Pov Ale
La mañana siguiente, todo parecía haber vuelto a su lugar, pero de alguna manera, el ambiente aún estaba cargado de la calma que precede a la reflexión. Caro se fue temprano, rumbo a Los Ángeles, para recoger sus cosas, y aunque sentí una profunda tristeza al verla partir, también sabía que necesitaba ese espacio. Necesitaba estar con ella, pero también entendía que había cosas que debía hacer por mi cuenta.
El momento de confrontar a mi padre había llegado. Había estado evitando la conversación con él, temerosa de lo que podría salir de sus labios, pero ya no podía retrasarlo más. Caro y yo habíamos hablado tanto sobre lo que había pasado, sobre todo lo que habíamos vivido, pero ahora era mi turno de enfrentarme a mi propio miedo: enfrentar la verdad con mi padre.
Así que, cuando Caro ya no estaba, me levanté y me dirigí al lugar donde sabía que él estaría. No me sorprendió encontrarlo en la pequeña oficina en el fondo de la wawa, con la mirada fija en un montón de papeles que no parecía realmente estar mirando.
Me detuve en la puerta, observando cómo su rostro estaba marcado por la fatiga y la preocupación, pero también por algo más, algo que no sabía si era tristeza o arrepentimiento. Un suspiro salió de mi boca sin quererlo.
—Papá... —dije, apenas audible.
Él levantó la vista al escuchar mi voz, y por primera vez en mucho tiempo, sus ojos no se vieron fríos ni distantes. Parecían... vulnerables. Me hizo una señal para que entrara, y cuando me senté frente a él, el silencio nos envolvió.
—¿Cómo te sientes? —preguntó, su tono serio, pero con una suavidad que no era común en él.
Lo miré por unos segundos, analizando sus palabras. ¿Cómo me sentía? ¿Cómo me sentía después de todo lo que había sucedido, después de tantos años de desconfianza, de miedo y de desamor?
—Estoy... estoy mejor —respondí, sintiendo que, por fin, podía decirlo sin temor. —Caro y yo... estamos bien. Ya no tenemos que escondernos. Ya no tenemos que sentirnos culpables.
Mi voz se quebró un poco al final, pero traté de mantenerme firme. Él me observaba en silencio, como si estuviera procesando todo lo que había dicho. Entonces, finalmente, suspiró y dejó caer los papeles que tenía en las manos, dándome toda su atención.
—Sé que... las cosas no han sido fáciles entre nosotros —comenzó, con voz baja, casi vacía—. He cometido muchos errores, y sé que mi orgullo me ha hecho perder más de lo que debería.
No pude evitar sorprenderme por su honestidad. Sabía que había querido protegerme de su manera, pero siempre había sido tan rígido, tan implacable. Esta vulnerabilidad me hizo sentir que, tal vez, había una posibilidad de acercarnos.
—Papá, no me importa el pasado... —dije, tratando de contener la emoción que subía en mi pecho—. Lo que importa es lo que tenemos ahora. Lo que tengo con Caro. Eso es lo que me hace feliz.
Hubo un largo silencio entre nosotros. Mi padre no dijo nada, pero vi cómo sus ojos se suavizaban, cómo un peso se aliviaba de su rostro. Después de un rato, rompió el silencio.
—Te prometo que no haré nada para complicar las cosas entre ustedes. No puedo cambiar lo que ya pasó, pero lo que puedo hacer es aceptarlo. Aceptarte a ti, y a ella. Porque te amo, hija, y quiero que seas feliz.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no eran lágrimas de tristeza, sino de alivio. La promesa de mi padre, su disposición a dejar su orgullo atrás, a entender lo que realmente importaba para mí, me hizo sentir que finalmente estábamos, por fin, en el mismo lado.
Me levanté y me acerqué a él, abrazándolo con fuerza. Él me abrazó de vuelta, con esa ternura que solo un padre puede mostrar cuando realmente se arrepiente de algo, pero también cuando se da cuenta de que ha fallado, y está dispuesto a enmendarlo.
![](https://img.wattpad.com/cover/379367151-288-k82568.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Promise - Alejandra Villarreal
RomanceDespués de 2 años, Alejandra y Carolina se reencuentran y reviven su conexión romántica no formalizada. A pesar de complicaciones, su amor persiste. Una promesa hecha años atrás las une de nuevo.