Instituto Whitmore

C11: ¿Cita?

-¡Llegamos!- me grito en el oído apagando la moto.

Hice una mueca de asco.

-No me tienes que gritar.- me quite el casco.

-O lo siento, es que ya no escucho, creo que me dejaste sordo con tus gritos en el camino.- no es por nada pero siento que Scott es el rey del sarcasmo.

Me reí ante su comentario y me sonroje, era la verdad todo el camino me la pase gritando porque tenía miedo de caerme de la moto.

Scott se bajo de la moto y me tomo de la mano para ayudarme a bajar.

-Gracias.- dije en tono burlón.

Scott tomo las llaves de la moto y aproveche para visualizar a donde me había traído.

-¿Batidos?- dije y me voltee hacia el, tenía su típica sonrisa de todo el tiempo.

-Los mejores.- dijo tomándome de la mano y empezando a caminar.

-¿Aquí traes a todas tus víctimas?- trate de usar sarcasmo; fatal.

-Si así les llamas.- abrió la puerta del local y me dejo pasar.

Le agradecí con la mirada y pase.

-¡Ahhhhh! SCOTTIE.- gritó una señora ya grande dentro del local y se dirigió corriendo hacia nosotros.

-Martha.- dijo Scott y la abrazo.

-Que sorpresa, no esperaba tu visita.- dijo Martha.

Scott solo río bajo.

-¿Y esta linda muchachita quien es?- le pregunto Martha.

-Martha ella es Mariana mi amiga, Mariana ella es Martha mi tia.- sonreí igual que ella y me abrazo muy fuerte que casi creo que me puse morada.

-Mucho gusto señora.- dije cuando me soltó.

-Ay déjalo para los ricos, dime Martha.- dijo agarrandome del brazo, yo solo me limité a sonreír.- Porfavor, están en su casa.- dijo señalando al local casi lleno.

-Gracias.- dijimos Scott y yo al unísono empezando a caminar hacia una mesa que estaba vacía.

-¿Martha?- dije en cuanto nos sentamos.

-Prima de mama, soy muy unido a ella.- apareció una sonrisa en su cara, pero no la típica sonrisa coqueta que siempre hace, si no una que decía que era un buen recuerdo.

-¿Desde cuando?- pregunte tratando de no sonar tan interesada.

-¿Porque preguntas?- todavía seguía la sonrisa en su cara

-Nunca te había escuchado hablar de tu familia.- pero cuando dije esto su sonrisa desapareció.

-Es difícil....- se tensó y se rasco la cabeza.

-Perdón no me quería entrometer.- dije limpiándome el sudor de las manos.

-No pasa nada, eres la primera que conoce a Martha.- no pude evitar sonreír.

No le creas Mariana, esta tratando de gancharte como a todas.

Aleje mis pensamientos de mi cabeza, debo de dejar de hacerme conclusiones por mi misma.

-¿Ya decidieron que tomar?- me sorprendí al ver una rubia parada frente a nosotros.

Me gire de nuevo a Scott, no sabia ni siquiera que vendían. Scott tenía la misma sonrisa que todas las veces que me veía; coqueta.

Tarado.

-Ahhh... con que la nueva.- dijo sensualmente.

Okey... quiero golpear a Scott en donde mas le duele ahora mismo.