NARRA ANA.
¡Soy la mejor! Me siento orgullosa de mi misma y de haber encontrado la fuerza de voluntad para hacer lo que he hecho. He quedado a Álex con las ganas y eso difícilmente alguien lo podría conseguir. Es tener mucho autocontrol. No puedo decir que haya sido fácil y que tenía ganas de que continuase porque estaría mintiendo, pero si quiere que eso ocurra debe ser todo mucho más currado. Lo justo es que, cuando quieres algo, tienes que ganártelo. Su cara fue lo mejor, es que debería haberle hecho hasta una foto. Sé que lo que he hecho traerá consecuencias, es decir, sé que él se vengará de una forma u otra, pero me da igual. ¿Y lo bien que me lo he pasado? Lo volvería hacer una y otra vez, pero no estoy segura si sacaría las mismas fuerzas de contenerme como las había sacado anteriormente, aún me preguntaba cómo demonios lo había conseguido.
Entre pensamiento y pensamiento, llevaba todo el día en mi habitación y necesitaba salir, que me diese el aire. Así qué me puse unos mayas, una camisa blanca de sisa y mis deportivas y me hice una coleta alta. No soy muy partidaria del ejercicio, pero necesitaba despejarme e ir aclarando los sentimientos hacia el moreno y pensar dónde y cómo podía encontrar un trabajo nuevo, así que mejor irme a correr. Correr me hacía pensar, pero también me relajaba y eso es lo que necesitaba hoy. Relajarme y salir. Noté que con la ausencia de Emily había un peso de encima menos y el momento que tuve con Álex fue épico, pero ya sabéis lo que dicen, cuando varias cosas empiezan a ir bien, la balanza se tiene que equilibrar y comenzar a ir mal. Sé que tenemos el problema del dinero, pero imaginaos que lo conseguimos y se lo damos a esos tipos, probablemente si la balanza se equilibra, saldrá algo mal.
Bajé las escaleras dando saltos y entré en la cocina. Y me quedé anonadada con lo que tenía delante.
¡Mi hermano y Carol! Ellos dos se estaban pegándose el lote y Carol tenía novio. Pobre Luke... Vaya forma de reconciliación más particular tienen estos dos. Carraspeé para que me escuchasen y parasen por un momento. Yo me alegraba de que hubiesen dejado de lado las discusiones pero no me parecía correcta la forma de arreglar las cosas, básicamente por Luke. Si ella no tuviese pareja, estaría enormemente feliz porque volviese con mi hermano porque sé que es lo que merecen ambos, pero las cosas que no están bien hechas, pues no lo están.
—Hola cariño. —saludó mi amiga abrazándome. Le devolví el abrazo a regañadientes.
—Os podríais cortar un poco ¿no?
—Sentimos haberte incomodado hermanita. —se disculpó mi hermano.
—A mí no, no estáis haciendo nada malo, pero esas cosas se hacen en privado. Id a un hotel. —comenté mientras me echaba un zumo de naranja en un vaso.
—¿Vas a salir? —curioseó. Me podía imaginar cuáles eran sus planes... Asentí tomando un trago. —Pues corre, vete y ven tarde. —me dijo mientras que me empujaba hacia la puerta aún con el vaso en la mano.
—¿No se supone que los hermanos mayores tienen que decir ''no vengas tardes'', ''ten cuidado'', etcétera? —pregunté imitando esas frases con la voz de mi hermano. Vaya hermano responsable que tengo... Se merece el premio de la responsabilidad.
—Tu hermano mayor te echa por problemas de salud, porque si no se acuesta con esa chica tan sumamente atractiva ahora mismo va a acabar muerto. —me guiñó un ojo y me echó de la cocina. Que melodramático. Eso sí, si esa iba a ser ''su sala'', o no entro más a comer ahí o tengo que contratar a un fumigador.
Suspiré y dejé el vaso de zumo en la mesa del salón, me encaminé hacia la puerta de casa, cogí las llaves y me dispuse a salir por la puerta, poniéndome los auriculares en mis orejas y dejando que la música llegase a mis tímpanos y mi cuerpo se dejase llevar por aquellas notas, cuando una mano me agarró y me giró.
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Amor y un chico no tan bueno. (Terminada)
أدب المراهقينAna, una chica de dieciséis años. Es responsable, buena hija, buena hermana, en todo intenta ser perfecta. Nunca ha hecho locuras y sigue las normas, hasta que lo conoce a él, Álex. Es problemático y todo un experto en el sexo, cosa que Ana desconoc...