Capítulo 32

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Naruto llegó corriendo a la casa Namikaze con una enorme sonrisa, entró con velocidad al jardín viendo a sus padres con una canasta, lo vieron con sorpresa sonreír de esa forma- corran, aún tengo hambre  ttebayo- besó la mejilla de ambos con cariño siendo mimoso. Minato sonrió con diversión -¿por qué estás tan feliz cariño? ¿te fue bien ayer en la fiesta de compromiso de Itachi?- Naruto infló su mejilla con molestia al recordar ese momento -no, esa mujer es pesada, tomé una charola de bocadillos y la muy cretina me avergonzó- rascó su nuca con vergüenza, extendió la manta y se sentó en el lugar bajo un árbol, ayudó a sus padres a acomodar todo -dijo que la charola era para todos, gracias a kami Itachi me defendió, ya no seré tan glotón ttebayo -levantó un puchero.

Minato apretó el ceño con molestia, Kushina afiló su mirada -desgraciada ttebane ¿Cuál era su maldito problema? -Naruto se puso nervioso, sacó un emparedado, lo mordió con velocidad bloqueando su boca con comida, lo vieron con duda -bueno, tal vez Itachi la dejó de lado un poco, Shisui, él y yo estábamos hablando sobre su enfermedad. Shisui estaba preocupado, no sabía nada- sacó un termo con agua caliente, de su canasta un vaso de ramen, lamió sus labios con emoción vaciando el agua en el vasito, colocó los palillos sobre la tapa mientras le dio otra mordida a su emparedado esperando estuvieran listos, la pareja Namikaze lo veía con cuidado.

Minato recordó, observó a su esposa, le había contado su plática del día anterior cuando lo ayudó a arreglarse- dime cariño, te has hecho muy unido a Itachi ¿no es así? recuerdo lo cuidaste durante su estadía en el hospital -Naruto giró su mirada nervioso, masticó su emparedado suavemente analizando qué decir, sabía que su madre le había dicho bastante, no tenían secretos entre ellos, eran bastantes confidentes- bueno sí, Itachi es un chico con un corazón enorme, nunca me ha rechazado o hecho desplantes, es un caballero -sonrió lindo, destapó su vaso con ramen- ¿y tú marido? ¿qué dice de su amistad?- Naruto sonrió divertido- nos divertimos bastante los tres, adora a su primo, al parecer son muy unidos- Minato levantó una ceja con duda- ¿no es celoso de Itachi?-

El pequeño sopló en su vaso de ramen suavemente escuchando a su padre, mordió su mejilla, otra vez, no le gustaba mentir, no quería hacerlo, suficiente tenía con ocultar la verdad a sus padres -ambos lo son- abrieron sus ojos demasiado -¿ttebane?- Naruto masticó lentamente sus fideos- cariño, antes de tu matrimonio lo hablamos, no debes meterte en problemas, sabes que ese matrimonio es una alianza, si Fugaku se entera- el rubio mordió su mejilla sintiéndose mal, levantó un puchero con dolor- yo no lo force a nada, no he hecho nada para que Itachi se hubiera fijado en mí, yo… - mordió sus labios con vergüenza. Kushina suspiró hondo- Mina, ya lo hablamos, si en verdad Menma ama a Itachi y a Shisui, están en su derecho de decidir qué es lo que desean hacer, primero la felicidad de mi hijo-

Minato suspiró con fastidio, no sabía si hacía bien, Menma siempre estaba en problemas- lo sé kushi, pero Menma se ha metido en demasiados problemas, la aldea no lo ve bien, no sé si Fugaku convenza a sus hijos de dejar de lado a mi hijo, me preocupa que al final el único lastimado sea él -Naruto escuchaba a su padre con cuidado, ese maldito Menma nuevamente intervenía, apretó el ceño -ambos son maduros, dijeron que me cortejarían, respetarán mi decisión al final- absorbió su ramen con velocidad, la pareja lo veía incrédula. Minato suspiró con fastidio -ya veremos, si se comienza a poner difícil la situación tal vez me obligues a ordenarte dejar todo este embrollo -Naruto abrió sus azules con terror, bajó su mirada con preocupación, debía hacer bien las cosas, rascó su nuca con pesar.

El pequeño recordó algo- es verdad, ¿por qué no tengo hermanos?, deberían considerarlo ttebayo -comió un poco de brochetas de pescado con emoción, a la Namikaze le quedaban deliciosas. La pareja lo vio con duda, se vieron con el filo de la mirada -¿cómo qué por qué Menma?- el rubio menor masticó lentamente al ver su seriedad- ¿ya olvidaste que tu madre tuvo un accidente en su segundo embarazo? perdió al bebé, tenías ocho años, no es gracioso cuando haces esos comentarios -Kushina estaba avanzada en su embarazo, tropezó con Menma quien jugaba en las escaleras, se había agarrado de su pierna derrumbando a la pelirroja quien cayó sin control perdiendo al bebé.

Naruto abrió sus azules demasiado al escuchar al Namikaze, giró su mirada a la pelirroja quien sintió sus ojos aguarse, no lo dudó, se levantó con velocidad, se hincó colocando su frente en el suelo con los ojos aguados- lo lamento, no lo hice con esa intención, lo lamento enserio- mordió sus labios nervioso, los mayores se sorprendieron bastante, Menma nunca se había disculpado en su vida, se negaba a hacerlo armando dramas y berrinches, toda la vida fue su pelea “nunca me disculparé, eso es para débiles” podían recordar.

La pareja veía con cuidado al menor, Kushina habló con seriedad -no te preocupes Menma, entiendo, levántate por favor ttebane- Naruto apretó el pasto, no quería, ¿cómo podía verlos a la cara después de esa estúpida pregunta? Debió investigar, tal vez ahora dudaban de él, se levantó con cuidado sin levantar el rostro. Podía sentir la mirada de ambos bastante serios, el ambiente era pesado- debo irme- abrieron sus ojos demasiado al verlo desaparecer frente a ellos en un shunshin, guardaron silencio un momento -ahora entiendo tus dudas ttebane- Minato afiló su mirada cabreado.

….

Naruto corrió hacia un casino en la zona roja, entró con velocidad ubicando a su objetivo, lo abrazó con fuerza temblando en sus brazos. Jiraiya abrazó con fuerza al menor- ¿qué sucedió?- el rubio hacía pucheros -no sabía- mordió sus labios -no sabía qué Kushina-san había perdido a su hijo, yo sólo… - tenía miedo nuevamente, estaba seguro que ese amor paternal de ambos Namikazes se había perdido, el sannin lo abrazó con cariño, acarició su cabeza suavemente- te dije que te apoyaré, cálmate renacuajo- el rubio trataba, pero era difícil- ellos aún no han dicho nada, debes calmarte, iré a hablar con Minato, veré qué tanto sabe, tu sabes que su mente trabaja bastante rápido, te prometo que no te harán daño- suspiró hondo- Naruto levantó el rostro con sus azules aguados- ve a tu casa, te busco en cuanto vea la situación renacuajo -el pequeño asintió, lo soltó suavemente- al parecer te buscan- el Uzumaki giró el rostro, sus aguados azules sonrieron con cariño -gracias jiji- el sannin sacudió sus cabellos - anda ve-

El pequeño caminó con pasos lentos, unos brazos lo rodearon con descaro, un beso suave sintió en sus labios- vamos pequeño, me cuentas en el camino, fui a unirme a su picnic, te vi salir corriendo de la casa de tus padres, me preocupé- Naruto se abrazó a su brazo, caminaron hacia su hogar mientras el rubio le contaba. El sannin de los sapos se enderezó preocupado observando al menor a la distancia con su marido, sabía que los Uchihas lo rondaban, lo había estado observando, había comenzado a hacer su vida, podía ver que sentía cariño por su marido, si no es que más, comenzó a caminar hacia la casa Namikaze, si Minato lo exiliaba, él y los sapos verían por él hasta regresarlo a su hogar, esperaba que no fuera el caso, era un buen chico, en este mundo comenzaba a encontrar su lugar, su familia. Negó con pesar.

A través del espejo (ItaShisuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora