mentiras

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maldito frio infernal de la celda los había hecho dormir juntitos y él lo que quería era hacerse el difícil antes de poder volver oficialmente con Kyle.

pero mentiría si dijera que no le gustaba estar con él, quería despertar para verle diario, pero siendo honestos preferiría que no fuera en la cárcel.

-Kahl- dijo, sacudiendo un poco el hombro contrario para despertarlo.

pero parecía que este estaba más ocupado en abrazarlo dormido que otra cosa.

-Kahl, ya despierta...- no termino de hablar cuando entro Sheila, la expresión de su cara era difícil de leer, asustada? ¿molesta?  triste? lo único seguro eran las lágrimas en esta.

- ¡¿AYUDA, MI HIJO DESAPARECIÓ?!??!- exaspero, la desesperación en su voz era una que nunca en su vida había oído.

valla que si le importa su hijo.

¿su madre haría lo mismo?

no importa porque ahora sintió a Kyle abrazarlo más fuerte y esconder su cabeza en su espalda.

-no dejes que me vea- dijo en tono bajo el pelirrojo, claramente avergonzado.

el más ancho no respondió de inmediato.

-no te preocupes, tengo una idea- respondió el Castaño - ¡OH SHEILA, PORFAVOR AYUDA!!!- gritó.

a lo que la pelirroja volteo a ver de dónde provenía el grito, viendo a Cartman, el señor Stoch y.… su hijo! en una celda preventiva.

- ¿¿!!PERO QUE PASO AQUÍ??!! Bubba? ¿estás bien? - exclamó con desesperación.

-si ma.. - iba a responder cuando el de ojos bicolor lo callo.

-no sabemos que paso señora, todo fue tan confuso después de que paráramos en ese puesto de aguas de coco del señor puerto riqueño- respondió él menor de edad, tomando aire -lo último que recuerdo fue cuando estábamos en el parque, ¿no es así Kahl?- añadió

el ojiverde inmediatamente capto lo que quería hacer y le siguió el juego. -si mamá, fue raro todo ayer, estaba en el parque con los chicos y cuando se hizo tarde quede en acompañar a Cartman a su casa, porque ya sabes que hoy en día no se sabe- tomo una pausa, disimulando tomar aire, pero en realidad necesitando tiempo para improvisar -tu oíste lo que le intentaron hacer en la escuela, no lo iba a dejar solo- añadió, intentando hacer la mirada lo más inocente que pudiera.

-es cierto señora- afirmó, agarrándose de los barrotes -y cuando íbamos a mi casa vimos ese puesto de aguas de coco y yo tenía sed así que me compré una, y como su hijo es un judío avaricioso que no respeta lo ajeno, me robo un poco- parando al sentir la mirada de Kyle y Sheila molestos con él por esa última parte -mire, lo que importa es que después de eso no recuerdo nada, y amanecimos aquí, y yo había escuchado que los puerto riqueños ahorita están drogando adolescentes para volverlos drogadictos, pero yo no creí los rumores porque no soy racista, yo creo que nos drogo, por favor señora, dígale a los policías que fue un error, que nos dejen ir- mintió victimizándose el gordo racista.

-también creo lo mismo, mamá por favor sácanos de aquí, tengo miedo- mintió también él de ushaka.

-no te preocupes mi niño, yo te voy a sacar de aquí- soltó, dándole una caricia en la mejilla -yo sé que nunca me mentirías- añadió, cuando llego un oficial, con el cual la ojiazúl inmediatamente fue a pelear por la liberación de su hijo.

-esta es la última vez que me haces mentirle a mi mamá- regañó el más alto en cuanto considero que su madre estaba lo suficiente lejos.

-se dice denada, judío desagradecido- respondió con una sonrisa el más bajo.

kyman my beloved Donde viven las historias. Descúbrelo ahora