LAZOS DE SANGRE

Especial - Saidahmo

Dahyun

Desde que era un cachorro viví siendo protegida por mis madres especialmente por Chaeyoung desde que empezamos a entrar a la adolescencia y mi celo llegó.

Yo vivo con Chaeyoung, en la casa de sus padres pero no vivos con mis madres ya que suelen darme varias órdenes que odio obedecer y también porque estar en casa de Chaeyoung me hacía sentir bien cuando llegaba mis días frustrantes.

Cuando sucedió lo de la guerra yo no estaba en el pueblo, estaba con mamá en la ciudad enseñándome el mundo exterior y muchas cosas sobre las personas normales, es algo que yo no puedo entender a Chaeyoung cada que le cuento de aquella dos vampiras, ella simplemente me dice que me aleje de ellas. Le tiene mucho odio y rencor.

La primera vez que entré a aquel castillo fue en luna llena, mi lobo salió de mí sin poder controlarlo y sumando que sentía el dolor insoportable en mi abdomen por mi celo, quería tomar mi supresor pero Chaeyoung lo tenía oculto en alguna parte por lo que escapé por la ventana enfurecida por el dolor tratando de no pensar mucho en el asunto hasta que caminando y alejándome de los demás me quedé parada justo en a puerta del castillo.

La curiosidad me ganó, si Chaeyoung no me permitía entrar cuando estaba con ella entonces tenía que aprovechar la situación en algún momento. Hasta que entré y admito que sentí mucho miedo, me sentía insegura y desprotegida al olfatear cada antigüedad de los artículos que había en ese castillo.

Teníamos miedo mi lobo y yo, cuando sentimos la presencia de una mujer extraña que para ambos fue como estar presente ante el peligro. Pero con suerte la mujer ofreció ayudarme.

Después de todo los vampiros no son tan malos como se dicen.

El día que volví al castillo no encontré a Sana y Momo sentí mi lobo entristecerse como yo también cuando Mina me había dicho que no estaban en el castillo y que me largara al bosque.

He estado escapando de casa muchas veces que espero que nadie se haya dado cuenta de que no estoy ahí, claro que solo me daba una escapada de una hora o menos para no levantar sospechas pero eso lo hacía en cada celo que tenía ya que Chaeyoung acostumbra a encerrarme en mi habitación con seguro pero soy bastante ágil cuando se trata de huir.

-¿Te sigue doliendo mi tofu?.- Sana se mantenía acariciando mi vientre en círculos generando calor mientras que yo me mantenía acurrucada en la cama poniendo mi cara en el hueco de su cuello para sentir su calor.

Es raro, porque se supone que los vampiros no transmiten calorya que son fríos, pero con Sana es distinto.

-Cuando estoy con ustedes dos todo dolor se me va.- Levanto mi mirada y la veo a sus ojos, esos ojos dorados que se supone debería causarme miedo como la primera vez y su hermosa piel pálida sin rastros de envejecimiento solo juventud pura.

-¡Muy bien mi tofu!, me alegra que te sientas bien.

Ella me abraza atrayendome hacia su pecho que me hace reír con ternura sintiendo su fuerza en su agarre, Sana es buena conmigo ella es demasiado atenta y cariñosa conmigo a excepción de Momo.

Momo solo es protectora, ella se queda parada a lado de la cama como la primera vez que llegué esperando por si venía Chaeyoung. Pero me gusta ése lado misterioso en ella, ella es realmente fría.

-Momo, ven aquí con nosotras, Chaeyoung no vendrá y peleará contigo.

-Solo espero darle su bienvenida como se lo prometí.

-Solo ven con nosotras, recuestate a lado de Tofu- Sana se hace más para la orilla y me jala más hacía ella para darle especio a Momo.

Cuando tengo a las dos alado mío me quedo sin poder moverme, solo ahí entre medio de las dos mientras que Sana me da pequeños besos en mi mejilla y Momo acostumbrada a solo acariciar mi cabeza.