XXXVIII Enemigos pt.3

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Sin saber lo que ocurría a sus espaldas, ambos hermanos siguieron discutiendo. Yun LanHuan todavía mirando al erudito, su firme negativa a moverse por fin provocando un cambio discernible en el ambiente.

Podía sentir a su hermano cada vez más tenso, deseando apartarlo del peligro.

Pero también podía ver la indecisión en las manos del líder Jiang, el cómo aunque la flecha de nuevo estaba dirigida hacia él, había caído un tanto, apuntando a algún lugar entre su hombro y su brazo.

--- Es imposible que logres protegerte a tiempo.

--- Y todavía me niego a atacarlo, WangJi, cuando es claro que esta dudando.

Lan WangJi se contuvo, sin saber qué hacer ante una irracional insistencia que no solía ver en su hermano.

--- Es un riesgo demasiado grande. --- Jiang WanYin no estaba actuando con normalidad.

--- Pero tu no lo conoces como yo, WangJi, no del todo.

Su largo silencio fue mucho más elocuente que cualquier palabra, después de todo, no era la primera vez que Lan XiChen usaba ese argumento y ambos sabían cómo de mal había terminado en aquel entonces. 

Conteniendo un suspiro, Yun LanHuan trató de buscar un argumento distinto. Uno que hiciera a su hermano ceder, pero que no pusiera en peligro a ninguno de ellos si esta conversación llegaba hasta Hong BaiHe.

--- Al joven Wei se le permitió defenderse aun cuando todos los funcionarios deseaban ejecutarlo por traición. Es justo ofrecer la misma consideración al erudito.

--- Wei Ying jamás amenazó mi vida.

El emperador contenía el inapropiado deseo de debatirle un argumento que era perfectamente razonable, cuando algo los interrumpió. 

Al comienzo era tan titubeante y entrecortado que los tres lo habían estado pasando por alto. Pero cuando su volumen superó el sonido de sus propias voces, fue imposible no prestar atención.

Era una melodía, comprendió Yun LanHuan, una canción de cuna que variaba sus tonos con dulzura y cándida invitación.

Los tres miraron al origen del sonido, encontrando a una Hua Meili que, encorvada y con los ojos cerrados con fuerza, se mecía sobre sí misma mientras seguía silbando.

Tanto Yun LanHuan como Lan WangJi se sintieron desconcertados por una acción que parecía completamente fuera de lugar dada la situación, pero Jiang Cheng... el rostro Jiang Cheng perdió todo color cuando la canción adquirió un ritmo estable.

<< No pudo contenerlo más.

Sintiéndose como si rasgara su garganta en su camino, el grito salió mientras recibía otro golpe en sus ya maltratadas piernas. 

Usando la funda de Shouyue, Yue Lan golpeada sobre los fragmentos de hueso que antes fueron sus rodillas y fémur, sus piernas destrozadas como castigo por su último intento de escape.

Jiang Cheng se resistió contra las cadenas que lo mantenían inmóvil a la terrible tortura, desesperado por liberarse, por detener al maldito bastardo que seguía golpeando, y golpeando, y golpeando sin detenerse.

Casi delirante por el dolor, miró a una sonriente BaiHe. Sentada lejos, observando hacia algún punto mientras una canción salía de sus labios.

La misma canción de cuna que tarareaba cuando Jiang Cheng era torturado.

Cada maldita vez durante todo su cautiverio, Jiang Cheng era golpeado, quemado o cortado al repulsivo ritmo de aquella melodía>>

Roto.

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⏰ Última actualización: Feb 18 ⏰

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