"CAN I BUY YOU A DRINK?"

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📍ESTE SHOT ESTÁ BASADO EN LA PELÍCULA REAL STEEL, ¡ESPERO QUE OS GUSTE!📍

Hacía bastante tiempo desde la última vez que Kendra había asistido a una pelea de robots, por lo que decidió que ese día haría el enorme esfuerzo de salir de casa para asistir a la que se organizaba esa noche en su ciudad. 

En cuánto llegó al lugar le sorprendió la cantidad de gente que había y lo bien montado que estaba todo. En el centro del campo estaba la arena donde los contrincantes iban a enfrentarse. Rodeando la arena había varias food-trucks cuyos dueños no paraban de trabajar. 

La gente se acercaba cada poco tiempo a pedir un refresco o comida para mientras veían el combate, por lo que no podían detenerse un instante. Kendra se acercó a una de ellas donde vendían perritos calientes y compró uno con extra de kétchup. De paso le preguntó al hombre que se lo vendió cuando empezaría la pelea.

-En veinte minutos -respondió el con una enorme sonrisa en su rostro- 

-Gracias -murmuró contestando de la misma manera- 

Se llevó el perrito a la boca dándole un enorme mordisco. La verdad era que estaba muerta de hambre. Caminó hasta donde se encontraban los camiones donde supuestamente estarían los robots que iban a enfrentarse esa noche. 

Vio que la parte trasera de uno de ellos estaba abierto, y se acercó para tratar de ver el robot que estaba al cincuenta por ciento segura que había en su interior. En su lugar se encontró con la figura de un hombre, sentando sobre un par de cajas mientras bebía una cerveza.

El se dio cuenta de su presencia y alzó la mirada lentamente hasta ella. Sus ojos oscuros la observaron durante unos instantes con atención antes de hablar. 

-¿Quieres verlo? -preguntó, su voz era ronca y curiosa a partes iguales-

Lo normal que, a escasos minutos de empezar el combate estuviera cogiendo sitio cerca de la valla para verlo bien, pero Kendra no era normal. Por supuesto el lo supo desde que el momento en el que posó su mirada en ella. Había algo en el aura que la envolvía que era diferente a la del resto de la gente.

No es que el fuera un experto en descifrar a la gente, pero ella era como un puzzle incompleto al que le faltaba encajar una última pieza. De manera ilusa, el creyó que el podría ser esa pieza. 

Ella sacudió la cabeza centrándose de nuevo en el

-¿El qué? -preguntó, el esbozó una sonrisa divertida, como si el supiera algo que ella no-

-Mi robot 

-¿Va a combatir esta noche? -preguntó Kendra, el asintió con la cabeza a la par que le daba un última trago a su cerveza-

-Si -dijo cogiendo un mando enorme que sostuvo entre sus manos, hizo un gesto con la cabeza hacia atrás- será mejor que te apartes, voy a sacarlo fuera 

-De acuerdo -murmuró ella haciendo lo que le pedía- 

El apretó un botón en el mando. Lo giró hacia derecha y hacia atrás. Un ruido metálico resonó dentro del camión. Kendra vio un par de luces amarillentas que se encendían de repente, los ojos del robot.

La máquina caminó hasta fuera del vehículo, al igual que su creador. Fue entonces cuando pudo verlo mejor a la tenue luz de las farolas. Su pelo oscuro, la forma delicada de sus labios, la barba recortada que le daba un aspecto muy masculino. Su mirada se desvió hacia el contorno de sus brazos mientras sujetaba el mando. 

Alguien debía decirle a ese hombre que empezara a comprarse camisetas de su talla, en serio.

El robot se detuvo a una distancia prudencial. El lo señalo orgulloso de el. 

-Este es Ambush -le presentó- luchará esta noche contra Iron, el robot de mi rival Luke Christopher -chasqueó la lengua con fastidio- espero que ese imbécil y su robot última generación no le hagan pedazos

-Yo creo que tienes muchas posibilidades de ganar el combate -apuntó ella-

-No puedes saberlo, acabas de conocerme -le recordó- no sabes nada sobre mi

-Es verdad -reconoció ella- pero por la manera en la que lo miras, sé que confías en el y en tus habilidades como "entrenador" -dijo haciendo el gesto de las comillas- no sé si me estoy explicando...

-Perfectamente -respondió esbozando una sonrisa amable mientras le miraba- ¿Cómo te llamas?

-Kendra

-Charlie -respondió el haciendo que el robot volviera a entrar en el camión- oye... -dijo- ¿Puedo invitarte a una copa, después de la pelea quizá?

-De acuerdo Charlie -sonrió- esperaré junto a las gradas



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