿Qué te parece? -preguntó el elfo a su lado-
-No sé qué decir el Elrond, es preciosa yo... -trató de mirar a cualquier parte menos a el, sin éxito- gracias
-No tienes porqué dármelas -le aseguró- quería hacerle un regalo especial a una amiga especial
-Me temo que yo no puedo hacerte un regalo semejante -sonrió divertida- el armamento enano se basa principalmente en hachas y espadas -explicó- aunque siempre quise saber manejar el arco
-Yo podría enseñarte -dijo- ven a Rivendell, y te aseguro que te convertiré en una gran arquera
-No puedo, tu rey...
-El Alto Rey estará encantado de ver que las alianzas entre los enanos y los elfos son fuertes al igual qe lo fueron durante la primera edad -la interrumpió- ahora debo irme, Ryonor se pone nervioso de noche
-¿Quién es Ryonor?
-Mi caballo -respondió, como si fuera lo normal ponerle nombre a un animal- nos veremos pronto, majestad -se despidió- que la luz de los Valar ilumine tu camino
-Y el tuyo, comandante -respondió mientras le veía marchar-
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MULTIFANDOM SHOTS (4)
FanfictionBueno, este es el cuarto libro que hago de shots multifandom, así que en este seguiré escribiendo los shots con los personajes de la mayoría de fandoms a los que pertenezco (si hiciera shots de todos no acabaría nunca) así que espero que os guste ta...