El Alto Rey ha enviado al heraldo Elrond a investigar un ataque de orcos cerca de la ciudad de Lindon, capital del reino de los elfos.
Desde que el poder de Sauron ha despertado, los elfos han estado ojo avizor frente a cualquier atisbo de oscuridad que se haya presentado a lo largo de los días. Siempre habían sido incidentes menores que se habían subsanado con rapidez, pero cuando Elrond detuvo a su caballo a la entrada de lo que antes había sido un asentamiento élfico se dio cuenta, de que aquello era diferente.
Los estandartes del reino aparecían rasgados en el suelo junto con las armaduras antes pertenecientes a miembros de la guardia real. Debían de haber estado investigando esa zona cuando algo o alguien les atacó. Cuidadosamente, el elfo descabalgó de su montura y caminó lentamente entre las cabañas destrozadas para tratar de averiguar que había pasado allí.
Se acercó a un lugar donde todavía había cenizas debido al fuego que habían encendido cuando percibió un olor nauseabundo y pesado en al ambiente, difícil de respirar.
"Orcos" pensó mirando tras su espalda "los mataron a todos, la oscuridad se está extendiendo por toda la Tierra Media". De pronto escuchó un crujir de ramas tras su espalda y desenfundó su espada rápidamente para defenderse. El filo de su espada se apoyó contra el cuello de una extraña. Elrond la observó detenidamente unos instantes, ya que poseía un color ambarino en sus ojos y un cabello del color de la luna que no había visto antes.
-¿Quién sois? -exigió saber- ¿Y qué hacéis aquí?
-Me llamo Níniel -se presentó- y estoy aquí por orden del alto rey
-Eres una elfa -observó- nunca había visto a una como tú
-Soy una sacerdotisa del árbol de Lindon -explicó- mi misión es hacer que crezca fuerte y sano y con él nuestra raza permanezca de dicha manera
-El árbol al que le rezas está en la ciudad -dijo- ¿Porqué el alto rey enviaría a una sacerdotisa a una misión de reconocimiento como la que cumplían sus soldados?
-El rey quería que contaran con la bendición de la luz de los Elbar -explicó ella- me dijo que contando con mi presencia, contarían también con dicha bendición
-Me temo que el alto rey se equivocó en sus reclamos -murmuró el heraldo mirando a ambos lados, donde no quedaba nada más que las tiendas destrozadas donde habían acampado los soldados del monarca- aquí solo hay muerte y destrucción -dijo- este lugar no es seguro, debemos irnos
-¿Me llevarás contigo? -preguntó, el frunció el ceño extrañado-
-Por supuesto, no te dejaré aquí abandonada a tu suerte -ladeó la cabeza- ¿Acaso tienes una opción mejor?
-No, es solo que... -murmuró- no creo que al alto rey le agrade mi presencia en la ciudadela. Si regreso sin los soldados de su guardia, sabrá que he fracasado en mi misión
-La misión estaba destinada a fracasar -dijo Elrond- que los soldados no hayan sobrevivido no es culpa tuya, sino del rey al enviarlos a investigar una zona infestada de orcos -montó su caballo y extendió la mano hacia ella- déjame llevarte a casa Níniel
Ella agarró su mano y se subió al caballo tras el. Ambos recorrieron los bosques hasta llega a la entrada de la ciudad. La elfa no pudo evitar sentirse inquieta ante lo que estaba a punto de suceder, pero de alguna manera sabía que con la presencia de heraldo a su lado, todo iría bien.
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MULTIFANDOM SHOTS (4)
FanficBueno, este es el cuarto libro que hago de shots multifandom, así que en este seguiré escribiendo los shots con los personajes de la mayoría de fandoms a los que pertenezco (si hiciera shots de todos no acabaría nunca) así que espero que os guste ta...