C25: ¿Will?

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-¡Mariana!- gritó James desde el otro lado del baño público.- ¡Tenemos que irnos! ¡El vuelo sale en menos de diez minutos!-

-¡PODRÍAS ESPERAR! ¡TÚ NO SABES QUE ES LIDIAR CON MI PANZA!- grite desde adentro.

-Bueno... Pero rápido estaré en la sección de maletas.- dicho esto se fue.

Suspiré profundo y trate de tranquilizarme, desde chiquita tengo ese trauma de subirme a un avión, y de tan solo pensarlo me dan náuseas.

-A ver panza...- empecé a decirle a mi panza.- quiero que te portes bien, es un viaje muy largo como para estarte aguantando así que porfavor para, te lo recompensare comiendo la comida que la abuela me haga, si no no.- me acomode de nuevo y salí del baño a dirección del área de las maletas.

-¡Nana! ¿Estás bien?- me preguntó Ethan acomodándome el pelo.

-Si si no te preocupes suele pasarme todo el tiempo.- dije.

Me sacudió un poco el pelo y nos dirigimos hasta donde estaba Dave con nuestros pasajes de abordar.

-Bueno aquí están sus pasajes, nos tocaron en lugares diferentes porque no quedaban tantos así que suerte con su compañero de viaje.- dicho esto dejamos nuestras maletas y caminamos al avión.

Desde el pasillo principal sentía mi estomago revolverse y unas náuseas tremendas.

-¿Estás bien?- sentí como Scott me tocaba el hombro y caminaba junto a mí.

Asentí con la cabeza y no le dije nada, todavía me sentía un poco molesta por cómo había actuado anoche.

Al entrar al avión nos separamos a nuestros lugares, busque el mío que era el del fondo y me sorprendí al ver que todavía no llegaba mi compañero. Me senté y mire por la ventana unos segundos hasta que alguien se sentó.

Su olor a loción hizo que mi panza brincara y las nauseas disminuyeran. Voltee a verlo y vi al chico más perfecto que alguien pudiera imaginarse, tenía cabello negro, ojos de color, y su incomparable camisa hacía que su cuerpo se marcara intenso
Empezó a reír y rápido salí de mi trance toda colorada por mi inmadurez.

Bravo Nana ahora pensara que eres una acosadora.

-Soy Will.- me tendió la mano.

No dude ni un segundo y con mi sonrisa de niñita acosadora de la di.

-Mariana.- dije

Soltó mi mano y desee que volviera a estrecharla para volverla a tocar.

-¿Y qué te trae por aquí, en un avión hasta California en mitad de ciclo escolar?- me dijo sacando algo de su mochila.

-Lo mismo digo.- sonreí.

-Asuntos familiares, mis papas me quieren siempre en todo.- me sonrió.

-Vaya, yo también tengo un asunto familiar, solo que mis papas son los que nunca van, es como si estuvieran escapando de mí y de mi hermano todo el tiempo.-le dije.

Suspiro.

-Pues bueno Mariana.- me tomo de la mano lo cual me hizo ponerme nerviosa.- Yo no escaparía de ti.-

(...)

Baje rápido del avión para encontrar a estos idiotas que son capaces de dejarme aquí varada en el aeropuerto, ya habíamos llegado y estaba muy orgullosa de mi panza porque hasta ahora no había sufrido de un accidente.

Me dirigí a la parte de las maletas y vi ya todas las maletas de nosotros en bola pero faltaba algo, los changos.

-¡Chicos!- grite entre tanta gente que había pero mi intento fue fallido.

Instituto WhitmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora